Capítulo 19

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8  meses después

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8 meses después

¡Ouch! Tranquilo, Logan. Deja descansar a mamá, ¿sí? -digo sin aliento y acariciando mi vientre muy redondo.

Estoy sentada muy cómodamente en la tumbona en el jardín de la casa y estoy tratando de leer, pero mi niño no para de moverse. ¿Será tan inquieto como su padre? Creo que sí. Sonrío feliz porque han sido los meses más maravillosos de mi vida. Ver mi vientre crecer con un bebé dentro de mí, es una experiencia única y me la he disfrutado día tras día. Me siento fuerte, saludable y según la última ecografía, mi hijo también lo está.

Mi esposo se puso eufórico cuando supimos que esperábamos un niño y hasta regaló algunos caballos y reses a las personas del pueblo. Hizo una gran fiesta con música en vivo, mucha comida y compartimos la hermosa noticia con todos los que asistieron, incluyendo al alcalde del pueblo. Fue un día feliz que recordaré siempre.

Mi padre está que no cabe de la felicidad. Sé que mimará al pequeño Logan como el hijo que nunca tuvo, ¡y ya quiere verlo corriendo por todo el campo! Sonrío porque también quiero verlo correr por la pradera y amando esta vida al igual que yo. Mamá y Clara le han tejido tanta ropa al bebé, que casi no le he comprado nada en las tiendas de ropa para niños del pueblo. ¡Ellas están eufóricas y ya quieren sostenerlo! La ropa tejita es tan pequeña, es una monada y estoy ansiosa por ver cómo le queda a mi niño.

Todos esperamos ansiosos por la llegada de este bebé y hasta los empleados de la hacienda le hicieron una cunita con troncos de árboles. Estoy muy feliz y agradecida por el amor que nos han brindado. La cunita la pusimos en el cuarto que será para nuestro bebé. Logan pintaba y arreglaba esa habitación después de que terminaba su trabajo en la hacienda. Yo la decoré al estivo vaquero y quedó preciosa. Cuando ya la habitación estuvo lista, Logan y yo observamos nuestra obra, abrazados desde el umbral de la puerta. A mi espalda, él susurró emocionado:

-Ya quiero ver a mi hijo. Quiero sostenerlo en mis brazos mientras le cuento las historias que me contaba mi abuelo y cuando se quede dormidito, quiero arroparlo; pero también quiero verte amor mío, allí, sentada en la mecedora alimentando a nuestro bebé.

-Lo haremos, vaquero. -le aseguré, emocionada por sus palabras porque también anhelaba eso, con todo mi corazón.

Eso fue cuando tenía cinco meses de embarazo y ahora la habitación del pequeño Logan, está más que lista esperando por él.

Después de lo que pasó con mi exnovio hace unos meses atrás, Logan no ha parado de cuidarme y de estar pendiente de mí. Justin McCoy fue trasladado al condado de Summers y sigue en la cárcel. Ahí se quedará por buen tiempo gracias a los cargos que pesan en su contra: invasión a la propiedad privada y secuestro. Sí, ese día que vino a la hacienda, sus planes eran secuestrarme. Tenía todo preparado en su auto Mustang: tranquilízate para caballos, sogas, cinta adhesiva...Dios mío. No podía creerlo y me asusté muchísimo. ¡Logan se volvió loco cuando se enteró! Quería ir a la cárcel y darle otra paliza a Justin. Tuve que calmarlo y decirle que no lo hiciera, que ya él pagará por todo lo que hizo y que lo necesitaba a mi lado. Estuvimos abrazados por mucho tiempo diciéndonos palabras y promesas de amor.

A pesar de mi estado, todavía sigo trabajando en mi invernadero junto con Jessie y Cody, la chica y el chico que Logan contrató para que me ayudaran con mis plantas. Ellos son muy profesionales, dedicados en su trabajo y han sido de gran ayuda cuando no puedo ir a trabajar. Nos hemos hecho muy buenos amigos y por las miradas que se dan uno al otro, creo que hay algo pasando entre ellos dos.

La producción de Café Terra Nova está comenzando a tener éxito y estoy muy orgullosa porque trabajé duro para logar un café de calidad. ¡Ya tengo algunos compradores! Mejor dicho, tenemos algunos compradores, porque todo es gracias a mi socio y esposo, Logan. Él es todo lo que siempre soñé. Estamos más unidos que nunca y cada día que pasa lo amo más. Recuerdo ese día, sentada en la fuente con Clara, cuando pensé que juntos recogeríamos los frutos de nuestro huerto casero y no me equivoqué. Nuestro amor y nuestro bebé son como ese proceso, fuimos observando cada día como fue creciendo lo que ambos ayudamos a crear.

Estoy lista y me siento realizada. No puedo esperar para que nazca mi niño y seamos una familia completa.


* * *

Estoy con Pulgoso y los chicos, arreando el nuevo ganado hacia los corrales vacíos  para que sea vacunado, desparasitado, descornado y marcado, antes de dejarlo salir a la pastura otra vez

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Estoy con Pulgoso y los chicos, arreando el nuevo ganado hacia los corrales vacíos para que sea vacunado, desparasitado, descornado y marcado, antes de dejarlo salir a la pastura otra vez. Es un trabajo duro, pero como ya estoy acostumbrado, el trabajo se hace más fácil. Me acomodo la escopeta en el hombro porque siempre la llevo cuando voy a los corrales por si alguna de las reses se pone violenta y ocasione algún accidente. Hasta ahora no ha habido ninguno y no he tenido que usarla, pero más vale prevenir que lamentar.

Amo mi trabajo. La frase: "Ser vaquero no lo llevo en el sombrero, lo llevo en el corazón", es muy cierta porque desde niño, mis padres me enseñaron el amor por la vida en el campo y todavía hoy a mis veintiséis años, ese amor sigue intacto. Pero amo todavía más el terminar mi jornada de trabajo y regresar a casa con mi bella esposa y pronto con mi hijo. Ah, estoy tan benditamente feliz de que será un niño. Me puse tan contento, que hasta regalé varias de mis reses y caballos a los menos afortunados del pueblo e hice una gran fiesta también. No puedo esperar para sostenerlo en mis brazos y verlo crecer en esta vida al igual que yo. Estoy muy seguro de que la amará. Ya le compré varios ponis para que cuando sea más grandecito los cabalgue y el potro que tenga Safira será para él.

Ya llamé a Trixy para preguntarle cómo estaba. Ella es una chica fuerte, pero últimamente se ha sentido muy cansada. Me dijo que estaba sentada en el jardín tratando de leer, pero el niño no la deja porque no para de moverse. Sonrío y mientras me imagino en cómo será mi hijo. ¿Se parecerá a mi o a Trixy? No importa porque será cuidado y amado de igual manera.

Me encanta consentir a mi esposa. He tenido que salir de madrugada por chocolates porque ella todavía tiene antojos y no me importa la hora que sea, siempre se los traigo. No ha vuelto a comer tocineta y me temo que yo tampoco. Los primeros meses me dieron náuseas y mareos. ¡No podía creerlo! ¿Por qué a mí y a ella no? Trixy me explicó algo sobre embarazo por simpatía y que como estamos muy unidos, hemos creado este vínculo profundo y emocional entre nosotros, lo que me llevó a desarrollar esos síntomas. Cielos. Y yo que le dije a Trixy que quería tener más hijos. Ella todavía quiere tener una niña porque ha tenido un buen embarazo de todos modos y como estoy tan loco por ella, haré cualquier cosa que me pida.

Desde el día del incidente con el maldito exnovio, hace varios meses atrás, siempre tiene el teléfono a la mano cuando estamos separados. Odio pensar en ese día, pero ya Trixy me ha dicho que deje el pasado atrás y tiene razón. Es momento de pensar en el presente y en el futuro con nuestro hijo o hijos. Tengo planes secretos para ella, pues me encanta verla toda linda y sorprendida, pero amo todavía más, el limpiar sus lágrimas de felicidad. Amo a esta chica, mi esposa, con todo mi corazón.






Mi vaquero de al lado (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora