Capítulo 9.

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Nunca había asistido a una cena de tanta clase, era mi primera vez

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Nunca había asistido a una cena de tanta clase, era mi primera vez. Definitivamente estaba nerviosa, por ningún motivo quería dejar en ridículo a Atanas o a su empresa.

Aunque no había dejado claros los términos de la cena, no después de lo que había pasado esa noche en su auto. Había mencionado algo sobre ser su acompañante porque tenía que cerrar un trato especial, tal parecía que no era alguien que diera detalles.

Me recomendó una vestimenta formal, no llamativa para acompañarlo. Sinceramente, no sabía a qué se refería exactamente, la mayoría de mi guardarropa se divida entre faldas, camisas y sacos para el trabajo y una diminuta fila de vestidos cortos para salir de fiesta, los cuales solo ocupaba en esas ocasiones. No creía adecuada ninguna de esa ropa para la cena, así que decidí llamar a una amiga.

— ¿Así que te follaste a tu jefe?— preguntó Angela mientras acomodaba bolsas de tintorería en mi cama.

—Si...—había algo de pena en mi tono. —No me siento tan orgullosa de eso como crees. —La mire atenta. —Folle con él antes de saber que sería mi jefe...—hice una pausa— y también cuando ya lo era, pero solo fue una vez... o dos.

— ¿Y tu trabajo no corre riesgo por eso?— una fuerte preocupación me golpeo. No había querido pensar en eso, intentaba mantener la calma.

—Quisiera creer que no pero no quiero pensar en eso, no hasta hablarlo con él. —Se quedó en silencio.

Desde aquella noche en el auto no había visto a Atanas. Tenía miedo de que me estuviera evitando, lo menos que quería hacer era tener problemas en mi trabajo soñado.

«Me encantas».

¿Que esperaba recibir con esa confesión? Lo pensé demasiado esa noche mientras intentaba dormir. Pasó por mi mente el hecho de que sólo hubiera sido el momento, un orgasmo desata emociones cariñosas pero después, ese abrazo, los besos tiernos y las caricias habían sido otra confesión callada.

Atanas quería algo de mí y por alguna extraña razón tenía miedo de aceptarlo, e iniciaba a pensar que el miedo no tenía nada que ver con el trabajo.

El guardaba un sucio secreto que había despertado el hambre de mi curiosidad.

Mi amiga abrió los cierres de las bolsas y me mostró dos largos vestidos, cada uno con detalles delicadamente hermosos.

El primero completamente negro, liso con delgados tirantes largos, que se amarraban por atrás del cuello.

El segundo, un vestido negro de encaje con detalles en rojo profundo. Mangas a los lados, que caían por los hombros, para que así el cuello quedara descubierto.

— ¿No crees que son un poco...—los observe detenidamente— reveladores?

No tenía ninguna pena al mostrar mi cuerpo, lo hacía con naturalidad cuando salía de fiesta. Pero aquello no era una fiesta, era una reunión de negocios.

You'll Be Mine Forever [+18] [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora