ೃ༄ CAPÍTULO TRES
003. culpa del sobreviviente . . .
❪ heaven's door. 🪦 ❫❛ JOLENE BLAKE
━━━━━━━━━Entre las penumbras de un mundo mortífero, las personas suelen perderse con facilidad. La obscuridad es tentadora, fácil de alcanzar, y cuando esta te envuelve bajo su manto es difícil escapar. Y para entonces nuestras ilusiones, nuestro propio ser es enterrado bajo los escombros de la humanidad perdida; lo que alguna vez tuvimos y ahora anhelamos solo son cenizas, intocables y fáciles de desvanecerse.
Entre las penumbras de un mundo muerto nos repetimos una y mil veces que no somos culpables de la naturaleza abrupta, aquello que alguna vez hicimos fue necesario, aquella sangre derramada y lágrimas robadas eran necesarias. Porque sin ese consuelo nos romperíamos, en pedazos diminutos, en cristales puntiagudos sin piezas que coincidan entre ellas.
Una fuerza ejercía presión sobre mi garganta drenando el paso del aire hacia mis pulmones. Mis uñas se habían aferrado a los grandes brazos que se encontraban sobre mi garganta intentando detenerlo. A pesar de la completa obscuridad que cubría mi alrededor podía identificar una sonrisa; una sonrisa retorcida y siniestra, una sonrisa de cazador. Uno que ya conocía, pero no sabía de donde, ni quien era.
¿Qué pasa con las personas que desaparecieron y resurgieron de las cenizas del nuevo mundo?
Se vuelven monstruos.
De aquellos que paralizan, que te detienen en seco e inyectan miedo por cada célula de tu ser.
Lágrimas botaban de mis ojos, cayendo hacia mis labios. ¿La muerte se sentiría igual de agria que mis lágrimas contra mis labios? ¿o igual de asfixiante que la falta de oxígeno? Tal vez, si teníamos suerte, la muerte sería la salvación.
Un sobreviviente sin culpa es solamente un alma perdida.
Un disparo.
Un solo disparo, un sonido en seco, una milésima de segundo. Eso fue necesario para despertarme, con un sudor frío recorriendo cada poro de mi cuerpo y una sensación sofocante atando mi garganta y pensamientos.
Mi corazón latía hasta ser escuchado por mis propios oídos y la sangre corría por todo mi cuerpo intentando mandar una señal a mi cerebro. ¡Despierta!
No sabría decir en qué momento mi cuerpo había cedido al cansancio, pero lo hizo.
Las pesadillas se habían vuelto constantes desde el principio, demasiadas vívidas para poder ser diferenciadas de la realidad, un tormento que te perseguía en sueños y en el día se escondía bajo el impulso de supervivencia, dejando de lado el ancla que te hundía en la profundidad de la culpa.
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HEAVEN'S DOOR. carl grimes
Hayran Kurgu𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡𝗦 𝗗𝗢𝗢𝗥 : ❛ MIENTRAS NUESTRO TIEMPO SE ACABABA MI ALMA SE ENAMORABA DE TU SER ❜ Bajo los escombros de un mundo muerto la compasión humana había sido enterrada, dejando a los demonios dominar sobre la tierra. Y cuando hasta el alma m...