4ta prueba: Sultan Suleiman

55 6 0
                                    

En el haren

Después de la revisión de las nuevas criadas, se les indico los deberes que tenian que hacer. Los encargados del haren estaban saliendo de este para guiar a las nuevas criadas y decirles lo que tenian que hacer, cuando derrepente el guardia anuncia la llegada del Sultan Suleiman.

A lo que por respeto, los encargados le dijeron a las criadas que hicieran reverencia y no miraran hacia arriba, con lo que mientras el Sultan pasaba, una criada decidio desobedecer (una vez más) y alzo la cabeza y grito para llame la atencion del Sultan:

Criada: ¡Sultan Suleiman!

Los encargados del haren estaban asustados por la reacción que podia tener el Sultan, este mismo volteo a ver quien se atrevia a gritarle, cuando vio quien era. La criada pelirroja estaba hay, mirandolo, como esperando una reacción de su parte, el Sultan se acercó hasta quedar al frente de la criada que no dejaba de mirarlo, fue entonces que la criada parecia desmayarse, cayendo asi hacia el piso, y el Sultan para que la criada no chocara contra el piso la agarro quedandose viendo asi esos hermosos ojos verdes que poseia esta bella muchacha, esta criada pronuncio su nombre antes de caer desmayada en los brazos del Sultan.

Después de salir del pequño transe que tuvo, mando a los encargados del haren que se llevaran a la criada, y este se fue y si no fuera por su amigo y fiel servidor Ibrahim, se hubiera ido por el camino equivocado, parece que la criada dejo maravillado al Sultan con solo la mirada. Mientras esto pasaba, en la entrada estaba una mujer bastante joven y bella con un niño agarrados de la mano, estos estaban pasando por el jardin para entrar al palacio.

El niño: Mamá ¿este es mi palacio?

La mujer: Sí Mustafa, este es tu palacio, nuestro palacio.

Mustafa: Pero es muy grande, ¿y si me pierdo? ¿cómo te encontrare?

La mujer: Siempre estare contigo hijo.

Dicho esto siguieron caminando hasta entrar al palcio, el pequeño niño estaba entusiasmado por llegar a casa y poder ver a su abuela, a su tía y más importante, y por lo que el niño estaba más emocionado, a su papá.

Después de un que el pequeño príncipe corriera a adentro del palacio, junto a su madre fue a los aposentos de su abuela, La Madre Sultana, la cual estaba en compañia de su hija (su tía), La Sultana Hatice, las saludo alegremente y ellas igual pues estaban muy felices de ver denuevo a Mustafa.

M.sultana: Mi pequeño león, como has estado, veo que has crecido.

Mustafa: Estoy bien abuela, ¿Dónde esta mi padre? quiero verlo.

M.Sultana: Tu padre, el Sultan est ocupado ahora, lo veras más tarde.

Mustafa: Pero quiero verlo ahora, llevame con el ¡te lo ordeno! ¿que acaso no es este mi palacio? Yo soy el rey.

La Madre Sultana estaba sorprendida por lo dicho por su nieto, y no solo ella pues su hija estaba igual de sorprendida pero más que eso algo disgustada y se podria llegar a decir que incomoda pues ya sabia lo que su madre haria. La madre de Mustafa no parecia sorprendida, pues ella no veia nada de malo pues era un niño, y no sabia lo que hacia.

M.Sultana: Mustafa, ven aqui.

El pequeño un obedecio un poco confundido. La Madre Sultana tomo su manito y lo miro a los ojos.

M.Sulatana: Hay un solo rey en este palacio, El Sultan Suleiman Can su excelencia, repitelo para mi.

Mustafa: Sultan Suleiman Can su excelencia.

M.Sultana: No quiero volver a oir ese tipo de cosas ¿de acuerdo?- no lo dijo enojada, más que un regaño parecia una suguerencia.

M.Sultana: Ahora ve a jugar.

La Madre Sultana le indico a una criada que se lo llevara, y después que la criada se llevara al pequeño principe. La Madre Sultana se volvio a sentar recta, pensando como le hablaria a la madre del pequeño, pues su hija Hatice parecia que no queria meterse en el tema.

Más no hizo falta que la Madre Sultana dijera nada, pues la madre del pequeño apenada comenzó a disculparse.

La mujer: Discúlpelo Sultana, el no quiso ser grosero- la mujer precia preocupada de lo que la Sultana podría decirle.

M.Sultana: Las madres son las responsables sobre la educación de los príncipes. No es correcto que un príncipe hable así.

Mientras tanto con el Sultan Suleiman

El Sultan salia de una reunion con el consejo, para tocar temas como las conquistas, pero el tema que más sobre salio de este fue la situación de fraude sobre uno de los pashas. Como este extorsionaba a los mercaderes de Egipto, a los cuales les cobraba mucho dinero que iba directamente a sus bolsillos, por esto el Sultan termino por decidirse por el castigo de la pena de muerte.

Claro que el pasha no se lo tomo a bien término a los pies del Sultan suplicando piedad pero el Sultan no le importaba pues sabia que le estaba haciendo justicia a esa pobre gente. El pasha al no ver reacción del Sultan salio de la sala de reunión para suplicar a Ibrahim.

Pasha: Ibrahim, te lo suplico ¡ayúdame!

Ibrahim: El castigo que se le fue implantado es el que se realizara.

Con esto los guardias terminaron llevandose al pasha el cual gritaba que todo era blasfemia.

El Sultan al salir por los pasillos, vio a un pequeño niño e inmediatamente fue hacia el sabiendo quien era.

Mustafa:¡Papá!- el pequeño corrio hacia los brazos de su padre, mostrando una gran sonrisa.

Sultan Suleiman: Mustafa- lo cargo entre sus brazos- ¿cómo estas hijo mio?

Mientras cargaba a su hijo, llegaron 2 criadas que al verlo hicieron reverencia, y tras de ellas llego la mujer, la madre del príncipe Mustafa. Esta al ver al Sultan, sonrio de alegria era como si no lo viera hace años, y de pronto se volvian a encontrar, cualquiera que la viera pensaria que en cualquier momento empresaria a volar de la felicidad, sus ojos brillavan como nunca al volver a verlo.

Este al verla se alegro, era la madre de su hijo, su favorita, su primer amor y su esposa. La mujer se acercó al Sultan, beso su mano en forma de saludo y respeto.

La mujer: Me alegro de verlo su majestd, lo hemos extrañado tanto.

PruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora