Capítulo 13: Obedecer órdenes

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CHRISTOPHER BANG


Ver a Melody desmayarse anoche, fue una sorpresa y gran susto para mi, ni si quiera sabía que hacer. No pensé que ver a su madre, persona que al parecer no conoce, le afectaría tanto. Ha sido una semana dura para ella.

Son las seis de la mañana, no he podido dormir en condiciones por el miedo a qué se despertara por culpa del insomnio y se viera sola, a pesar de que estuviéramos durmiendo en la misma cama.

Bostezo, no me apetece ir a la empresa y tener que debatir con mi jefe, es increíble lo mal gestionado que tiene todo este problema.
Chequeo mi móvil otra vez leyendo los mensajes de hace diez minutos.

Oliver Crowy: Buenos días Christopher, necesito que vengas con urgencia a la oficina. Deja a mi hija en el hotel, no es buen momento para que venga.

Depósito un suave beso en su frente, está durmiendo tranquilamente abrazada a mi almohada. Ojalá quedarme y sentir su relajación mientras yo descanso también. Creo que es la primera que no quiero ir al trabajo y a veces, me da rabia. Mis emociones se sienten atrapadas por el mismo.

La última pareja que tuve, fue hace cuatro años y no fue muy bien. No era mi cliente, solo una muchacha que conocí en el supermercado que estaba cerca de mi antigua casa. Se enamoró, yo nunca lo estuve, pero quise probar lo que era apreciar y proteger a alguien obviando mi trabajo.  Jamás entendió a lo que me dedicaba, no se puso en mi lugar a pesar de yo ponerme en el suyo y se enfrío todo. No me dolió perderla, más bien fue aterrador perder la emoción del amor y pensar que nunca volvería.

—Buenos días, Karen.- Saludo a la recepcionista con una sonrisa.— Cuánto tiempo sin verte.

—Christopher, cariño, ¡estás guapísimo! - Exclama con gran alegría.— ¿Todo bien?¿Has podido ver a tu hermano?

—Aún no.- Hago una mueca apenado.— Habrá tiempo para ello.

—Bueno, espero que así sea. El jefe te espera, cómo siempre.

—Muchas gracias Karen, ten un buen día.

Toco la puerta de la oficina y espero a mi llamado. Entro enseguida al escuchar la voz de Oliver darme el permiso, ni si quiera me molesto en percibir si está tenso, el ambiente ya lo dice todo.

—¿Qué sucede, señor?

—Christopher, Dios mío.- Deja las cartas sobre la mesa y se sienta en su silla.— Tenemos problemas.

—Yo tengo preguntas.

—Siéntate, ¿quieres café?¿té?¿agua fría o del tiempo?

—No quiero nada, gracias.- Me acomodo en el asiento.— Necesito que me responda a algunas dudas que tengo, por favor.

—Espera, necesito que leas todo esto y me digas tu opinión, estoy volviéndome loco.

Me tiende las tres cartas que lanzó con anterioridad a su escritorio.

La inestabilidad vuelve a tu vida cuando todo lo que tenías organizado, se descontrola. No puedes pretender que la mentira envuelva tu vida Oliver, todo volverá como antes y no podrás hacer nada para arreglarlo. Yo no entro en ningún sitio si no sé como salir, así que espero que me des la bienvenida esta noche, papá.

—Esto no puede ser.- Susurro leyendo la última frase.— Es imposible, vimos cómo se llevaban el cuerpo señor.

—Malcon desapareció en el hospital Christopher, no dejó rastro de nada. El cuerpo que vimos, no era suyo.

𝙶𝚄𝙰𝚁𝙳𝙰𝙴𝚂𝙿𝙰𝙻𝙳𝙰𝚂 | 𝙱𝙰𝙽𝙶 𝙲𝙷𝙰𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora