Atanas.
Mi padre había sufrido un grave desmayo. Podría ser algo no tan relevante para un humano, pero para un vampiro de más de 1000 años, bueno, era completamente anormal y preocupante.
Fui uno de los últimos en enterarse de su estado, tal parece que nadie había podido contactarme hasta que Melissa fue directamente a mi oficina.
Evadí los rostros molestos mientras me abría camino hasta la habitación de mi padre. Entre sin pedir permiso, no lo necesitaba.
—Padre— susurre.
Él estaba completamente recostado en la cama, los varios monitores a su alrededor confirmaban su mal estado.
Abrió ligeramente los ojos y sonrió detrás del respirador.
—Atanas— pronuncio con voz rasposa.
Me hinque a un lado de su cama, tome su mano y la puse contra mi frente antes de besarla. Me sentía culpable por no haber estado con él cuando se sintió mal, desde la llegada de Hada, mi vida parecía envuelta en una nube de distracciones, que no me dejaban estar con la persona más importante en mi vida.
Me levante y me pose a un lado de su cabeza.
—Los médicos dicen que fue un fallo respiratorio. —Melissa habló detrás de mí. Padre se había quedado dormido. —Dicen que está estable pero si sigue así, no vivirá más meses.
Me cuestione un millón de cosas.
¿Como era posible que el imponetente hombre inmortal qué me había convertido en un vampiro estuviera a pocos meses de morir?
Padre siempre parecía huir, huía cuando había rumores, cuando la gente parecía estar consciente de la clase de monstruos que éramos, o cuando sus hermanos se acercaban a él.
Llego a Bulgaria porque estaba huyendo de un conflicto con dos de sus hermanos, quienes habían matado a la familia real de un país lejano. Él me había confesado que había tomado la decisión de vivir una vida mortal en ese país, no condenaría a nadie más a su maldición, y moriría en paz como debió pasar en primer lugar.
Pero me conoció.
Un niño hambriento en las calles de Bulgaria, un valiente superviviente que estaba dispuesto a todo para seguir viviendo. Le di fuerzas para seguir con su misión, y ahora tal vez debía hacer lo mismo.
—Llama a los rusos. —Ordene.
—Ningún medio humano puede salvarlo, sabes lo que debe hacer. —Me objeto.
La vida de los vampiros originales nunca había sido sencilla, y menos la de mi padre. Cargaba consigo una enorme carga de culpabilidad, todo porque se veía obligado a convertir a almas inocentes a asesinos, y si no lo hacía, moriría.
Entre cada hijo qué había convertido había dejado un cierto tiempo, el tiempo que le brindaba condenar una vida. Dependía de la persona, con algunos habían pasado 100 años, con otros apenas unos 20.
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You'll Be Mine Forever [+18] [Español]
VampiroAtanas Kilov es un empresario, líder de la ciudad que tiene a todos bajo sus pies. En secreto, es un vampiro que se mueve en el bajo mundo de la mafia y los clubes nocturnos. Nadie lo somete, al menos nadie lo hacía hasta que llegó ella. Un encuentr...