corazonada || jimin x yoongi

10

Ya había pasado más de dos semanas desde que confesamos nuestros sentimientos al otro en la villa del bosque, en la laguna.

Ninguno de los dos volvimos a mencionar eso, y me ponía inseguro. No sabía si aún sentía algo por mí. O si no fue solamente una broma pesada.

Espero que no sea el caso. Me ilusioné mucho desde ese día.

—Jimin, ¿podrías prestarme un poco de atención, por favor?

Entonces reaccioné. ¿Desde cuándo estaba con Namjoon en una cafetería vistiendo ropa informal?

—Ah, lo siento. Me distraje un poco. — me excusé.

Él me miró poco convencido. Negó con su cabeza mientras re-leía el menú.

Una chica con cabellos rubios se nos acercó para tomar nota de lo que ordenaramos.

Yo ordené de primera, Nam solo me miró estupefacto y ordenó luego de volver a revisar la carta.

—Conoces el menú —dedujo —. ¿Ya has venido a este lugar? ¿Con quién?

Nunca lo había visto tan a la defensiva, y para ser sincero tampoco me había gustado.

Apreté mis labios.

—No hay mucha variedad de alimentos que digamos. — quise evadir el tema.

—Jimin, ¿con quién? — insistió —¿Con qué persona has venido a esta cafetería? ¿La conozco? — guardó silencio un momento imaginándose quién pudo haber sido —Es.., ¿él?

Sin duda, no me gustaba este lado de Namjoon. Me sentí como en un interrogatorio, como si mi libertad estuviera en sus manos.

—Solo —confesé. Era un poco vergonzoso no contar con muchos amigos que tuviesen tiempo de sobra como para salir conmigo. —Después de que.., tu sabes. Me dí por vencido y vine aquí a despejarme. —No quería mencionar el pasado, cuando creía enamorarme de alguien y Namjoon me obligaba a alejarme de esa persona. No quise revivir ese recuerdo, porque tenía miedo que sospechara del chico gatito. Perdí a todas las personas a las cuales en su mayoría me les confesé. Las perdí por él, pero está vez, no lo permitiría.

—¿Y el chico de la otra vez? — insistió.

—Nam, por favor. No quiero lidiar ahora con tus preguntas. Acepté tu invitación porque dijiste que tenías algo urgente que decirme. ¿Me lo dirás?

Suspiró y asintió.

—Aléjate de ese chico.

—Pero-

—Jimin, no soy estúpido. Solo has lo que digo. Es por tu bien.

Me levanté incrédulo y estampé mis manos sobre la mesa —Namjoon, olvídalo. No lo haré.

—Lo harás. Tienes que hacerlo. No está bien que te relaciones con criminales. Tu carrera, tu dignidad, tu reputación, todo se irá a la mierda si no te alejas de él ya.

Sonreí incrédulo. Sabía que Nam era sobreprotector, pero nunca pensé que llegaría a estos extremos.

—¿"Criminal"? Nam, no sé que te dijeron de él, pero están equivocados. Confía en mí.

Se acomodó en el asiento, y su expresión se volvió más fría y seria.

—No quería decírtelo pero.., tiene una denuncia. Y ¿sabes cuánto es la compensación? Vaya casualidad que sea la misma cantidad que tu mensualidad, ¿no crees?

—¿Qué tratas de decir? ¿Estuviste investigándolo?

—Seré directo, Jimin. Él quiere tu dinero, no a ti.

—Namjoon, basta-

—No te digo todo esto porque los celos me matan, claro que no. Lo digo porque me preocupas. Es por tu bien, entiende.

—No. Soy un adulto, puedo tomar mis propias decisiones. ¡¿Por qué siempre te tienes que interponer así cuando alguien me gusta?! Sí. ¡Me gusta Yoongi, ¿y qué?! ¡Eso no te da el derecho de obligarme a hacer los que dices!

—¿O-Obligarte?

—¡Así es, siempre ha sido así desde que recuerdo! Pero está vez no. No dejaré que interfieras. —tomé mi mochila —No vuelvas a llamarme por esto. — saqué dinero y la dejé sobre la mesa —Para no tener deudas contigo. Ah, y no vuelvas a decir que alejarme de todos, es por mi propio bien.

Salí de ahí enfurecido. Aún no quería creer que Namjoon se haya tomado el tiempo de investigarlo. Eso me asustó. ¿Me investigará a mí también? Pero si es así, ¿desde cuándo?

Supongo que estoy dudando mucho de él. No es bueno...

Pasando entre los pasillos, se me antojó un helado apenas vi el local y un grupo de adolescentes comprando.

Me acerqué un poco. Solo cuando los estudiantes se retiraron, pedí mi orden y me dispuse a esperar.

—Deme otro igual. — dijo alguien a mis espaldas.

Al voltearme, vi al chico gatito. Y sonreí.

—¿Es que tanto me quieres que no puedes estar un momento lejos de mí? — fui un poco egocéntrico.

Aún así,

Él no quitó su cara inexpresiva.

—Solo quería un helado.

Carcajee un poco. Eso había sonado como una pequeña excusa, puesto que sus mejillas estaban rosadas. Espera...

—T-Tú.., ¡¿estás sonrojado?!

—Cállate. — carraspeó.

Mi sonrisa se amplió. Cómo cuando te gusta alguien, y no puedes evitar sonreír al verlo actuar tan tierno a pesar de que no puedan estar juntos. Ambos saben que se gustan. Pero ninguno tiene el valor de decirlo primero y solo se conforman con la inestable y confusa relación que llevan. Así me sentía yo.

Nos sentamos juntos para degustar mejor de la delicia. Mi sonrisa aún no se desvanecía.

—¿Qué te picó?

Le miré.

—Estoy feliz. — probé el helado gimiendo del placer en mi paladar.

El chico gatito soltó aire y sonrió de lado. ¡Se veía tan lindoooooo!

—Me recuerda a la escuela. — le miré y prosiguió —Solía siempre después de clases, comer helado.., con mi madre. — sonrió penoso —Ahora, lo como contigo.

Tum-Tum Tum-Tum Tum-Tum

¿Tan especial soy para él?

Lo sabía. El beso de hace una semana en mi casa de Campo no fue solo un impulso.

¡Dios, cómo lo amo!

Still live

•~• AFreeSoul94 •~•