Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 59

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Me limpiaba las lágrimas mientras el joven Taehyung salía de la cocina hablando por teléfono.

- sí, ya se fue.... sí, ella está bien... no te preocupes... yo te aviso... sí, te vemos allá - habló en voz alta y supuse que estaba hablando con Jimin - ¿te encuentras bien? - preguntó una vez que colgó el teléfono

- sí... - respondí con algunos sollozos - todo bien

- no te hizo daño ¿verdad? - preguntó mientras revisaba mi cuerpo

- no, está todo bien - respondí más tranquila

- ¿y esto? - preguntó mientras tomaba mi brazo izquierdo y alzaba la manga para ver aquellos moretones del sábado

- eso no es de hoy - respondí algo apenada

- entiendo... bueno, Jimin nos está esperando en su casa - habló cambiando de tema

- lo sé, pero antes debo cambiarme - dije mientras me dirigía a mi cuarto

- está bien, te espero

Dicho eso cerré la puerta de mi cuarto y comencé a buscar algo cómodo en mi closet, tomé un bolso donde puse el pijama y algunas cosas personales, lo más probable es que me quede a dormir allá, así que prefiero estar cómoda.

Al terminar de alistarme, me dirigí al baño para lavarme la cara, no soporto la sensación de llanto en mi cara.

Una vez lista, salí del cuarto donde Taehyung estaba esperándome sentado en el sillón mirando su celular.

- ya estoy lista - dije haciendo notar mi presencia

- perfecto, es hora de irnos - contestó mientras se paraba del sofá

Ambos salimos de mi departamento, pero antes me acordé de algo que quería llevar.

- un segundo - dije antes de cerrar la puerta y devolverme rumbo a la cocina donde saqué el pote de helado que Nam había traído ayer

- ¿no te olvidas nada más? - preguntó con una ligera sonrisa mientras iba saliendo

- la cuchara, un segundo - dije para nuevamente ir a la cocina y tomar 2 cucharas - ahora sí - hablé para por fin cerrar la puerta

El solo sonrió y luego nos dirigimos al ascensor, mientras íbamos por el pasillo vi al chico de recepción y este me miraba como si estuviera juzgándome, solo rodeé los ojos ya que no era en nada lo que él creía.

Al salir del edificio me pidió las llaves de mi camioneta, lo cual con dificultad busqué en mi cartera hasta encontrarlas.

Él me abrió la puerta ya que mis manos estaban algo ocupadas para que luego se subiera y comenzara a conducir.

En el camino me acomodé, me puse el cinturón y por fin pude abrir el pote de helado, era menta con chipas de chocolate.

- ¿quieres un poco? - pregunté curiosa ya que sentía que me miraba de reojo

- ah...

- traje dos cucharas - insistí mostrándole las susodichas haciendo que riera

- está bien - aceptó, aprovechando que no había ningún carro en la pista para bajar la velocidad y dar una mordisco rápido - gracias - habló aún con el helado en la boca

- de nada, ojalá y no se te congele el cerebro por esa bola de helado - comenté al ver la cantidad de helado que tomó, era casi medio tarro

- muy tarde... - dijo mientras hacía muecas lo cual hizo que riera

- entonces.... Taehyung ¿verdad? - pregunté iniciando una conversación

- Kim Taehyung para servirle - contestó con una sonrisa - puedes llamarme Tae

- está bien... ¿conoces a Jimin? - pregunté haciéndome la tonta ya que era obvio que lo conocía

- sí, lo conozco desde hace muchos años, mi padre servía a los Park y pues... yo también lo hago - contestó con una sonrisa

- oh... ¿eras el guardaespaldas de Jimin? - pregunté por curiosidad

- no, Jimin jamás necesito de estos servicios, pero su prima sí

- ¿Rosé? - pregunté aún más curiosa

- ¿la conoces? - preguntó sorprendido

- algo así...

- no puedo hablar de hablar de esto, pero Rosé llegó a tener un novio que empezó a acosarla y bueno, serví para ella un tiempo

- pobrecita... debió pasarla mal - dije con algo de pena, ella era tan linda que no me imaginaba que podía pasar por esa situación

- sí, lo bueno que el tipo entendió y la dejó en paz - dijo haciendo que sonriera

- me alegro, se la ve muy feliz comprometida

- sí, la verdad que el chico con el que está es todo un caballero y la trata como se merece

- que lindo, me emociona conocerlos

- son buenas personas, si lo que me contó Jimin de ti es cierto, vas a agradarles mucho - comentó haciendo que lo mirara sorprendida

- ¿Jimin te habló de mí?

- me dijo lo que tenía que saber, lo cual no voy a decirte - dijo formando una sonrisa haciendo que lo miré con desagrado

- no eres bueno para contar los chismes - dije en forma de broma lo cual él rio

- bueno, tengo que ser profesional

- entiendo, no te preocupes - hablé intentando dejar en claro que era solo una broma - se siente extraño tener un guardaespaldas... - dije de repente cambiando el tema

- solo al principio, pero te acostumbras, además no notarás que estoy cerca

- ¿desde cuándo llevas siguiéndome? - pregunté con curiosidad

- desde ayer, bueno, en especial desde hoy en la mañana, ayer no saliste de tu departamento y el chico al que invitaste no tenía nada malo en su expediente así que, no interferí - habló haciendo que me quedara con la boca abierta, un poco más y sabía lo que había almorzado ayer

- le contaste a Jimin sobre... -

- no tengo permitido hablar sobre la vida privada de mis clientes, protegemos mucho la privacidad y a menos que sea algo que me pidas no se lo puedo comentar a nadie - interrumpió adelantándose a mi pregunta, al menos sentía alivio ya que no quería generar malos entendidos

- entiendo y gracias, pero déjame decirte que entre ese chico y yo no... -

- tranquila, que dos personas de sexos opuestos estén a solas en una habitación no necesariamente significa que vaya a pasar algo - volvió a interrumpir lo cual me quede satisfecha con su respuesta

- me alegra que pienses así, no me gustaría malos entendidos

- no te preocupes, créeme que no es lo más extraño que eh visto - dijo haciendo que me ganara la curiosidad

- no me vas a decir ¿verdad? - pregunté sin esperanzas

- acertaste - respondió con una risita haciendo que rodeara los ojos, eso era como incendiar algo y no hacerse responsable por ello, no podía jugar con el chisme de esa forma

- bueno, espero que nos llevemos bien - dije cambiando de tema

- igualmente, deja tu seguridad en mis manos - habló correspondiendo mi cordialidad

Después de eso pasaron alrededor de unos minutos para que llegáramos a nuestro destino, donde Jimin nos estaba esperando afuera de su casa....

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