Los padres de Sowon y Eunha arreglaron un matrimonio entre sus hijas.
Eunha estaba en contra porque es heterosexual, mientras que Sowon no solo
estaba interesada, sino que cuando conoció a Eunha, descubrió la actitud malcriada de la niña, decidió s...
Después de tomar una ducha rápida, me dirigí hacia el espejo y dejé escapar un suspiro mientras miraba mi reflejo.
—Sowon...—
Comencé después de inhalar una gran cantidad de aire.
—Escucha... yo... solo quiero que sepas... que... realmente no cerré los ojos cuando estaban a punto de besarme antes—
Negué con la cabeza.
No. Eso no es tan yo.
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—Está bien... Comencemos una vez más—
Murmuré para mí misma mientras me giraba de nuevo para mirarme al espejo.
—No te emociones, Sowon—
Empecé fríamente.
—Si pensabas que yo también quería besarte solo porque cerré los ojos, entonces estás muy equivocada. Realmente equivocada. Es solo que... un poco de polvo entró repentinamente en mis ojos, por eso yo-- ¡¡Argh!!—
Solo gemí de frustración mientras me pellizcaba ambas mejillas, lo que hizo que mi rostro se viera un poco extraño.
¡Dios!, ¿Por qué es tan difícil?
Fruncí el ceño.
¿Por qué estoy haciendo esto en primer lugar?
Deja que ella piense lo que quiera. Mientras sepa que realmente no quería besarla y mi conciencia esté tranquila, entonces todo está bien.
Simplemente me senté en el taburete frente al espejo y encendí el secador de pelo. Estaba a punto de cepillarme el pelo cuando de repente escuché un golpe en la puerta.
—Señorita. Jung, ¿qué está haciendo?, ¿Puedo pasar?—
Mis ojos se abrieron.
¡Ay dios mío!, Hablando del Diablo.
—Estoy entrando—
Escuché a Sowon decir antes de que la puerta se abriera lentamente.
Sacó la cabeza, hizo una búsqueda rápida dentro de nuestra habitación y mostró una amplia sonrisa tan pronto como su mirada se posó en mí. Luego entró por completo y cerró suavemente la puerta tras ella.
Tragué saliva mientras la miraba de pies a cabeza.
Al igual que yo, todavía está envuelta en su bata. El cabello está un poco desordenado, sin mencionar que todavía está mojado, lo que la hace lucir más sexy.
—¿Por qué corriste antes?—
Preguntó de repente, rompiendo el silencio desconocido entre nosotros.
