"Reencuentro"

Cap.8{Compases del pasado}

En el centro de una habitación con pésima iluminación se encontraban dos miradas completamente encadenadas, Clyde no dejaba de mirarlo y Lincoln no dejaba de sentir culpa inerte en su juicio.

–Muy bien. . . ¿Qué tal si tratamos de saludarnos sin tratar de apuñalarnos?– habló Ronnie Anne, era una habitación con 4 personas, todas igual de incómodas con aquella situación incontrolable –Viejo. . . Ni siquiera me mira a mi de esa manera ¿que carajo sucedió? Eran como la parejita marica del colegio– habló Chadler fuera de cualquier lógica que pudo imaginar al mirar el mensaje de su teléfono anunciando el regreso del peliblanco, inclusive preparo toda una disculpa increíblemente preparada desde hace años a su antigua víctima.

Pero no, al parecer era el menor de los problemas en la habitación –Bien. . . Quizá debamos iniciar nosotros la conversación– habló aquella latina tan incómoda como todos –¿Cuando saliste?– preguntó, era la pregunta justa que no quería contestar el peliblanco, que forzado por las miradas incesantes lo hizo –Hace tres años, a los quince es la edad común para dejarte libre bajo el cargo de tus padres, tengo que firmar cada que lo solicite el juez, asistir a exámenes psiquiátricos y no puedo salir del país– dijo bajando la mirada como siempre lo hacía al sentirse en situaciones incómodas –¿De dónde?– preguntó inocente aquel personaje tan dividido de la situación que era ajena a aquella tensión, una joven de 18 años asiática –El. . . Bueno. . . No abandonó el colegio por voluntad. . .– dijo incómoda la chica latina respondiendo a la incógnita que se esparcia en la habitación, culpable en cada minuto aún más de haber traído a esta situación al chico –Lo detuvieron en una cárcel de menores– sentenció sin ninguna cordialidad Clyde, Chadler abrió tanto sus ojos que pensarías que se le saldrían por las cuencas, Lincoln comenzó a temblar y sus uñas comenzaron a desgarrar la tela de aquel sofá, cosa que no pasó desapercibido por la latina –Eres un imbecil Clyde. . .–

Contubo aquellas ganas incesantes de correr, pero al tener la oportunidad de hablar con su antiguo mejor amigo y poder darle alguna explicación decidió aguantar todas las impertinencias de su ex-hermano.

El silencio se volvió a apoderar de la habitación, Lincoln decidido a no ser ignorado una vez más sin explicación,  inició la conversación –Mira, si no estás dispuesto a escucharme no te obligaré a hacerlo, pero tal vez puedas  mirar ambos lados de la moneda– el joven peliblanco soportaba las ganas de llorar, Clyde solo rodeaba los ojos seguido de cruzar sus brazos –Yo no voy a hacer una mierda por ti, ¿Utilizas a los demás para sentirte aliviado por pedir disculpas? Bien, pero no me metas en tus malditos asuntos...– señaló a Ronnie Anne,  golpeó la mesa y antes de irse una oración le detuvo por completo –¿Crees... ¿Crees que eres especial?–

Con la misma mirada de odio,  Clyde, volteó a verle pues ahora le dirigía la palabra el peliblanco   –¿Crees que porque diste unos pequeños discursitos y fuiste el pañuelo de mi hermana medio año puedes deducir que eres el héroe de la historia?–una voz completamente distinta le hablaba con seriedad y delicadeza, decepcionado sería lo correcto en deducir–Hombre... Venga ya, tu "Solución" fue una gota en el mar de personas que entre mi madre y mis hermanas engañaron para sentirse las víctimas, víctimas del gran villano que les daba órdenes y abusaba de ellas...– decía de manera burlona haciendo gestos de alguien imitando a un monstruo, seguido de un silencio, la tensión no se detuvo.

Aquel joven entre lágrimas y risas irónicas carcajaba por no llorar: –dieciocho años... dieciocho años tenía la más sensata, ¡¿pero NO cierto?!, al parecer un testigo dijo otra cosa...– se levantó alterando a todos los presentes, se acercó a paso lento mientras continuaba hablando –"No señor juez... El está mintiendo..."– fingía la voz haciéndola chillona y temblorosa viendo directo a los ojos del chico negro –"Ella me ah contado que el la chantajeaba" ¿Te suena familiar? "Que si no hacia lo que el dijera le diría a todos que lo maltrataban"– todos sabían que algo iba mal y antes de poder reaccionar: