Quizás era una buena idea buscar un consejo, por lo que le conté todo lo que había sucedido con Amy a aquel hombre. Escuchó muy atento mi historia, sin interrumpir, de esa manera, cuando finalicé de hablar, se quedó en silencio apenas unos segundos antes de preguntarme, con la misma seriedad con la que me había estado escuchando...
- ¿Y la amas?
- Por supuesto que la amo - me sorprendió aquello - Creí que había prestado la suficiente atención a mi historia.
- Te diré algo: no soy un experto en el amor, pero observo mucho y entiendo bastante bien la manera de pensar de mucha gente. Tu problema es que dices amarla, pero no se lo has demostrado en realidad - fruncí el seño ante su afirmación, por lo que se explicó - Cuando amas de verdad a una chica, te importa mucho su bienestar y su opinión. No te preocupas del "qué dirán", es más, te da igual lo que el resto opine, porque lo más importante en tu vida es ella. Has mencionado que ya habían discutido anteriormente, pero al final habían hecho las paces. De todas esas veces, ¿cuántas han sido por tu culpa?
- Muy pocas - afirmé.
- Ese es tu problema. Siempre la estás culpando a ella. La intentas "amoldar" para que sea una persona distinta a lo que es. Si en verdad la amaras, la querrías con sus virtudes y defectos, no tratarías de cambiarla para que se adapte a tu personalidad. Ella está intentando complacerte en todo, pero ya se ha dado cuenta que le significa demasiado para su persona y a la larga no consigue nada a cambio.
- Consigue a cambio a un novio y una relación perfecta...
- ¿Perfecta para quién? ¿Para ti? - suspiró profundo - Si sigues con esa visión de lo que es el "amor", ese tiempo que te pidió para poner sus ideas en orden no terminará jamás.
- ¿Pero cómo puedo hacer que me perdone?
- Demuéstrale que es importante para ti. Pídele pasar más tiempo juntos, dale más besos, abrázala, dile lo mucho que la amas cada día, pídele perdón por todos los errores que has cometido con ella. Comienza tú a apreciarla de verdad; si no lo haces pronto, vendrá otro que lo hará. Y entonces ya no habrán vueltas atrás.
Tuve miedo luego que dijera aquello último. Alguien podría venir y llevársela lejos. ¿Qué podía hacer al respecto? ¿Tomar el tren de regreso en la próxima estación?
- De verdad no creo que seas un mal hombre, - me dijo sacándome de mis pensamientos - sólo necesitas que alguien te guíe. Déjame adivinar, ¿es tu primera novia? ¿Cierto? - asentí con la cabeza - Entonces, debes luchar por demostrarle que puedes ser mejor de lo que ya eres. Un pequeño cambio no estaría mal.
- No... los cambios nunca son buenos... - bajé la mirada.
- Los cambios son parte de la vida. Dime algo, ¿nunca pensaste que ya has cambiado desde que la conociste?
- Bueno, hasta antes no estaba en mis planes tener una novia. Siempre preferí mi trabajo por sobre todo eso... Pero desde que le pedí que fuera oficialmente mi novia, creo que algo me pasó. No instantáneamente.
- Un cambio - esbozó media sonrisa - ¿Y qué me dices del primer beso que se dieron? ¿O la primera cita?
- Siempre rehuí el contacto físico de cualquier forma. Pero pese a eso nos hemos besado varias veces en los labios, nos hemos abrazado y también nos hemos tomado de la mano...
- ¿Y nada de sexo?
- Nuestra relación siempre fue más "intelectual" que "física". Poco a poco hemos ido introduciendo algunos conceptos para hacerla más física que en un principio, pero no hemos llegado aún al coito.
- Mmm hum... - asintió sólo con aquel sonido.
- Amy me dijo en varias ocasiones que lo haríamos cuando estuviera listo. Además, le he prometido que ese momento llegará algún día.
- ¿Y ese "algún día" tiene fecha límite, o sólo se lo has dicho para que te deje de insistir al respecto?
- No he pensado en eso.
- Deberías. Y te recomiendo una cosa más: no le propongas matrimonio aún hasta que sientas que todas las metas han sido logradas, principalmente cambiar tu actitud frente a ella.
Le agradecí su tiempo, al momento en que debía bajar del tren. Cuando volvimos a retomar la marcha, comencé a hacer una lista de las cosas que me había dicho, enumerando desde la más importante:
1. Cambiar mi actitud con Amy.
2. Demostrarle más que la amo.
3. Culparla menos de nuestras discusiones.
4. Pedirle perdón.
5. Buscar las maneras de hacerla feliz.
Sabía exactamente lo que tenía que hacer, sólo necesitaba llegar a Chicago para planificarlo todo. Ya no me iba a seguir lamentando, iba a convertirme en un verdadero texano y a recuperar a Amy a como diera lugar.
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Sé que fue un poquito más corto, pero les aseguro que valdrá la pena. Ojo con el listado de Sheldon! Siempre a mis lectores les pido que se fijen en los detalles de lo que escribo, pues esa lista es un GRAN detalle que retomaré un par de capítulos más adelante ;)
Como necesito que pase un poquito el tiempo en la historia (una semana, aprox), voy a retomar para el siguiente capítulo el POV de Amy. Creen que se quedará tranquila luego de enterarse de la "fuga" de Sheldon? La respuesta es muy sencilla: NO! Trataré de que intervengan otros personajes más de la serie, aunque no aseguro nada.
Saludos! Espero sus comentarios, votos y (por qué no!) recomendaciones :)
Qué viva el Shamy!
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¿Es el final?
Fiksi PenggemarMi versión de lo que pasará con el Shamy, tras el sorpresivo final de la octava temporada. Es mi primer fic de esta pareja, así que tengan compasión en sus comentarios ;) Precaución! Puede contener spoilers si no has visto mencionado episodio. Lee b...