6 ROJO (Final)

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-Ahhh...- mis ojos se abrieron, todo daba vueltas en mi cabeza.

Había mucho polvo alrededor y escombros, yo estaba... ¡yo estaba vivo! ¡¿Cómo había sobrevivido esa caída?! ¡No! Aún más importante, ¡¿Dónde estaba Star?! Me levante con dificultad y caminé entre las ruinas.

El estadio estaba hecho pedazos, mientras caminaba paso a paso entre el polvo escuchaba llantos y gritos de las personas sobrevivientes a lo lejos. ¿Star, donde estás? Estábamos juntos, no puedes desaparecer solo así.

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-¿Qu-Qué paso?- todo había pasado muy rápido, el estadio empezó a caer del cielo y luego un gran golpe puso todo negro. Voltee hacia la derecha, había la sombra de un hombre entre los restos del estadio observándome, luego se dio la vuelta y desapareció. No logré ver su cara entre el polvo.

Era extraño, no tenía ninguna herida, incluso el lugar donde había caído estaba limpio, sin rocas o fragmentos desprendidos del estadio alrededor.

-Aghh...-.

Escuché un quejido muy cerca de mí y pude ver a Kuro sangrando en la otra esquina.

-¡Kuro!- grité mientras corría hacia él.

-Estoy bien, niña- dijo.

-Si no, lo estarás- dije, mientras con un pedazo de su ropa vendaba la herida en su pecho.

-El idiota lo logró- dijo.

Neo...

-Cuando puedas caminar iremos a encontrarnos con el idiota- dije sonriendo.

El río y luego se quejó de dolor.

-No hables más- le dije.

-Es una hermosa noche- dijo, viendo al cielo con los parpados pesándole en la mirada.

-¿Qué?-.

-Las luces de la noche-.

Kuro lucia algo desorientado, voltee hacia donde sus ojos veían.

-¿Po-Por qué? ¿Por qué siguen aquí? - las almas que Sophia había sacado de los aficionados en el estadio aun flotaban en el cielo, iluminando la oscura noche.

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El polvo empezó a desaparecer y mis ojos al fin la alcanzaron. Aquella cabellera roja en el suelo, con esa bufanda azul aun rodeándole el cuello, como si estuviera dormida.

-¡Star!- le grité con todas mis fuerzas, corrí hacia donde estaba.

Allí estaba ella, aún inconsciente pero sin señas de alguna herida fatal. Estaba muy feliz, lo habíamos logrado, toqué su mejilla y con lágrimas en los ojos volví a pronunciar su nombre.

Ella abrió los ojos y se levantó toda confusa viendo hacia todos lados.

-¿Neo? ¿Qué es esto? -miró aterrorizada a su alrededor- ¿Dónde estoy?-.

-Es...una larga historia, lo importante es que estas bien- le sonreí.

-Pero...-dijo con un tono de preocupación.

-Prometo que te lo contaré más tarde, primero deberíamos levantarnos e irnos de aquí, es muy peligroso- dije mientras miraba con cautela hacia los lados.

Ella me miró y luego puso los ojos como platos.

-Tu brazo...-dijo.

-¿Ah?- no entendía lo que decía.

Neo YU-GI-OHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora