corazonada || jimin x yoongi

1

El cielo despejado era perfecto para las salidas en pareja, la lluvia, era para las salidas de los solteros con el corazón roto.

O eso era lo que pensaba.

Las pestañas postizas picaban en mis párpados por la poca costumbre. Era la primera vez que me habían maquillado exageradamente, sentía una capa angustiante sobre todo mi rostro, no podía esperar más para llegar a casa y bañarme por completo.

Y lo hubiese hecho en las próximas horas al lograr por obra del destino parar un taxi.

—¡Jimin! — llamaron a mis espaldas.

Suspiré, esperando que no haya sido nada urgente.

Talves si hago como que no escuché, pueda librarme.

—¡Jimin, espera!

¡Carajo!

Volteé un poco, viendo a Jungkook correr hacia mí con una sombrilla en la mano.

Hice un gesto con mis manos, señal que me iba. No aguantaba más esa pasta sobre mi piel, sintiéndome con picazón.

Jungkook notó mi indisponibilidad y asustado aceleró su carrera.

—¡No quiero sesión de fotos! — vociferé al notar que la sombrilla era la misma que estaba en el set de fotografía.

—¡No, Jimin! ¡Espera!

—¡No, no! — saqué mi teléfono del bolsillo como única opción a dar mi excusa —¡Namjoon hyung me llamó! — mentí —¡Me voy!

—¡Jiminahhhh!

Y salí de ahí. Dejé al taxi con la puerta abierta y corrí hacia el semáforo de la esquina, listo para cruzar la calle.

Entré al sendero del bosque, agradecido de ser la única alma ahí, no me fue necesario colocarme la mascarilla, gafas y gorra para pasar desapercibido.

El hermoso cielo despejado, se volvió opaco.

—Pronto lloverá. — me dije mientras veía las oscuras nubes sobre mi cabeza.

Entonces entendí el porqué de la desesperación de Jungkook anteriormente. Seguro sabía sobre el repentino cambio de clima.

Detuve mi caminar.

Y la lluvia empezó.

Me saqué el chaleco café que traía y lo tiré a la tierra, debajo de un roble.

Ahora, solo usaba una camisa blanca sin mangas, y mi cadena plateada.

Abrí los brazos, gozando de las frías y gordas gotas que caían sobre mí.

Bajé la vista, viendo mis zapatos humedecerse. Los retiré dejando que la planta de mis pies hagan contacto con la tierra húmeda, y los dejé al lado de donde había dejado la chaqueta.

Mi cabeza ya se había enfriado. Eso era un alivio, había estado muy estresado.

Pasé mi mano entre mis cabellos llevándolo para atrás, dando a ver todo mi perfil y mi manzana de Adán brillando por el agua.

Entonces lo ví.

Mis ojos se encontraron en ese ser vestido completamente de negro. Mirándome atentamente.

Tum-Tum.

Cállate, corazón. Es un macho ¿no lo ves?

Su mirada estaba vacía, las comisuras de sus ojos rojos, y de su labio inferior descendían gotas rojas que habían logrado manchar su ropa.

Él no dejaba de mirarme con esos ojos rasgados.

Yo no podía dejar de mirarlo debido a su aspecto.

Tum-Tum Tum-Tum

Corazón, ¿estás seguro que cumple con mis estándares?

Tum-Tum Tum-Tum

Pero es hombre.

TUM-TUM TUM-TUM

¡Ya oí! ¡Ya oí!

Tomé la chaqueta y mis zapatos que había dejado debajo de un árbol para que permanezcan un poco más secos que yo.

Y entre la lluvia. Estaba él y yo.

Caminé con destino hacia ese pelinegro y una vez frente a él, le mostré una sonrisa. Talves la primera sonrisa que había recibido en el día al verle tan demacrado.

Sin embargo, no se inmutó. Su expresión de soledad seguía ahí al igual que su apariencia dolida.

Solté mi zapatos sin importar cuan sucios estarían y tomé entre mis manos mi chaqueta.

Se la puse sobre la cabeza, y él se cohibió. Tan tierno.

—Está caliente, ¿verdad? — le dije con una sonrisa penosa a lo que él asintió débilmente.

Tum-Tum

Lo sé, este chico necesita un refugio.

Tum-Tum

No, corazón. No puedo ser su refugio.

¡Tum-Tum!

Corazón, no. No insista-

—Es lindo — dijo desconcertándome a lo que le pedí de favor que repitiera —. El sonrojo de tus mejillas, es bonito.

Tum-Tum Tum-Tum

Sí, corazón. Te dije que podíamos darle refugio. Soy el que mejor ideas tiene.

¡¿Tum-Tum?!

Ya, ya, shhh.

Gracias por leer :3
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