Antojos

Epílogo

Dos años siendo los mejores padres para sus conejitos. Ahora ambos corrían felices por el gran bosque en el pateó trasero de la casa de la madre de Zhan, mientras eran perseguidos por su abuelo.

Yibo sonrió y miró a Zhan a su lado el cual se encontraba muy relajado mirando a sus dos hijos con ternura. Yibo apretó sus labios y llevó su mano hacia la de Zhan la cual se encontraba sobre la pierna del mismo. Zhan le miró y ambos cómplices, salieron de ahí mismo dejando a sus dos pequeños con sus abuelos.

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— Zhannie-ah — Yibo movió el hombro de su esposo, eran las tres de la mañana y su pancita de tres meses de embarazo era lo único que sobresalía entre los dos cuerpos bajo las cobijas.

Él omega de león puchereo al no obtener respuesta y miró al techo con tristeza, pronto, Yibo empezó a sollozar produciendo un olor agrio en la habitación que hizo que Zhan se levantará asustado. Él alfa recargo sus codos en la cama y parpadeo unas cuantas veces antes de ver a Yibo a su lado llorando y tapando sus ojitos pequeños. El omega sintió el movimiento de Zhan y le dio la espalda, estaba enojado, era su segundo embarazo y se suponía que Zhan le tendría que prestar más atención que nunca pues ahora tendrían tres pequeños bebés según la ecografia de hace unos días.

Zhan noto esto y se puso de lado llevando su mano suavemente al vientre del omega y acercándose un poco hasta estar muy cerca del mismo. Solo a centímetros olio el cabello del omega y después su cuello encontrándolo completamente adictivo.

Sonrió. — ¿Otra vez se te antojo algo cariño? — Hablo sobre el oído del omega haciendo que Yibo se retorciera un poco y con un puchero rezongara ante los toques de su alfa.

— ¡Sí! — Contestó con un tono fuerte, que para Zhan fue más dulce y tierno de lo común. — A-así que dame de comer, alfa. — Soltó un pequeño gruñido y Zhan río.

Él alfa dio unas suaves palmaditas al vientre del omega y dejó un suave beso en sus cachetitos. — Esta bien mi vida. ¿Qué quiere mi pequeño leoncito bonito? — Esta vez puso sus manos en la cintura del omega.

Yibo pensó un poco y sólo dijo — Hotteok, del restaurante de Zhuoxuan.

Zhan se quedó quieto y miró el reloj de la pared, tres de la mañana, no había nada abierto a esa hora. Zhan frunció sus labios y quiso decir algo pero el olor de su omega se estaba volviendo más agrio y pesado producto de las hormonas y cambios repentinos de humor. No quiso decir más y solamente salió de la cama. — Está bien, lo que mi príncipe desee.

Así fue como Zhan tomó su chaqueta y en pijama salio de su casa en busca de Hotteok a esas horas. Ya en la calle fue hacia el local de Zhuoxuan el cual claramente estaba cerrado. Se sintió un poco frustrado pues el apetito de Yibo era malo en ese instante y el doctor les había recomendado que Yibo comiera lo que se le antojara antes de que vomitara por algo que no. Así que Zhan despertado tocó la puerta del local una y otra vez, estuvo por irse cuando la puerta se abrió dejando ver a una joven beta peli negra con una mascarilla de pepino. Zhan se exaltó y escondió detrás de un poste.

— ¿Zhan? ¿Qué haces aquí? — Preguntó la beta quitando los dos pepinos de sus ojos.

El alfa salió del poste y se acercó a la puerta. — Zhuoxuan, tengo que pedirte un favor, A-Yi esta pidiendo Hotteok y sabes que no le gusta cualquiera y vomita todo y... — Hablo desesperado y la peli negra rio.

— Wow — Dijo — Estas de suerte, tengo unos pocos ahí, serán suficientes para A-Yi, deja y se los caliento, espera aquí. — Zhan asintió a lo dicho por la peli negra y está se perdió en el pasillo dentro del local.

Zhan espero ahí diez minutos hasta que Zhuoxuan ya estuvo ahí mismo en la puerta con una bolsa y la comida dentro de ella. — Aquí esta. Mi madre le dio a Yibo sopa de miyeokguk, es muy buena para el embarazo. Haz que se lo coma todo y también dale estas galletas saladas, les servirán si es que vomita. — Zhuoxuan le dio todo eso y Zhan se inclino en agradecimiento.

Sacó su cartera de la chamarra pero Zhuoxuan le paro. — Cortesía de la casa, chico. Yibo es como un hermanito para mi.

Zhuoxuan, era una de las hijas de la familia de híbridos de gato en donde Yibo anteriormente vivía, por lo tanto le tenían un gran aprecio y la comida de Zhuoxuan le recordaba a Yibo su vida pasada y linda junto a sus padres adoptivos.

Zhan sonrió y antes de irse reverencio de nuevo.

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Llegó al departamento cerrando la puerta de la habitación donde dormía con su omega. Yibo estaba tocando su vientre mientras su espalda se recargaba en el respaldar, estaba concentrado mirándola y dando suaves masajes, esa vez todo fue una sorpresa por que Zhan no tuvo intensión de volver a embarazar a Yibo, pero resultó positivo aún así y Yibo decidió mantener a sus bebés ahí mismo, en su casita, o así era como llamaba Zhan al pequeño vientre de su omega.

Yibo levantó su vista al escuchar sonido en la puerta y sonrió al ver al alfa con una bolsa en la mano. Sabiendo que si Yibo le pedía el universo ahí mismo, Zhan se haría astronauta para conseguírselo todo. Zhan dejó la comida en la mesa de dormir y se sentó en la cama con un sonrojo en sus mejillas. Yibo se acercó un poco hacia el alfa quedando a centímetros y llevó sus manos hacia las mejillas del mismo atrayendolo y dando un suave beso en sus labios que duró segundos.

Yibo río, y para ese momento volvía a sollozar pegando su frente en la de Zhan. — Gracias por cumplir todos mis antojos amor, gracias por soportarme, yo soy muchas veces un desastre y no se que...

Zhan se acercó y le robo un beso en aquel momento sonriendo sobre sus labios. — Amor, te amo, aún me pidas lo imposible yo haré que ese imposible sea posible, solo para ti.

Y Yibo terminó abalanzándose hacia el alfa mientras ambos se dieron amor toda la noche...