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Capítulo 24: Se avecinan graves problemas

ANTES

NARRADORA

Melody jugaba felizmente al ajedrez con el señor Landon, le encantaba disfrutar su tiempo libre con los mayordomos de la casa. Su madre la observaba sentada en el sofá, ni siquiera se molestaba en ponerse a su lado ya que le daba tanta rabia que su marido haya preferido poner toda su vigilancia a la niña sin darle explicaciones.

—Jaque mate.- Dice con una sonrisa moviendo la reina, se había comido todas las fichas estratégicamente sin que el adulto se diese cuenta.

—Eres muy buena.- Indica rendido. No es la primera vez que presencia una clara derrota, Melody sabía muy bien como mover sus fichas.— Debería jugar alguna vez con su hermano mayor.

—Dudo mucho que el quiera jugar conmigo.- Dice con naturalidad. No le afectaba en absoluto la ignorancia de Malcón, ya estaba más que acostumbrada a estar sola, como si él no existiera.

Las tres personas recientes ladean la cabeza al escuchar la puerta abrirse con mala gana y los pasos firmen adentrarse al salón. Los hombres de la casa habían llegado sin muchos ánimos.

—¿Pero qué te ha pasado?

Melba se levanta de golpe del sofá acercándose a su hijo que presentaba hematomas recientes en su rostro.

—Le han vuelto a pegar.- Dice Melody recogiendo las piezas del juego.— Ha vuelto a perder.

—Cierra la boca.- Masculla el hermano mayor viéndola por encima del hombro de su madre.

—¿Le podrías decir a nuestro hijo que no sirve para ser guardaespaldas, Melba?

—Cariño, solo lleva un mes ahí.

—Me da igual, no es bueno para la empresa. Hoy entró un joven de su edad y ha sido impecable, mira como ha acabado él con dos cutres peleas.

—Oliver, te estás pasando.- Interviene mirándolo con mal humor.— No todos nacemos aprendidos, se necesita tiempo para habituarse.

—Él nunca aprenderá a ser un buen padre.- dice Malcón escuchando la lección de su madre.

—¿Cómo has dicho?

Oliver Crowy se acerca a Malcón dispuesto a alzarle la mano y provocarle un susto, Melody se pone en medio siendo un obstáculo en su camino. No es la primera vez que intenta interponerse en una pelea entre ellos, ya estaba cansada de lo mismo.

—Ya ha tenido suficiente.- Aclara cruzándose de brazos.— Deja que mamá le cure la cara.

Baja la mirada lentamente y carraspea su garganta antes de irse a su despacho. Los hermanos se miran sin decirse absolutamente nada, no existe un vinculo entre ellos por lo que Melody se va dejándolos solos.

—Necesito hacer el plan ya.

Melody escucha eso último cuando sube el último peldaño de las escaleras, frunce el ceño sin entender muy bien la conversación. Se agacha para visualizar a sus familiares desde arriba esperando a que sigan hablando.

—Todavía no cielo, paciencia.

—No puedo más.

La voz rota de Malcón quiebra sus oídos, es la primera vez que lo ve tan débil. Siente pena por él aunque no la suficiente por todo el daño que le había provocado todo esto, ella solo quería pasar tiempo con su hermano mayor. No es culpa suya que su padre sea un idiota a veces.