My best friend's boyfriend.

Sakura Haruno

Le pregunté:

- ¿Es posible morir de sobredosis de besos?

Y él me contestó

- Me muero de ganas de comprobarlo contigo.

Un shot, dos shots, tres shots y el tequila rascaba mi garganta, me encontraba en la discoteca más famosa de la ciudad con mis amigas, no es que sea una de esas niñas de papá y mamá a las que les sobra el dinero pero mis mejores amigas lo eran, ojo que con eso no quiere decir que me esté aprovechando de ellas, todo lo contrario, las considero mis mejores amigas y daría mi vida por ellas.

Mi nombre es Sakura Haruno, tengo 17 años de edad y estamos en nuestro último año de Bachillerato, estudio es un colegio privado de la ciudad debido a una beca de estudios que gané en el anterior que estaba, allí en mi nuevo instituto conocí a Ino Yamanaka, 17 años de edad, una rubia de melena larga que deja con la boca abierta a más de uno en el instituto, tiene varios admiradores, Hinata Hyuga de 17 años también, una chica un tanto tímida pero cuando está en confianza las mata a todas, Hinata es como una princesas de porcelana, es tan mona y tan dulce que me dan ganas de espachurrarla a abrazos todo el tiempo.

Soy una chica con el pelo rosa y siendo honesta con vosotros, lectores, tengo varios admiradores, no me quedo atrás y pese a ser becada en el instituto de niños ricos tengo mi club de admiradores también, una de las cosas que llaman la atracción es mi pelo rosa, de nacimiento, muchos pensaban que era teñido pero me costó convencerlos de lo contrario.
Sentía muchas miradas en la discoteca pero no había nadie quién me llamase la atención, era muy aburrido así. ¿Por qué no os cuento un poco más de vida? Será más divertido de momento que lo vayáis descubriendo por vosotros mismos ¿Qué me decís? Habíamos salido puesto que Hinata había discutido con su novio, el novio de Hinata era bastante guapo, mayor a ella por dos años pero muy atractivo, no es por ser presumida pero en ocasiones sentí la mirada de él sobre mi y, pese a ser muy guapo, el novio de una amiga se respeta pase lo que pase. Hinata no nos quiso contar el motivo por el cual discutieron, sólo quería pasarlo bien y enseñarle al otro idiota lo que se estaba perdiendo.

Me fui a dar una vuelta por la discoteca, no sin antes avisarles a ellas, quizá encontraría alguien con quien tener una noche divertida o eso espero. Hinata e Ino se pusieron a hablar de cosas de parejas, yo no tenía por lo que preferí dejarlas hablar y por eso evitaba tener novio, se enfadaban con ellos y ellas lloraban pero a los dos días como si nada. Llevaba mi vaso de vodka con un mix de sprite, la verdad estaba sedienta y me lo iba bebiendo a tragos muy rápidos, además el calor que hacia ahí dentro del lugar me estaba arruinando el pelo.
Divisé el lugar del área de fumadores, era un sitio exterior a la discoteca y me dirigí allí, no fumaba pero por lo menos me iba a despejar un poco del ruido y de ciertos babosos que me seguían y no quería lidiar con ellos. Abrí la puerta y el aire frío azotó mi rostro, cerré los ojos degustándome de esa sensación, realmente se sentía genial, sonreí terminando de salir y abrí mis ojos llevándome una grata sorpresa, al parecer la noche estaba interesante.

- No me lo puedo creer. Esto se va a poner increíble. – Me dije a mi misma y me encaminé hacia el objetivo que tenía en vista, sentí la mirada de varios chicos, la verdad Ino me había dejado su ropa y era demasiado llamativa, me gustaba marcar mis curvas pero no tanto como lo hacia Ino. Llevaba unos shorts negros de cuero sintético, lo suficientemente cortos y un top blanco que dejaba al descubierto mi abdomen, no tenía mucho pecho por lo que jugaba mucho con marcar mis caderas, eso a los chicos parecía que les daba igual así que genial. Bebí un sorbo más de mi bebida, mierda tendría que ir dentro de poco a por otra, me sentía un poco mareada sino no estaría haciendo lo que estaba a punto de hacer. Con mi dedo índice toqué varias veces el hombro de aquel chico y acto seguido se giró.