*¿Hice algo mal? ¿Lo deje mucho tiempo solo?, tal vez esa mujer lo sedujo y cayó en su trampa, esa mujer debe ser solo una aprovechada*
Estuvo llorando toda la noche, abrazando a la luz de su vida, su hijo Mustafa.
Era su único consuelo en ese momento, el pensar que no sirvió de nada evitar la otra noche que esa mujer fuera a sus aposentos. ¿Qué era lo que tanto le atraía?, la criada sí era hermosa, pero eso no era motivo para dejarla sola los primeros días en los que recién llegaba. Ella esperaba pasar días con él, pensó que él solo tendría ojos para ella después de haber estado separados por un tiempo, pero en el tercer dia después de su regreso ya esta en los brazos de otra mujer.
Lo único que le quedaba era llorar mientras se escuchaba para ella la tan conocida melodía del violín, aquella que le daba tantos recuerdos. Aquellos recuerdos que ahora representaban una lágrima más que derramaba.
Al día siguiente
¿Había dormido? No sabía.
¿Se sentía mejor? Tampoco lo sabía, en ese momento se sentía como si fuera un sueño, pero en uno donde no puedes hacer nada más que ver lo que pasa sin poder hacer nada, se sentía vacía, no sentía nada, se sentía desorientada ni siquiera sabe en qué momento pasó, pero cuando por fin dejo de pensar y presto atención en lo que estaba pasando. Ya había acomodado la vestimenta de Mustafá para que fuera a tomar sus clases.El pequeño no dijo nada, no entendía porque su mamá se quedaba viendo a lugares aleatorios sin decir nada o el porque se veía más pálida de lo normal. Después de que fuera a sus clases, Mahidevran ya no sabía que hacer, lágrimas ya no le quedaban y los recuerdos eran lo único que la atormentaban en ese momento, solo deseaba que todo volviera hacer como antes.
Gulsa: Sultana
Mahidevran: ¿Que quieres Gulsa?
Gulsa: ¿Se encuentra bien? Se ve muy pálida.
Mahidevran: Estoy bien, ya puedes retirarte.
Gulsa: Está bien Sultana, pero-
Mahidevran: ¿Qué Gulsa, qué?
Gulsa: La Madre Sultana la está llamando para que vaya a sus aposentos.
Mahidevran: Está bien, ahora voy.Gulsa se retiró y Mahidevran dudo en si ir por un momento, pero no debía desorbeser los deseos de La Madre Sultana. Solo iría un rato y Alexandra ya debe de estar en su habitación.
En los aposentos de la Madre Sultana
*¿Le habrá gustado la criada?¿Y si se enamora de ella? No, no creo. Yo soy su primer amor además soy la madre de su hijo, él no podría amar a nadie más*
M. Sultana: ¿Te encuentras bien?
Mahidevran volteo a verla, había estado pensando tanto que ni se acordaba que la Madre Sultana había pedido comida para ella.
M. Sultana: ¿Qué sucede?, no comes ni hablas.
Mahidevran: Disculpeme madre, solo estaba pensando.
M. Sultana: Tu rostro luce apagado, además estás pálida ¿Estás enferma, llamo al doctor?
Mahidevran: No sucede nada madre.
M. Sultana: Es por esa criada ¿no es así?Mahidevran solo agachó la cabeza, sabía lo que se venía y no tenía ganas de escucharla. Pero no podía retirarse, así que solo dejo que pasara.
M. Sultana: No puede ser Mahidevran, eres la esposa del Sultán, eres la madre de su hijo y estás triste por una criada.
*Ya lo sé, no debería ser estar triste pero que más puedo hacer, el poder que tengo sé que no lo perdere pero no es por eso que estoy triste, no se que haré si llego a perder el amor del Sultán*
La Madre Sultana agarro su barbilla para levantar su cabeza y la viera a los ojos.
M. Sultana: Ya no estés triste, hoy es jueves, piensas ver a tu Sultán así.
Mahidevran solo bajo la cabeza, en ese momento no sabía si quería ver al Sultán a la cara.
Después de un rato se retiró, al llegar la noche empezó a alistarse. Se baño, se cambió y empezó a arreglarse, aunque se estaba desesperando un poco pues Gulsa no aparecía. Hasta que escucho el sonido de su puerta.
Mahidevran: Gulsa ¿Dónde estabas?
No hubo respuesta, Gulsa solo se quedó viéndola, parecía asustada o sorprendida, en ese momento ni siquiera la había visto bien, tenía que concentrarse para quedar bien para el Sultán.
Mahidevran: No te vayas a ir de nuevo, debo estar muy hermosa.
Mahidevran volteo a ver el cofre que tenía una de las criadas para buscar otro accesorio, pero se dió cuenta que Gulsa seguía parada y no decía nada.
Mahidevran: ¿Sucede algo?
Gulsa: Mi señora, es que escuche...
Mahidevran: ¿Dime qué fue lo que escuchaste?
Gulsa: Es que... Alexandra sigue con el Sultan, esta con él desde anoche.El perfume que Mahidevran estaba agarrando se cayó al piso, derramando todo su contenido a la alfombra que estaba ahí.
*No, no estoy no puede ser verdad, esa maldita criada no puede quitarme el día del jueves*
Mahidevran: Fuera
Gulsa y las demás criadas se quedaron en sus lugares, tenían miedo de la reacción de la Sultana y no sabian que podría hacer si la dejaban sola.
Mahidevran: Déjenme sola.
Las criadas se fueron, excepto Gulsa, ella se quedó en su lugar y Mahidevran se sentó en su cama. De verdad intento convencerse que iba a ser como las demás pero le estaba quitando el día del jueves y lo peor es que no había nada que pueda hacer para impedirlo.
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Prueba
Short StoryEsto es una prueba no una historia Suleiman x Ibrahim. Y Mahidevran x Hurrem.