Antojos

Capítulo 8

— No me gustó como te hablo. — Comento Zhan mientras quitaba su corbata.

Él omega río un poquito y se acercó hacia su Alfa abrazándole por la espalda y dando un suave beso. — ZhanZhan, no te preocupes por eso. Li Bowen es así con sus palabras y, sinceramente estaría mejor no darle vueltas al asunto.

Él alto suspiro un poco frustrado y cansado. Se dio la vuelta y abrazo al pequeño, dio un suave beso sobre sus cabellos y llevó sus manos hacia sus piernas y su cintura cargándole estilo nupcial.

Yibo soltó un chillido asustado y río fuertemente abrazando a su Alfa por el cuello y atrayéndole hacia sus labios los cuales a los segundos fueron tomados en un lindo y tierno beso.

Él híbrido de conejo empezó a caminar y le llevó a la cama acostándole lentamente sin dejar el beso. Fueron dos minutos cuando ambos se separaron y se miraron. Zhan sonrió y acarició la mejilla de su pareja viendo el universo sobre sus ojos. Yibo era su universo, su todo.

Dio un beso sobre sus rechonchas mejillas rojas y se acostó a un lado llevando su mano izquierda hasta el vientre de su pareja mientras miraba el techo. Yibo ronroneo ante el tacto y le miró con amor impecable. Ambos estaban enamorados, su amor nunca se acabaría.

— Tú papá debe odiarme. — Río Zhan dando suaves caricias al vientre de su novio.

— Tal vez un poquito. — Contestó Yibo cantarinamente y se dio la vuelta subiendo al regazo de Zhan. — Pero olvida eso, yo te amo y mi papá no me impedirá hacerlo. — Se acercó y volvió el beso.

— Hijo, es el segundo día del festival, ya sabes que tienes que hacer...

— Papá, no creo que este...

— No. — Contestó el híbrido de león. — No vas a cambiar esa regla Yibo. Ahora te iras con Liying y los demás omegas y dejaras aquí a Zhan. Tiene que demostrarme que será lo suficiente capaz para liderar.

Yibo quizo reprochar, pero no pudo y eso le llevó a hacer un tierno mohín en sus labios.

Él jefe de la manada sonrió. — Será divertido hijo, no te preocupes, cuidare bien de Zhan.

Él híbrido de conejo se encontraba en medio de una manada de alfas. Todos con arcos y flechas en sus manos, otros calentando y entrenando.

Estaba asustado, le incomodaba de cierta forma estar ahí estando rodeado de tantos depredadores. En ese instante Zhan sólo quería esconderse bajo los arbustos y esconder sus orejitas mientras esperaba la llegada de su omega. Pero no estaba ahí, Yibo se había ido con otros omegas más a hacer un-sabe-que-cosa en un pueblo cercano.

— Hola amigo. — Un Alfa dio un suave golpe en la espalda de Zhan mientras le abrazaba.

Xiao brinco asustado y tocó su corazón el cual latía desenfrenado. — Oh, A-Xuan...

Dio un suave suspiro al saber que era aquel Alfa el cual era primo de Yibo y también con el cual había sentido celos.

Hao Xuan asintió con parsimonia, sonriendo. — ¿Cómo estas amigo?, ¿Todo bien?. — Pregunto el joven.

Zhan miró a su alrededor, atrayendo la atención de muchos de aquellos presentes los cuales no conocía. Dio un suave respingo y negó. — No, sinceramente no se que es esto y...

— ¡Es la parte más interesante Zhan!. — Dijo. — Aunque no se si te gustara, es mas, no creo la verdad, no se porque mi tío...

— Andando. Es hora de salir. — Dijo uno de los alfas, el cual parecía ser el líder de la cuadrilla. En ese instante se percató que no sólo eran híbridos de leones, sino también eran lobos desplegando un olor totalmente dominante.

La espalda de Zhan se ergio asustado, sin embargo debía demostrar que no lo asustaba o bueno mejor aparentar, sinceramente no estaba muy contento.

Él padre de Yibo se encontraba ahí con otro Alfa, el cual le reconoció, era Li Bowen.

— Ten esto. — Hao Xuan le distrajo mostrando un arco y varias flechas guardadas.

Zhan lo tomó al instante, estaba muy enojado por ver a esa persona ahí.

Todos empezaron a caminar y Zhan les siguió junto con Hao Xuan. Se adentrar en un bosque extenso y frondoso donde sólo se escuchaban los sonidos de los pájaros. Hasta que, escucharon a alguien correr rápidamente y todos apuntaron sus flechas a lugares determinados.

Él Alfa de Yibo no sabía que hacer sin embargo tomó una flecha y la dirigió al arco ajustandolo y apuntando. Gracias a sus clases de arqueria, después de todo sirvieron.

Todos se escondieron detrás de árboles y arbustos, dejando un lugar vacío en medio. Alguien de la manada de lobos tiro un pedazo de zanahoria en medio y Zhan abrió sus ojos sorprendidos al ver como lo que suponía que era un animal corría rápidamente hasta salir de un arbusto de frambuesas y dirigirse hasta la zanahoria.

Era un conejo.

Era alguien de su especie. Su ceño se frunció todas las armas apuntaron hacia el pobre animal que sólo comía tranquilo. Sus iris se tornaron rojas ante el enojo latente y gruñó con fuerzas mientras se transformaba en un conejo y rápidamente brinca a hacia el pequeño animal que yacía comiendo entre los arbustos. Le tomó con sus dientes en segundos antes de que las flechas impactarán contra el duro suelo.

Zhan dejó al animal a un lado y de nuevo se transformó en humano, derrochando enojo por todas partes. Miraba a todos con amargura agria mientras su aroma crecía a niveles extremos haciendo sentir hasta a los más fuertes débiles por un momento. Tomó al pequeño animal en sus manos y se levantó, mirando mal a todos. Hao Xuan soltó un chillido y corrió hacia Zhan.

— Zhan, Zhan. — Corrió hacia el Alfa el cual dejaba a la manada atrás y se dirigía hacia otro extremo del bosque. — Zhan, esto fue...

Zhan paro y volteo, le otorgo una de las peores miradas. Zhan jamás había pasado tanta humillación. Dejó al pobre animal en el suelo y dio fuertes pasos hasta Hao Xuan. El Alfa menor se sintió acorralado ante la potente aura del híbrido de conejo, se sentía atrapado, como si estuviera apuntó de ser devorado, hasta que un grito sonó a las espaldas de A-Xuan y Zhan solo levantó su vista.

— ¡ZhanZhan! ¡AMOR!. — Grito el omega embarazado corriendo lentamente ante los gritos de su padre Alfa enojado.

Se acercó hacia Zhan separándole de Hao Xuan y le tomó de sus mejillas. — Mírame ZhanZhan. — Zhan le miró con enojo latente aún. — ZhanZhan, perdón...Enserio... — Una pequeña lagrima rodó por los ojitos de su omega y eso ablando su corazón al instante. El Alfa tomó su cintura protectoramente y le acercó mientras daba un suave y cálido beso ante la mirada de todos.