² ᴼᴺᴱ ˢᴴᴼᵀˢ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ. ⁻ ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.

𝟎𝟕𝟔: 𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫.

T/C: "Carta de amor".
Edad: 18 años.
→ Love.
Cinco: modo celoso.

(Cinco)

Me crucé de brazos al ver cómo _______ sonreía con un chico, el cual claramente le está coqueteando y Ocho sigue sin darse cuenta, eso es lo único bueno aquí.

Las chicas no captan indirectas...mucho menos nosotros los hombres. Cómo sea, este no es el punto. El maldito punto de la situación es que están cómodamente hablando en la sala de entrenamientos en dónde papá explicó de forma clara que no quería a ningún desconocido en otra parte de la academia que no fuera el salón de baile.

Maldito baile.

- Estás celoso, disimula ¿Quieres?.- se burló Klaus a lo que le metí un pedazo de pan en la boca haciéndolo callar y ocasionando las risas de Vanya.- Mjm...

- A callar.- ordené.- ¿Alguien conoce a ese tipo?.- pregunté sin dejar de verlos.

- La verdadera pregunta es...¿Quien no lo conoce?.- corrigió Allison.- Es toda una figura famosa y política a lado de su padre.- suspiró profundamente.- A parte de ser tan guapo es muy talentoso.

- ...Podría ser todo eso pero yo soy un líder.- habló Luther a lo que rodé los ojos molesto.

No ayudan.

- Ah, claro.- le dió en su ego.

- Tiene cara de idiota.

- ¿Bromas?. Su cara parece tallada por los mismo ángeles.- comentó Klaus al haberse terminado el pedazo de pan así que le inserté otro obligandolo a callar.

- Se llama Mateo. Su padre es uno de los mayores socios de papá así que si no quieres tener problemas, controla tus celos pero ya.- me advirtió Ben.- Además, ustedes no son nada como para tenerle celos...

- Te recuerdo Ben que si no son nada, es por culpa de Cinco.- ignoré las palabras de Vanya.- El muy tonto piensa que ______ no lo ama así que el decidió olvidar esos sentimientos. Pero por lo que veo eso no está pasando.- extendí mi mano para tomar otro pedazo de pan pero la sorpresa que me llevé al no ver nada fue grande.

- Lo siento.- se disculpó Klaus teniendo migajas por toda la cara.- Me gustó mucho.

- Como sea, nos descarrilamos del tema así que o me ayudan...o me ayudan.- exigí.

- ¿Que ganamos a cambio nosotros?.- preguntó un Diego avaricioso.

- Que sus secretos ocultos a papá no sean revelados.- contesté seguro.

- Eso suena tentador.- todos concordaron con Diego.- Lo tomamos. Ahora, ¿Que hacemos?.- todos nos juntamos para poder crear un plan.

- Esto debe ser ágil, con un solo movimiento y sin llamar la atención de nuestro padre.- expliqué notando como el tal Mateo acariciaba la mejilla de Ocho.

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- Pido su atención.- habló Klaus ante el micrófono y golpeando una copa.- Perdón, siempre quise hacer esto.- Ben y yo nos golpeamos la frente ante tal estupidez.- Pero bueno, permítanme agradecerles por habernos visitado y démosle un gran aplauso a nuestro querido padre...Sir Reginald Hargreeves, el cual nos está regalando una maravillosa velada.- todos en el salón empezaron a aplaudir.