Flowers and rain ―Larry Stylinson. Omegaverse

Girasoles.

"Todo fue tan fluido, tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos parecio nada raro que de pronto mi mano estuviera en su mano, que nos miráramos a los ojos como dos adolescentes o dos tontos."  ―Los novios. (1959) Mario Benedetti.

Harry y Louis llevaban dos días sin verse luego de la noche donde durmieron juntos, compartieron el desayuno y ambos fueron a sus trabajos.

Esa mañana camino a la floreria el omega noto que tenía varias llamadas perdidas de Niall, era evidente que el alfa rubio llego temprano y vio el desastre, temió por la vida propia de su mejor amigo.

Cuando Harry llegó a el trabajo el rubio lo recibio con un abrazo y un suspiro de alivio pero luego lo regaño. El omega le contó todo y este exigió una presentación formal, aún qué ya conocía muy bien al alfa que siempre lo miraba mal. Era gracioso ver como era una persona tan sonriente y agradable ante la presencia de Harry pero cuando miraba a Niall, este podía asegurar que lo mataría en cualquier momento.

Pero volviendo a la actualidad, venían siendo días tristes para Harry, llevaba dos días sin saber nada de Louis y su pequeña. Si dijera que no los extrañaba el realmente mentiría.
La primera noche fue un infierno intentar dormir, la segunda noche llego a casa y cuando vio la mesa vacía simplemente fue a dormir, no comería. Antes lidiaba con la soledad, ahora parecía no poder con ella.

Era tonto y se sentía tonto, las cosas no debían ser así, nada le aseguraba a el que estaría eternamente acompañado y ahora estaba completamente triste ante la ausencia de el alfa y la alfita.

No quería pensar en esta noche, la cuál sería la tercera.

Llevo días ocupados porque debía arreglar el desastre de la floreria. Llevaba noches en soledad.

Para Louis no fue distinto, era complicado no pensar en su omega, aún más cuando Bertha no paraba de hablar sobre lo lindo que era Harry. La cantidad de comidas ricas que deseaba prepararle. Fantaseando con el omega cuando este estuviera en estado. Lo último hizo a Louis ahogarse con su tostada y espantarse.

¿Que tal si Harry quedaba en estado? era muy pronto eso, ¿no? ¿Siquiera deseaba tener un cachorrito?

Entonces Louis entró en pánico, el realmente iba en serio con Harry, cortejo, noviazgo, convivencia, lazo, anillo pero... ¿un bebé? no, por supuesto que no, nunca.

Louis llevaba planeando el primer día de cortejo y no se echaría atrás por el loco pensamiento de Bertha sobre un cachorrito.

El sonido de la canasta apoyada sobre la mesa lo saco de su trance. Bertha había preparado una canasta llena de deliciosa comida para que Louis hiciera un picnic con su omega. Era algo sencillo que le tomo días decidir pero quería empezar por algo tranquilo. Pequeñas citas íntimas.

―¿Tienes todo? ―Preguntó Bertha colocando unas frutillas que faltaban―.

Louis asintió y dejo un beso en la mejilla se la mujer para luego salir rumbo a Harry's house.

Cuando llego pudo ver a el omega de rodillas ante una maceta grande, estaba intentando revivir una planta, lleno de tierra con su hermoso jardinero.
El hermoso omega levanto su vista hacía el alfa cuando sintió su aroma. Un rulo caía sobre su frente, se lo acomodo y sonrió marcando sus hoyuelos.

"Joder, definitivamente podre cachorritos en ti amor", pensó Louis.

El omega se levanto rápidamente y estuvo apunto de abrazarlo tan fuerte y restregar su cara en el pecho del alfa pero se detuvo antes. Louis fruncio el ceño.

―Estoy lleno de tierra, lo siento. ―Sonrió el omega con timidez―.

Louis rodeó los ojos y lo tomó de la cintura apegandolo a su cuerpo, con su otra mano libre levanto su mentón y dejo un beso suave en sus labios.