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Jimin y Jungkook se conocieron tres años atrás, cuando el menor recién empezaba a trabajar en la pequeña cafetería y era un completo novato. Fue bastante cliché, a decir verdad.

Jungkook iba de camino al trabajo y decidió comprar un café, como todos los días. No pudo evitar sentirse atraído por ese bonito castaño con cara adorable que parecía estar muy nervioso. Se sintió triunfante cuando lo vió acercarse a su mesa, con su orden sobre una bandeja.

Jimin estaba tan concentrado en no tropezar que no detalló al mayor, si no hasta que dejó el café sobre la mesa. Estaba fascinado, no podía creer que frente a él hubiera un hombre tan hermoso e imponente. No sabe cuánto tiempo estuvo observandolo, pero es sacado de sus pensamientos por la varonil voz de aquel hombre.

- Hey.. —Jungkook sacude lentamente su gran palma frente la cara del lindo chico— ¿Estás bien?

- O-oh sisi, disculpe señor —responde evadiendo la mirada del otro— ¿D-desea algo más?

Jungkook se sintió tentado a pedirle su número pero no quería parecer un loco, así que queriendo aprovechar al máximo el tiempo con ese bello angel, dice — ¿Podrías traerme un croissant? por favor.

- Enseguida! —y sale corriendo hacia la vitrina de panes y postres.

Un verdadero ángel.

Al cabo de un minuto está de vuelta con lo que el mayor pidió pero al querer apresurarse, sus pies se enredan y sí, el bonito chico cae frente al empresario. Se siente avergonzado y con ganas de llorar, aún en el suelo baja la mirada con pena y puede ver como el plato está roto en dos partes, mientras el croissant al parecer voló porque estaba bastante alejado de la mesa. Se siente horrible y no puede evitar preocuparse por lo que pensaría el guapo hombre sobre él.

Pero lejos de querer burlarse, Jungkook corre preocupado hacia el pequeño chico y lo ayuda a pararse, ve como este voltea la cara, evitando el contacto visual y también puede ver como una pequeña lágrima corre por su mejilla. El menor hace varias reverencias disculpándose y luego sale corriendo en dirección a la cocina.

Jungkook no pude evitar sentirse un poco mal por él y aunque tiene unas terribles ganas de correr tras él, sabe que se le hace tarde, así que solo se dirige a la caja y paga por absolutamente todo, hasta el plato que se rompió minutos atrás. Sale del lugar un poco resignado pero con la idea de volver más tarde, necesitaba ver de nuevo a ese chico.


Jimin se despedía de su jefa luego de un largo primer día y sale dispuesto a irse a casa para descansar toda la noche, pero se sorprende al ver a cierto chico fuera de la cafetería, recostado contra un bonito auto y mirando su celular. Sabe que es el hombre de la mañana y solo puede pensar que está ahí para cobrarle el plato y todos los daños que causó. Abochornado trata de huir, porque sabe que fue su culpa, pero realmente no tiene con que pagarle al hombre.

Estaba tan distraído, como siempre, que no sé dió cuenta que ya el otro había notado su presencia, así que se asusta cuando esté dice fuerte— Hola! —Y procede a acercarse con lentos pasos, pero se detiene al ver como el castañito hace una reverencia de 190°.

- L-lo siento señor! en s-serio no fue mi intención —hablaba tan rápido que el otro simplemente no tenía oportunidad de decir algo— Le prometo que le pagaré absolutamente todo en cuanto me paguen mi primer sueldo, pero por favor.. n-no me haga nada.

- ¿Q-qué..? Hey, no! no te haré nada —Jungkook termina de acercarse y toma de los hombros a Jimin para que esté se incorpore, le es imposible no ver como el pequeño cuerpo tiembla ante el toque y se aleja bruscamente, por el susto seguramente— No vine aquí por eso..

- ¿En serio? O-oh, yo– Lo siento mucho señor ¿Quiere hablar con la jefa? Creo que aún no se ha ido, déjeme ve–

El mayor lo corta diciendo— Tampoco estoy aquí para hablar con la dueña del lugar, solo.. Vine a verte —confiesa un poco avergonzado mientras se rasca la nuca nervioso y con miedo de que el chico piense que es un acosador o algo así, puede ver su carita sorprendida— No pienses nada malo! es solo que– me preocupe por ti está mañana ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? Porque si es así puedo llevarte al hospital —habla rápido mientras se acerca a la puerta de copiloto y hace el amago de abrirla para que Jimin entre, pero este lo interrumpe con un grito.

- E-estoy bien! en serio no tiene que preocuparse, fue solo un simple raspón.. —sus mejillas están rojas y quiere gritar de vergüenza ¿Ese hombre guapo realmente se preocupó por él?

- Está bien, te creeré, pero me sentiré más tranquilo si sé que llegas a salvo a casa ¿Que transportes usas?

- Usaré el bus! la estación está carca de aquí.

- Debe ser extraño que un desconocido te pida llevarte a tu casa, pero en serio creo que es peligroso que estés solo a estas horas, entonces.. ¿Me permites llevarte? prometo que no soy un acosador.

Jimin ríe bajito y oculta su rostro bajo sus pequeñas manitas. El mayor se siente derretir de ternura y se aguanta las terribles ganas de apretar esas bellas mejillas.

- M-me da pena, mi casa es realmente lejos.. No se preocupe, no me pasará nada.

- Está bien, no quiero ser intenso, pero al menos déjame acompañarte a la estación.

Jimin quiere negarse porque de verdad no quiere ser una molestia para el pelinegro, pero al ver sus bonitos ojos oscuros, le fue imposible, así que asiente y empieza a caminar con el gran hombre a su lado.

- Por cierto, soy Jungkook.

- Jimin, un gusto..


Los dos reían a carcajadas mientras esperaban el bus sentados. El mayor soltaba anécdotas graciosas del trabajo y Jimin solo se reía fuertemente, mientras olvidaba un poco sus problemas y tapaba su carita, como de costumbre.

Luego de unos minutos, el mayor duda pero finalmente se arma de valor y pregunta— ¿Podrías darme tu número? p-por favor.. —se forma un silencio entre los dos, pero solo unos segundos hasta que vuelve a tomar la palabra— Es solo para saber si llegaste bien! pero entiendo si no quieres, olvida–

- Deme su teléfono —El castaño lo corta y lo mira con una linda sonrisa.

Jungkook se lo entrega sintiéndose feliz y ve como el otro escribe, solo unos minutos después, pueden ver como el autobús se acerca, así que se ponen de pie y mientras los demás pasajeros suben, Jimin dice tímidamente— Le agradezco su compañía, señor Jungkook, y de nuevo disculpe por el inconveniente de esta noche —sacude su mano en despedida y sube rápido al transporte, dejando al mayor con la palabra en la boca.

Adiós, pequeño ángel.

secret - kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora