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KATIE

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KATIE.

Después de las pocas palabras que compartí con Jeon no hice más que quedarme donde estaba mirando la ventana. La noche no tenía estrellas solo se podía ver la luz de la luna y el frío viento movía las cortinas, dándole un efecto tenebroso al lugar.

Decidí acercarme a la ventana y ver más all, al mirar hacia abajo pude ver a Jeon y otro chico rubio  subir a un carro negro, que se me hizo algo familiar, me pareció haberlo visto anteriormente cuando venía de regreso a casa de la universidad.

Al tratar de inclinar la cabeza para ver mejor sentí una pulsada de dolor en la misma, recordé el golpe que me había dejado inconsciente ¿Cuánto tiempo había estado aquí?

-Ella mato a su madre- Un recuerdo algo borroso de mi padre y otro hombre paso por mi cabeza demasiado rápido.

No puedo pensar, no sé que hacer, el dolor de cabeza se hacía más fuerte y el hambre que siento me dice que ha pasado mucho desde que no como, o al menos más de un día.

O dos .

Tenía hambre, sed y me dolía la cabeza de tanto pensar. Respire ondo y cerré los ojos, pero falle en el intento de relajarme porque al instante recuerdos que por años habían sido causantes de mis ojeras aparecieron como si fueran una película en mi mente.

_Gritos_

_Golpes_

_Súplicas_

_Dolor_

Esa fue mi infancia, nunca hubo muñecas ni juguetes solo fueron lágrimas, dolor y miedo.

Al cabo de unos segundos pude ver por la ventana como dos personas venían caminado, uno más bajo que el otro, vestían de negro y miraban hacia donde yo estaba.

El más pequeño de ellos le dió un objeto que no logre distinguir al hombre más alto, este le dió la mano a su compañero y me miró de nuevo, el otro hombre se dió la vuelta y se fue al mismo tiempo que el otro metía al objeto en la puerta principal.

Tal vez era un familiar de Jeon o eso quería pensar yo.

Escuche que alguien habría la puerta y al corazón me  empezó a latir a mil.

No.

Continuará...

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