Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 45

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Sinceramente quería seguir durmiendo, pero el sonido del tono de llamada de mi celular lo impedía.

A regañadientes tuve que levantarme de la cama, Jimin seguía durmiendo y se veían tan tierno con esa paz.

Al salir de la habitación, tomé mi teléfono que estaba en la cocina y al ver quien era mi cuerpo se tensó, pero de igual forma conteste

- ¿aló?... – respondí tímida

- hola amor, te llamaba para decirte que dentro de 20 minutos estaré en tu casa, te espero lista – habló haciendo que mi nerviosismo y ansiedad se elevara

- ah... sí, está bien, adiós

No dejé que contestara e inmediatamente le colgué para dirigirme a mi habitación y levantar a mi acompañante.

- ¡Jimin! ¡despierta! – exclamé mientras lo movía de un lado de un lado al otro

- ¡¿Qué pasó?! – preguntó levantándose sorprendido

- Jungkook está a 20 minutos, debes irte, te dije que no era buena quedarte, ahora él lo sabrá y... y... - hablé exaltada, pero él me tomó de los cachetes robándome un corto pero lindo beso

- tranquila, él no va saber nada, será mejor que nos alistemos para irnos – dijo con una sonrisa

- es... está bien – respondí en lo que él me soltaba y yo me metía al baño para darme una ducha corta, sin lavarme el pelo, cuando salí Jimin no estaba en mi habitación, así que comencé a cambiarme, un vestido blanco y unos tacones estaban bien.

Al salir de la habitación, vi a Jimin en la cocina tomando lo que parecía un café, dejándome más desconcertada.

- ¿qué haces aquí? Tienes que irte, él no puede verte – hablé algo molesta

- Hola buenos días, ¿qué tal amaneciste? Yo muy mal, espero que tú bien, es la mínima conversación que debemos tener antes de que me botes de tu casa – respondió irónico

- Jimin no es momento para tus bromas, ¡tienes que irte! – exclamé con algo de molestia

En eso el teléfono del intercomunicador sonó, al responderlo efectivamente era Jungkook, quien me pedía que le abriera, cosa que obedecí.

Al colgar volteé para ver a Jimin quien seguía reclinado en el stand de la cocina y con su tasa de café.

- Jimin...-

- lo sé, pero ¿no crees que es mejor que me vea y que una vez se entere? – preguntó algo molesto

- no es el momento, por favor... - supliqué casi que llorando

- está bien – aceptó para comenzar a caminar sin antes darme un beso en la mejilla – si algo pasa avísame e iré corriendo a buscarte

No respondí a su comentario, él solo fue a mi estudio y mientras intentaba controlar mis nervios, la puerta sonó al abrirla, era él.

- ¿lista? – preguntó

- sí

- perfecto vámonos – dijo para empezar a caminar al ascensor, pero mi corazón no quería irse sin antes despedirse...

- ¡espera!

- ¿qué pasa? – preguntó con fastidio

- olvidé el anillo que me regalaste, tu padre estará feliz de vérmelo puesto, un momento – dije mientras entraba y cerraba la puerta

- ¡apúrate! – gritó desde afuera

Rápidamente entre a mi estudio, donde Jimin estaba viendo algunos dibujos mios y cuando abrí la puerta se sorprendió