Capítulo 16

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La ceremonia había empezado con agrias miradas hacia la pareja que se casaba. Yibo no estaba de acuerdo, estar de acuerdo era como clavarle una espina a Hao Xuan el cual amaba demasiado a aquel omega.

Suspiro un poco ajetreado por la situación y tomó entre sus manos el brazo de Zhan acercándolo hacia él mientras miraba como Ji Yang pasaba lentamente por el altar, sosteniendo un pequeño ramo de tulipanes y tomando del brazo a alguien que parecía ser su padre.

Zhan se acercó hacia Yibo y llevó sus manos hacia los brazos del mismo, empezando a acariciar lentamente para tranquilizar a su pareja la cual se hacía un ovillo de nerviosismo.

La ceremonia empezó, todos miraban a la pareja la cual ni siquiera se veía a los ojos. Bowen tenía una mirada dura, calculadora y fría sobre el omega. Nada de amabilidad había en ella.

Ji Yang por su parte, mantenía su vista agachada mientras sus manos apretaba el ramo y escuchaba las palabras del único presente que hablaba.

— Que hable ahora, o calle para siempre.

Todos en el área callaron. Ji Yang sintió sus manos sudar y su espalda empezó a erizarse ante la sensación de adrenalina. Ji Yang por fin levantó su vista y miró entre todos los presentes. Sonrió cuando en unas bancas más se encontró con una cabellera castaña con rulos. Gimió de felicidad cuando por fin lo vio levantarse.

— ¡YO ME OPONGO! — grito Hao Xuan desde atrás captando la vista de todos los presentes.

Yibo volteo y se estremeció al ver de quien se trataba. Miró a Zhan con preocupación y el alfa sólo esperaba el momento para si se necesitaba, defender a Hao Xuan de algún ataque.

Los presentes soltaron un quejido horrorizados y los padres de Ji Yang miraron con odio al Alfa menor. Todos estaban sorprendidos sin igual, pero Hao Xuan no dejaría ir tan fácil al omega.

— Él es mi omega. — Salió por fin de las bancas dirigiéndose hacia el frente.

Ji Yang soltó el ramo de sus manos, este, cayendo repentinamente al suelo produciendo eco en la habitación. Bowen junto sus cejas con enojo y antes de que Hao Xuan tomará a Ji Yang se puso delante del omega. Ambos alfas se miraron con superioridad y autoridad.

Bowen no se dejaría intimidar por un niñato, menos cuando, el era el propio jefe de su manada. Y aún así, Hao Xuan perteneciera a la cadena más baja de carnívoros, no se dejaría asustar por aquel hombre que le quitaría, tal vez, toda su vida entera.

— Esperen. — Alguien habló por detrás.

Una anciana de cabellos rojizos se acercó hacia ambos alfas separandolos al instante. Era la abuela Li. La anciana perteneciente a la manada de lobos y conocida por ser sabia. Bowen enredo sus brazos en su pecho y llevó a Ji Yang junto con él tomándole posesivamente de sus caderas, haciendo que el pequeño gimiera ante su toque.

— Sí de dos alfas se trata, no hay nada que pueda separarlos. — Dijo la mujer captando la atención de todos. — Ambos, híbridos de León y lobo, tienen esa peculiaridad de compartir lazo con el omega, Ji Yang. Por lo tanto, si uno no está con el y forman un lazo, él morirá y por consiguiente ambos.

— ¿Qué...? Abuela...

— No, Li. — Paro la anciana ante el hombre mayor de cabellos rojizos. — Tienes que dejar de ser un posesivo, si marcas a Ji Yang ambos morirán, solo queda compartir y cooperar entre los tres...

— ¿Cómo puede ser posible, nana...?

— Todo es posible Bowen. — Miró hacia los presentes — Nunca se debe de ignorar el hecho de los predestinados. Para Ji Yang fue muy difícil separarse de ti. — Apuntó a Bowen — Por qué eras su Alfa también...De igual manera con Hao Xuan. Si formarán un lazo, los tres deben de estar conscientes que vivirán juntos por la eternidad.

El hombre que daba la ceremonia Asintió mirando la escena a sus pies. — Así es.

Hao Xuan miró confundido a todos, y Ji Yang miró por sobre el hombro de Bowen a su amante.

— ¿Qué...?

— No pensé que la familia Li aceptaría tan rápido. — Habló Yibo mientras doblaba algunas mudas de ropas y las guardaba en el closet.

Zhan suspiro quitando su corbata con sumo cuidado y dejándola sobre la cama. — En mi manada también hay parejas poliamorosas.

Yibo le miró sorprendido. — ¿Por qué jamás me dijiste, ZhanZhan? — Preguntó dejando la ropa restante en un estante y acercándose hacia el alto alfa.

Zhan quito su chaleco negro y continuó con su camisa de color blanco. Yibo sonrió y le ayudó al Alfa empezando a desabrochar los botones de la misma, viendo los pectorales bien marcados gracias al constante ejercicio que el alfa hacia por las mañanas. — Por qué, se exilian de la manadas. Los conejos suelen ser territoriales.

A diferencia de Yibo, el cual también hacía ejercicio, era más difícil, así que Yibo mantenía una pancita un poco gordita la cual Zhan amaba besar y darle mimos. Yibo desabrocho el último botón de la camisa y quito de esta pasándola por los hombros del alfa.

Zhan le miró con deseo, mordiendo sus labios. Tan pronto como la camisa blanca cayó al suelo, Zhan tomó ambos brazos del omega e hizo que parara cualquier movimiento para que ambos se miraran.

— Z-Zhan, déjame juntar tu... — Levantó su vista y sus mejillas se calentaron cuando él cuarto se lleno de feromonas de conejo.

Tan rápido que no se dio cuenta cuando Zhan le rodeaba con sus brazos olisqueando su aroma dulce en las glándulas de olor en su cuello. Yibo dejo que el alfa le acostara en su regazo y buscará su propia paz con su olor.

— Un omega...Un Alfa...

— ¿E-eh?

— Wangji... YiZhan, alguno de los dos es un omega...Hay feromonas alfa también.

Y eso hizo que Yibo se sorprenderá ante los sentidos de Zhan.

El próximo líder de la manada estaba por nacer.

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