Capítulo 15

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-Buenos días, Clara

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-Buenos días, Clara. -la saludo alegremente mientras me acerco para sentarme a su lado en el borde de la fuente de agua. Ahora le digo Clara porque me dijo que no le gusta que le digan doña. Ella dice que la hace sentir más vieja de lo que es. No sé qué edad tiene, pero debe rondar por los cincuenta años, tal vez más. Me recuerda mucho a mi abuela y siempre estamos charlando y otra veces cocinamos juntas.

-Buenos días, muchacha. -me contesta sonriendo también. -Me imagino que estarás feliz porque hoy en la tarde regresa Logan.

-Sí, estoy muy emocionada y la verdad es que no puedo esperar para verlo.

-Él también quiere verte. ¡Cielos! Se ha pasado la semana entera todo gruñón; así que prepárate, porque cuando llegue, no te dejará salir de la habitación.

-Oh, bueno, yo...-balbuceo sonrojada y ella se ríe.

-Niña, él es tu marido y es natural porque están recién casados. -asiento y rio tímidamente imaginándome en la habitación con Logan. Él me hace feliz y lo extraño. Quiero tanto verlo, tocarlo, besarlo...suspiro y como Clara sabe mucho de la vida, le pregunto:

-¿Cómo se puede ser tan feliz en tan corto tiempo?

-Ah, en tu caso, es el destino. Si algo o alguien está para ti no hay nada que se interponga. Logan y tú estaban destinados a estar juntos y no puedo estar más feliz por eso. Mi muchacho se merece esa felicidad después de lo que le pasó.-afirma sonriendo y tocando mi hombro, añade: -Tú también la mereces.

Le sonrío agradecida y emocionada por sus palabras. Me quedo mirando el huerto casero que le hice a Logan, notando que algunas de las semillas ya han comenzado a germinar. Amo este proceso; ir observando cada día como va creciendo algo que tú ayudaste a crear. Espero que Logan y yo podamos recoger los frutos juntos. Después de un cómodo silencio, Clara me pregunta:

-¿Ya desayunaste? Logan me pregunta todo el tiempo si estás comiendo bien. Le dije que sí y también le aconsejé que dejara de preocuparse tanto, pero eso es imposible porque este chico está muy enamorado. -me mira expectante y quiero decirle que yo también estoy muy enamorada, pero primero debo decírselo a Logan.

-Yo...hum...aún no he desayunado, pero lo haré ya mismo.

-Pues hazlo antes de que Logan llame y comience a preocuparse y a mascullar maldiciones. -resopla sonriendo, se levanta y entusiasmada, dice: -Además, como sé que te gusta la tocineta, ¡lo hice con extra tocineta! Buen provecho, niña. Yo iré a recoger los huevos en el gallinero. -se va y me levanto para ir a la cocina.

Voy a la encimera, quito la tapa del plato notando que sí hizo demasiada tocineta y de momento siento que se me revuelve el estómago. Pongo la mano en mi boca y rápidamente, cierro la tapa. Esto es muy raro. ¡Amo la tocineta desde siempre! Entonces, ¿porque ahora no puedo ni tan siquiera olerla? Y como un rayo que cae de repente, me llega el pensamiento.

Mi vaquero de al lado (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora