En este pueblo la nieve azotaba con fuerza, mientras que en las noches abundaba el terror hacia una gran bestia que corrompía las tierras.
La gran bestia nocturna causo grandes problemas en el pueblo, pero todo cambiaría con la llegada de un nuevo "...
Aquel plan que tenía el joven Rubius era bastante simple, en teoría claro, ya que todo se enfocaba en las frutas cítricas que podían obtener del pueblo o el mismo bosque, pero debían buscarlas las que tuvieran los aromas más fuertes para un estudio más detallado, basándose en el libro debía servir pero era mejor probarlo de primera mano y así estudiar el comportamiento de diversos predadores y esperar por una ventaja ante la gran bestia nocturna y rezar para que funcionará con el.
Esperando a que el olor formará una especie de barrera para alejar aquella bestia del pueblo, aunque encontraron varios contratiempos cuando se propuso el plan.
El grupo de aquellos chicos comenzaron a dar varias opiniones que al "cura" se le habían pasado desapercibidas y que no había pensado con detención, en primer lugar la cantidad de fruta que debían usar para todo el pueblo, segundo que harían si no funcionaba, debían tener más planes.
Ya que ellos estaban comenzando a construir sus casas por lo que esas opiniones dejaron más preocupado al "cura", sus amigos debían estar a salvo y el esperaba ayudar con eso.
Para tener un mayor conocimiento sobre las tierras y lo que podían hacer llegaron al acuerdo de que debían hablar con uno de los chicos que los trajo al pueblo, aunque el esperaba que alguno de sus amigos lo acompañará todos decidieron que el fuera a hablar sobre el tema ya que era su plan.
Esto le dió muy mala espina, sus amigos estaban actuando más extraño de lo habitual por lo que decidió ir primero con Luzu, quien parecía ser amable y con quién hablo más tiempo cuando estuvieron viajando hacia el pueblo.
Pero Luzu le dijo que debía hablar con el líder de los cazadores ya que según el era quien más sabía de caza, por lo que era la persona que más podía ayudarle a investigar si el plan funcionaría o no, aún así estar cerca de el le era difícil, aquel joven era casi como un muro viviente a comparación de los demás chicos, solo que Rubius le ganaba por un poco de altura, su simple cercania le baba una sensación de estar bajo presion, como si un depredador estuviera por atacar.
Se encaminó a su casa o eso parecía ya que había una gran multitud de chicas rodeaban el cerco de madera que protegía aquella casa, al principio no se podía ver bien lo que ocurría en aquel lugar hasta que se abrió pasó entre la multitud mientras las chicas se iban avergonzaban ante la presencia del nuevo cura.
Se podía ver en medio de aquel jardín como aquel chico que se encontraba entrenado sin camisa, su cuerpo moldeado y musculoso lo hizo mirar a otro lado avergonzado, era como si una escultura hubiese cobrado vida, Rubius se quedó quieto en su lugar como un palo enterrado en el piso mientras sentía como sus mejillas levemente se sonrojaban.
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He vuelto, ha pasado un tiempo, pero ahora la historia continúa. Disfruten.
