Reglas Rotas.

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                      JONES WRIGHT

-¿Juegan a las adivinanzas sin mi?

Al llegar a dónde se encuentra Katie , me planto a su lado. Ella desvía su atención de Jeon, para centrarse en mí ,yo le hago un puchero el cual ella imita.

Hoy como era costumbre para mi le traje una rosa roja, una vez me preguntó por qué y mi respuesta fue: Porque cada vez que las veo me recuerdan a ti.

Ella a simple vista parecía hermosa y frágil como los pétalos de una rosa, pero al tratar de acercarte a ella las espinas salen a su defensa, esas espinas representan las heridas de la vida, las cuales se convierten en muros de desconfianza y miedo, pero a la vez a hacen fuerte y cautelosa.

De las heridas se sacan fuerzas y de las caídas experiencia.

Ella tomo la rosa y la acerco a su nariz.

- Nunca jugaría sin ti-

Se acerca a mí y quita mi mechón de cabello de siempre, ya le he tomado cariño a ese mechón

-¿Quieres jugar?-

Esa pregunta que tanto tiempo llevamos haciéndonos uno al otro desde pequeños ahora toma un rumbo diferente, ya no es solo salir a jugar en el patio de su casa a escondidas, ahora es una manera que saber si algo anda mal. Jugar cuando éramos niños siempre fue nuestro escape y ahora es el pretextos perfecto para estar solos y desahogarnos cuando uno está mal.
Ahora jugar es darnos apoyo y escucharnos el uno al otro, o solo olvidar todo entre risas.

La vida se trata de un juego, así que viviré toda mi vida Jugando junto a ti .Me gustaría decírselo, me gustaría dejarme llevar por lo que siento y confesarlo de una vez por todas.

Miró sus ojos mientras el miedo invade mi pecho, no echaré nuestra amistad a perder en un momento.

Odio esto, odio ser el típico chico enamorado de su mejor amiga. Me repito día a día que estoy confundido, que no siento nada más que cariño de hermanos hacia ella.

Pero por más que mi mente lo explique mi corazón no puede entender.
Ella me conoce tan bien que estoy seguro de que ve la angustia en mis ojos, así que toma mi mano y me dejó llevar de ella mientras mi mente viaja en mis recuerdos.

-Juguemos a las adivinanzas-

Propongo, soy un niño emocionado corriendo hasta llegar a una cerca de alambres que cubre la casa en la que mi nueva amiga y yo nos reunimos para ver los atardeceres .Yo recostado en la cerca y ella sentada en el suelo. Ella hace una mueca antes de empezar a hablar .

- ¿Otra vez? Todos los días lo jugamos-

Se queja pasando sus pequeñas manos por los agujeros la cerca para jalar un cabello rebelde que se posa en mi frente.

Mire distraídamente un arbusto de rosas que crecía en la orilla de la acera.

-A mi me gusta-

Miro de vuelta, encojiendome de hombros

-La de los malos gustos eres tú -

- Claro que no, al menos yo no parezco un murcielago-

Me apunta con su dedo, desde pequeño prefiero vestir chaquetas, mi madre con mucho esfuerzo me había comprado una, era negra de cuero y me quedaba un poco grande ya que si creía la podía seguir usando. En Cambio ella esta vestida de azul, su color favorito.

- ¿Un murciélago? En serio eres tonta-

-no soy tonta-

Da un par de brincos, berrinchuda, odia que le diga tonta.

- Claro que si, si fueras más astuta no estuvieras tan cerca que de un murciélago, yo te puedo morder-

La amenazo acercándome más a ella, haciendo la simulación de garras con mis manos y soltando una carcajada por su cara de terror

-¿Sabes que pasaría si te muerdo?-

- No, y no quiero saberlo-

Dice alejándose de mi y mirado el cielo,

-Que lindo está el cielo ¡Mira, un pajarito!-

- No cambies el tema, tonta-

- No soy tonta, espantapájaros-

- Si que lo eres, niñita-

Ella odiaba que la llamara así, su sueño siempre fue ser como su madre, una mujer fuerte.

-Niñata tú-

- Soy mayor que tú, así que respeta niña-

Le dije con arrogancia, sacudiendo mi hombro en su cara.

- ¡Jones!-

Me gritó ella dando saltos con berrinche.

KATIE.

Le gritó a mi amigo al oído, haciéndolo saltar del susto y no puedo evitar dejar salir una carcajada, una carcajada de verdad, una que hace un tiempo no salía de mi.
Mi amigo se tropieza con la mesa de noche de mi cuarto y con eso cae sentado en el suelo tomado su dedo pequeño del pie.

- Mi pobre dedo- Dice con gran dramatismo -Me voy a quedar sin dedo, Katie-

Me reclama mirándome con gran indicación. No puedo parar de reír.

- Yo no te mande a ser tan torpe, creo que este tiempo lejos de mi te a echo mal, yo no te crié así, Jones Junior-

Ahora soy yo la dramática .

En este momento me doy cuenta de que esto era lo que necesitaba, distraer mi mente y dejar a un lado el recor de mi alma por solo un momento.

-Tú eres la culpable, dejas a tu niño solo y desprotegido, eres una irresponsable, Katie Juliana-

-Adivina quién es un torpe-

Le digo entre risas, ama las adivinanzas pero creo que ahora no tanto solo por que sabe cuál es la respuesta predilecta la cual no le agrada.

- Adivina quien es una niña irresponsable-

Contraataca él, buen golpe.
Y así paso todo el tiempo que puedo con mi amigo, olvidando mi duelo, rencor y venganza por un instante.

Los dos no perdemos entre risas y juegos, Jones a simple vista puede parecer un chico malo y serio por su forma de vestir, pero el es una prueba de que que las prendas no definen a las personas.

Dentro de él se encuentra un mundo de luz, luz que comparte con el mío que se encontraba en total oscuridad.

Continuará.