Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 32

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Al entrar a mi habitación traté de no demorarme mucho y cuando estuve lista tomé mi teléfono, junto con las llaves de mi camioneta para ya irnos.

Al bajar solo me encontré con la señora Isabel, quien ya terminaba de colocar la mesa

- buenos días – saludé

- buenos días señorita T/n, ya está el desayuno, provecho – dijo para luego retirarse

- gracias

Se me hizo raro no ver a Jimin usualmente baja antes que yo, al sentarme, me di cuenta que había una bandeja de tartaletas de fresa y no pude evitar emocionarme. Tomé una y vaya que delicia, las tartaletas son perfectas, si pudiera las comería todos los días.

- veo que ya descubriste mi pequeña sorpresa – habló de repente Jimin mientras se sentaba

- sí... perdona no me pude resistir – dije algo apenada

- no te preocupes, igual eran para ti

- gracias, ¿son de aquella cafetería? – pregunté curiosa

- sí, le pedí a Isabel que fuera a cómpralas, en serio te gustan mucho

- un poco - respondí con ironía mientras comía otra y él solo rio

Al acabar de tomar desayuno ambos tomamos nuestras pertenencias para de una vez por todas salir de la casa.

- vamos en mi camioneta, no quiero que el recepcionista me vea llegar en otro carro que no sea el mío – hablé de repente antes de subir a alguno de los carros

- ¿conoce a Jungkook? – preguntó captando mi indirecta

- sí, eso mismo

- está bien, pero yo conduzco

Solo asentí y procedí a sentarme en el asiento del copiloto, en el camino hablábamos de cosas amenas tales como que íbamos hacer en el día o que era lo primero que iba a ser entrando a mi departamento a lo cual la respuesta a esa pregunta es limpiar, sin duda la cocina debe estar hecho un desastre.

Al llegar Jimin aparcó afuera del edificio y ambos bajamos, le hice una seña al chico de recepción y al reconocerme me abrió para por fin entrar.

- Hola Brayan – saludé mientras pasábamos

Él era una persona de pocas palabras, solo nos miró y saludó con la mano, al llegar al ascensor marqué el numero 5 para que se cerraran las puertas.

Al llegar y salir del elevador, lo primero que vimos fue al cerrajero quien solo estaba esperando ya que la puerta estaba semiabierta.

- Muy buenos días jóvenes, justo acabo de terminar de abrir la puerta, nada más los estaba esperando

- muchas gracias por su ayuda – agradecí

- cuando quiera señorita – respondió a lo cual solo espero que esto no se vuelva a repetir

- bueno, yo me quedaré hablando con él sobre el tema del pago, supongo que ya quieres entrar – comentó Jimin con una sonrisa

- no Jimin, ya me has ayudado bastante – dije apenada

- y no me molesta volver a hacerlo, en serio yo me encargo – dicho eso acepté, no quería discutir por una bobada, así que hice caso y entré sin antes despedirme

- gracias, hasta luego

- hasta luego señorita, vuelva a dejar las llaves por favor

Solo sonreí por su chiste, personalmente no me daba gracias por todos lo problemas que me generó, bueno... acontecimientos, sin decir más, entré y al dirigirme a la cocina tenía razón, me arrepentí en el alma cuando abrí el refri, olía a muerto y por casi vomito, así que la cerré inmediatamente.