secret - kookmin

09

Luego de ese día, Jimin y Jungkook hablaban todos los días, sin falta. Era casi una rutina y ninguno de los dos podía irse a dormir sin antes escuchar la voz del otro. Eventualmente Jimin fue confirmando sus sentimientos por el mayor, pero no tenía muchas esperanzas, dudaba que fueran recíprocos, veía casi imposible que el mayor se fijara en él. Así que su sorpresa fue grande cuando él pelinegro lo invitó a salir a una cita, su primera cita.

No quería hacerse ilusiones pero tenía un gran presentimiento y su instinto no le falló. Luego de varias citas románticas en lugares discretos, el mayor se confesó. Jimin no lo podía creer, se sentía en un sueño.

Dos meses después sentían que estaban listos para ser algo más, así que el mayor preparó todo y le pidió ser su novio en una cabaña a unas cuantas horas de la ciudad. Todo bajo la luz de la luna y las estrellas, quienes también fueron testigos de cómo se entregaban el uno al otro, en cuerpo y alma.

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Su relación era bonita, pasaban juntos algunas noches y tenían citas bonitas en el pequeño cuarto de Jimin, que estaba ubicado en el sur de la ciudad y dónde vivía solo desde que huyó de su casa. Era algo viejo y la zona no es tan linda, pero se sentía cálido cuando estaban los dos ahí, dándose amor y siendo uno solo.

Fue difícil para Jimin abrirse al mayor, le daba vergüenza que ya no quisiera estar con él al ver las condiciones en las que vivía, al no ser alguien de su altura. Pero Jungkook siempre borraba esos pensamientos con besos y palabras de amor, hasta se ofreció a alquilar un apartamento para él, pero claro que Jimin se negó, él no era un aprovechado.

Al principio el castaño se preguntaba constantemente porque el mayor nunca lo había llevado a su departamento o siquiera a un lugar público, estaba seguro de que sería más cómodo. Pero luego de una pequeña discusión por su curiosidad, le quedó claro que era peligroso para la reputación del empresario, sería terrible que los medios y su familia lo relacionen con un chico que trabaja en una cafetería, ganando poco sueldo y sin una vida lujosa.

Le dolía, pero era la realidad y quería tanto al mayor, que aceptó todas esas condiciones, todo con tal de tenerlo cerca por lo menos unas horas.

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Actualidad.

Jungkook se mira al espejo de cuerpo entero y acomoda las mangas de la camisa blanca que está vistiendo. Una chica está a su lado, esperando a que termine para ayudarlo a colocarse el blazer del traje.

Cuando está listo, se siente terriblemente idiota, pero solo ignora sus pensamientos y sale del vestier, afuera lo esperan su madre, padre y prometida. Las dos mujeres se emocionan al verlo y el señor Jeon solo lo observa unos segundos, para después volver su vista al celular. Jungkook los ignora y solo desea terminar rápido para salir de ahí.

- Te ves precioso, hijo! —su madre se acerca corriendo y acomoda el cuello de la camisa— Definitivamente este es el elegido.

- Si, te queda muy bien —esta vez habla Nayeon y lo observa con una gran sonrisa en su rostro, sintiéndose emocionada.

Debería molestarle el hecho de que ni siquiera puede elegir su maldito traje de bodas, pero ahora mismo solo quiere salir del lugar e ir en busca de su pequeño, así que en cuanto las dos mujeres dejan de parlotear, vuelve al vestier y se cambia. Al salir ve que su padre está pagando la cuenta mientras su madre y su prometida están distraídas viendo algo en el celular de la mayor, así que aprovecha la distracción de todos, para salir rápidamente del local.

Corre al estacionamiento mientras saca su celular y le deja un mensaje a Jimin. Es domingo lo que quiere decir que el chico debe estar descansando, entonces sube a su auto decidido a visitarlo.

Antes de arrancar, recibe una respuesta del menor, diciendo que no se siente bien, ni en condiciones de hablar, que lo  dejaran para otro día. Y así habían sido los últimos días desde su "discusión", el rubio lo evitaba diciendo que estaba trabajando o muy cansado para hablar. Y claro que Jungkook quería verlo desesperadamente, pedirle perdón y besarlo por hora, pero sabía que debía darle su espacio. Aunque luego de ese mensaje no pudo evitar preocuparse, le dijo que no se sentía bien, así que haciendo caso omiso a la petición del chico, se dirigió al hogar de este.

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El rubio estaba arrodillado frente al inodoro mientras vaciaba su estómago. Sus mejillas estaban llenas de lágrimas y sentía como su garganta se quemaba por el líquido que subía. Cuando terminó se levantó lentamente y casi vomita otra vez al ver su cara en el espejo. Estaba tan pálido, que se asustó y ni hablar de sus ojeras, labios y cabello.

No entendía que estaba pasando, pero sabía que debía simplemente tomar alguna pastilla para el malestar y ya. No tenía seguro médico y no podía costearse una consulta particular. Así que luego de lavar sus dientes y cara, se dirige a la mini cocina para buscar un vaso de agua.

A mitad de camino, escucha que están golpeando la puerta, se acerca con pasos lentos y la abre. Se sorprende al ver al mayor ahí, pero rápidamente su sorpresa se convierte en angustia, no quería que Jungkook lo vea así.

Hace el amago de cerrar la puerta, pero Jungkook es más rápido y lo impide, toma unas bolsas del suelo y se adentra al lugar.

- ¿Q-que haces aquí, Jungkook? te dije que me sentía mal —pregunta en voz baja, pero se puede apreciar un poco de enojo en esta.

- Precisamente por eso vine —responde mientras acomoda las bolsas sobre la cama— ¿Estás enfermo, amor? ¿Por qué no me dijiste antes?

Jimin siente un nudo en la garganta al ver la cara de preocupación en el rostro del otro— No es nada.. Seguramente algo me cayó mal, estaba por tomarme una píldora, no era necesario que vinieras.

El pelinegro lo ignora, se acerca y detalla bien la cara del menor. Puede ver que claramente no está sano y se siente horrible— Dime la verdad, pollito, es claro que no estás bien —hace una pausa y acaricia las gorditas mejillas de Jimin— Por favor perdóname por no estar para cuidarte y también por lo del otro día.

El pequeño tiembla mientras es rodeado por los brazos del otro y suelta un profundo suspiro cuando también esconde la cara en su cuello, aspirando su aroma— Te prometo que no es nada malo.

- ¿Y me perdonas? Nene, no sabes cuánto te extraño..

- También te extraño, Jungkookie, solo necesitaba un tiempo para pensar todo, pero realmente no quiero ser egoísta, sé que estás muy ocupado con el trabajo y que te estás esforzando mucho para que por fin podamos estar juntitos todo el tiempo.

Jungkook se siente una completa mierda y sabe que tal vez es momento de decirle a Jimin la verdad, pero no quiere dejar la comodidad de sus brazos. Sabe que esto destrozaria completamente todo lo que han construido, así que simplemente besa los labios del menor y lo guía hasta la cama para que descanse.

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Hola! quiero hacer una pequeña aclaración para que no haya confusiones.

Jimin es rubiecito en la actualidad, era castaño cuando conoció a jk, pero ya luego se tiñó el pelito sbdbsnbs.

Bueno, bye ♡