Capítulo 17

174K 8.1K 322
                                    


Después de dos semanas maravillosas e intensas de luna de miel, mi esposo y yo regresamos a nuestro hogar en la hacienda Terra Nova

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de dos semanas maravillosas e intensas de luna de miel, mi esposo y yo regresamos a nuestro hogar en la hacienda Terra Nova. No puedo creer a donde fuimos. ¡Me llevó a Isla Azul! Una isla alejada de todo en medio del océano y es un lugar mágico con hermosas puestas de sol. Fuimos a la playa, visitamos sitos históricos, museos y disfrutamos de la deliciosa comida local. Espero que podamos volver algún día con nuestro niño o niña. Estuvimos hablando mucho sobre eso y buscando nombres para nuestro bebé. Le dije que si es niño, quiero que se llame Logan, como él. Mi esposo me miró fijamente por buen rato, después me sonrió emocionado y me besó hasta dejarme sin aliento. Aún estamos pensando en nombres si es una niña, aunque no sé por qué, pero tengo el presentimiento de que será un niño. Pasamos bastante tiempo en la habitación del hotel, también. ¡Este hombre es insaciable! Pero no me quejo en lo absoluto porque amo cada instante que pasamos juntos. La intimidad entre nosotros se vuelve más intensa cada vez y tengo que admitir que me he vuelto más atrevida, aunque Logan no se queja para nada.

Estamos en los establos, hablando con el veterinario que trabaja aquí en la hacienda desde hace mucho y me confirmó que mi yegua Safira está preñada. Extraño tanto montar a caballo, pues es uno de mis pasatiempo favoritos, pero por el momento, no es posible. Anoche se lo comenté a Logan y él ya me advirtió: "no vas a montar porque es peligroso y me muero si te pasa algo y al bebé también". Le dije que se calmara porque no iba hacerlo. ¡Nunca pondría a nuestro hijo en peligro!

Dejo a los dos hombres hablando sobre caballos y me alejo para para acariciar a mi yegua. Le susurro:

-Hola bonita. ¿Te sientes igual que yo? Sabes, no soporto la tocineta y como chocolate todo el tiempo. ¿Puedes creerlo? -ella sólo se queda tranquila. Es una buena yegua y ahora con los cuidados que está recibiendo, se ve fuerte y saludable.

Hablé con mamá por teléfono cuando llegué del viaje y me contó que ya en el pueblo saben que Logan y yo nos casamos. La verdad es que ya no me importa si lo saben o no y si hablan o dejan de hablar. Estoy tan feliz, que nada ni nadie puede opacar esta felicidad con sus chismes de pueblo. Eso sí, todavía no le hemos dicho a nadie que estoy embarazada. Lo haremos esta noche en la cena que Logan organizó para anunciarlo. Vendrán mis padres y queremos que Clara también esté presente con nosotros, pues ella es muy importante en la vida de mi esposo.

Logan termina su conversación con Fernando, el veterinario, y salimos de los establos con Pulgoso siguiéndonos. Mi perro y yo, estuvimos hablando largamente. ¡Lo extrañé mucho estas dos semanas también! Le conté sobre el bebé y sé que me entendió porque mi perro y yo tenemos esa linda conexión.

-¿Lista para esta noche, nena? -pregunta mi esposo mientras nos dirigimos hacia la casa.

-Lo estoy. ¿Lo estás tú, vaquero sexy?

-Nena, no digas esas cosas y con ese tono, aquí en medio de la nada porque no respondo.

-No tengo idea de lo que estás hablando. -digo inocentemente. -Además, yo no diría que en medio de la nada. -miro alrededor y le señalo: -Allá están los graneros, allí los establos, la casa está más allá y...¿qué es aquello que se ve allí? -le pregunto curiosa, porque no había visto esa construcción antes.

Mi vaquero de al lado (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora