Mi vaquero de al lado (Corrigiendo)

Capítulo 9

-¿Cómo me veo mamá? -le pregunto a mi madre desde la puerta de la cocina.

Estoy vestida, arreglada y más que lista para ir a la feria, pero también admito que estoy un poco nerviosa. Me puse mis mejores vaqueros; son azules rasgados al frente y me quedan como un guante. Mi camisa de cuadros es roja y atada al frente con un nudo, mostrando sólo un poco de piel y por último, una correa y botas a juego. Iba a dejarme el cabello suelto, pero después cambié de opinión y trencé mi largo cabello pelirrojo a un lado. Mi sombrero no es de la marca Stetson, pero es nuevo y complementa muy bien con mi vestimenta. No soy el tipo de chica que se pone toneladas de maquillaje, pero me puse un poco y el resultado fue sorprendente. Mis ojos se ven más grandes, mis pecas están escondidas y el brillo labial hace que mis labios se vean un poco más gruesos.

Contenta, mi madre dice:

-Te ves preciosa, hija.

-Gracias ma'.

-Eres una vaquera muy sexy y sin enseñar mucho. No como se visten algunas chicas del pueblo que parece que van desnudas. ¡Por Dios!

Me rio de su ocurrencia porque mi madre tiene razón. He visto chicas así aquí, pero cada cual viste a su manera.

-Qué lástima que no podamos ir contigo, pero en fin, espero que el próximo año podamos ir todos como solíamos hacer. -dice apenada y concuerdo:

-También lo espero, mamá. ¿Papá está descansando?

-Sí, se quedó dormido en la sala con la televisión encendida. Ya sabes que esos medicamentos le dan sueño. Él también está apenado porque no podemos ir todos juntos a la feria. -asiento desanimada porque también quería ir con ellos.

Con sus manos en mis hombros, mi madre me advierte: -Hija, ten cuidado y no regreses tan tarde, que aunque estos caminos son seguros no me gusta que andes sola por ahí en la noche.

-Sí mamá, no te preocupes, estaré bien. -miro el reloj en mi muñeca y digo: -Será mejor que me vaya si quiero llegar a tiempo.

Mi madre me despide con un beso, una bendición y me siento fatal porque no me gusta mentirles a mis padres. Ellos no saben que voy con Logan. Él me esperará a la salida del camino. Me lo dijo anoche antes de irse y después de ese beso maravilloso que nos dimos.

Me voy caminando hacia a los establos, en donde mi yegua Safira está lista y esperando por mí. Mi querido perro está en la cocina; él cree que va a ir también, pero lo siento mucho Pulgoso, esta vez no. Cuando llego al establo, saco a Safira, pero la noto algo inquieta.

Shhh, tranquila bonita. -susurro y la acaricio hasta que se calma, entonces me monto y nos vamos cabalgando.

* * *

Llego al final del camino que da paso a la carretera principal y me detengo, no porque Logan aún no está, sino porque me quedo mirando fijamente el horizonte y estoy muy preocupada. Me quedo absorta mirando, hasta que una voz conocida, pregunta detrás de mí: