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SANTO INFIERNO

POV-Spear

Deslizó su polla en el dulce culo de Seung tan lento como le fue posible, saboreando cada centímetro. Se encontraba malditamente apretado, como una mordaza alrededor de su polla, el tirón de la barra en su pene solo hacía las cosas mucho mejor. De hecho, podía sentir el pulso. Si no supiera que dio a luz a un niño, pensaría que era un maldito virgen: caliente, hinchado y perfecto.

Tal vez debería sentirse culpable, tomándolo de esa manera.

Se encontraba alterado emocionalmente y muy vulnerable. Comprensible. Su pequeña confesión sobre Seonghwa lo derribó. Todavía no podía creer que hubiera sido tan ciego, pero ya había decidido una cosa.

La próxima vez que viera a su hermanastro, lo mataría.

Y en cuanto a Seungmin... la había jodido al no vigilarlos mejor a él y Seonghwa, y la jodió incluso peor al dejar que la ley intercediera para arreglar sus problemas. No estaba listo para admitir que Seinghwa era su responsabilidad hace cuatro años, a pesar de lo que sucedió entre ellos en el nacimiento de Changuk. Pasó demasiado tiempo jugando a ser el tío bueno, ignorando lo que sentía porque sabía que no era lo mejor para él. Merecía ser libre, ¿y quién era él para quitarle eso?

Bueno, a la mierda con eso.

Era un idiota celoso, y el pensamiento de la polla de otro hombre en su pequeño culo  jugoso... Picnic tenía razón, necesitaba reclamarlo o dejarlo ir, y se hallaba bastante seguro que eso no sucedería. Jamás. Seungmin podría no estar listo para el parche de propiedad, pero eso no importaba. Lo marcaría de una forma diferente, con un collar de marcas moradas alrededor de su cuello. Su propio collar, marcándolo y declarándole al mundo que tenía un hombre que lo poseía.

Dios, amaba su visión tendida en el banco, las manos atadas con su cinturón, su camiseta arriba, sus pecho subiendo y bajando cada vez que golpeaba los puntos correctos. Mejor de lo que alguna vez imaginó, y mierda, pasó un montón de tiempo imaginándoselo justo así. Trató de ser cuidadoso, pero cuando él comenzó a gemir y a convulsionarse a su alrededor, fue demasiado. Spear se enterró profundo, amando el pequeño grito que dio, haciendo estallar su propio autocontrol. Algo primitivo y poderoso fue liberado.

Agarró sus caderas, enterrando los dedos en su culo. Deslizó una mano más cerca de su parte trasera y pensó: qué demonios, deslizando su dedo dentro. Él se puso rígido y gritó, sus músculos internos convulsionaron a su alrededor tan fuerte que tuvo que detenerse y mantenerse firme, tratando de no explotar en ese momento.

Ese no fue un estremecimiento de dolor, gracias a la mierda.

Seungmin lo miró con sus ojos muy abiertos, jadeando tan fuerte que sus cuerpo entero prácticamente bailó. Era jodidamente caliente. Recordaría ese momento por tanto tiempo como estuviera vivo. Spear comenzó a moverse de nuevo, saboreando cada centímetro de sus músculos con cada empuje, preguntándose si era posible morir de placer.

Parecía bastante probable, considerando todo esto.

Puso el dedo más profundo, y la mano sobre su cadera, para controlar su posición. Sabía por su gemido que había golpeado el lugar exacto. Ahora cada empuje molía la cabeza redonda de su perforación contra su punto G. Hacer que un chico se corriera mientras jugaba con su pene estaba bien, pero jodidamente amaba la forma en que se sentía si los hacía correrse desde adentro.

Quería eso para Seungmin —convulsión total, sumisión total. Él se puso rígido y gimió. Malditamente cerca.

—De acuerdo, nene —dijo, observando su rostro. Había cerrado los ojos, y tenía la cabeza hacia un lado, la espalda arqueada mientras se impulsaba hacia él. Debería haberle puesto el parche hace muchos años. ¿En qué mierda pensaba, perdiéndose esto?—. Córrete a mí alrededor, muéstrame lo que puede hacer ese dulce culo tuyo.

Descendencia || seungbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora