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IMBÉCIL

POV-Seungmin

—Dios, amo bailar —dijo Minnie, tomando una calada de su cigarrillo. Era solo la mitad de la noche del viernes, y nos quedamos en la acera, afuera del club en el centro de Hongdae. Me encontraba bastante mareado.

—Mis pies van a doler mucho, pero lo vale totalmente —concordé, me tambaleé un poco, sentí rubor en mis mejillas, lo que fue gracioso, así que me empecé a reír. Minnie sacudió su cabeza hacía mí.

—No puedo llevarte a ningún lugar —dijo seria—. Como sea. ¿A dónde demonios fue Jisung? Quiero echarle un vistazo a su chico. Pensé que el trato era que lo íbamos a ver y decidir si valía su tiempo. Nos engañó.

—Una mierda. Perra. Lo odio

—Sí, yo también —afirmó Minnie apuñalando el aire con su humo para dar énfasis—. ¿Cómo se supone que voy a vivir mi vida de soltera indirectamente si no tengo ningún detalle?

Sacudí la cabeza y me encogí de hombros tristemente.

—Estoy haciendo mi parte. Te lo cuento todo.

—No pienses que no lo aprecio —dijo, sus ojos un poco aguados. Nos dimos un abrazo ebrio.

Llegamos al primer bar alrededor de las diez, y a las diez treinta Jisung desapareció para encontrarse con su sexy cita de Internet, Minho. Se suponía que tenía que entrarlo para que lo conociéramos, pero en cambio se escabulló por un bar de la calle. Hubiera sospechado de secuestro y asesinato para las once y media, cuando nos movimos hacia el siguiente club, pero estuvo enviando regularmente mensajes de texto dejando en claro que la pasaba muy bien.

Gran historia corta, Minho era hermoso, lo íbamos a conocer, él definitivamente iba a dormir con él, y se hallaba bastante seguro de que él podría soportar a su papá. Aparentemente Minho era el hombre perfecto de Sung.

Prometió no irse del otro bar sin nosotros, así que lo consideraremos como bueno.

—Esperemos que se estén besando en una cabina —dije con tristeza.

—No —dijo en tono amenazante—. Si lo folla antes de que le de mi aprobación, pierde sus privilegios a las margarita.

Hablar de hacerlo me recordó a Spear, y pensar en Spear me daba ganas de beber más. Aun no podía creer que lo follé. Otra vez. No podía quitarme a ese hombre. Gracias a Dios no teníamos que estar de vuelta en Busan hasta el mediodía, porque tenía mucho más alcohol que beber. El marido de Minnie se sacrificó esta noche, cuidando a ambos chicos. Necesitaba hornearle galletas o algo.

—¿Es raro que quiera hornear para tu marido? —pregunté. Ella se echó a reír y yo también. Mi celular vibró.

Jisung: Quiero regresar al hotel. Definitivamente es EL INDICADO.

Leí y me emocioné. Le pasé el teléfono a Minnie. Empezó a escribir furiosamente.

Minnie: ¡No te atrevas! Primero tenemos que echarle un vistazo. No ESTÁS siguiendo el plan.

Jisung: Lo conocerás en un minuto, baja a Mick's y podemos dirigirnos desde ahí. Esperaremos afuera.

Le quité mi teléfono a Minnie.

—¡Es mío! Tengo derecho a gritarle primero.

—No podemos gritarle delante del chico sexy de Internet —me dijo—. Eso sería avergonzarlo, le gritaremos mañana.

Descendencia || seungbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora