Extra

455 45 4
                                    

Habían pasado dos años más, para esos momentos Bakugou ya estaba en los 39 año, estaba alado de Shouto sentado mientras le contaba lo que había hecho en su día, como Kirishima le había enseñado a arreglar un oyó en la pared, por qué la otra vez Kirishima fue quien lo arreglo.

—Shouto no importa que deba cumplir 100 años más, yo seguiré esperando a que despiertes— comentó mientras besaba su mano.

Pero mientras la sostenía pudo sentir un apretón de manos, claro sabía que avía momento involuntarios que hacía en estado de coma, pero esta vez era diferente, esta vez el apretón se mantuvo por largos segundos.

—Shoto— susurro inconsciente mientras se ponía enfrente de el sin soltar su mano, podía ver cómo sus ojos se abrían un poco.

—Ba-bakugou...— se escuchó un susurro apenas audible.

—Si, si soy Shouto, estoy aquí, estoy aquí contigo— comento mientras sonreía al ver a el bicolor sentía pequeñas lágrimas salir de sus ojos.

—¿Por qué lloras...?— preguntó débilmente mientras movía su mano lentamente hacia donde se encontraba la mejilla del cenizo, para limpiar aquellas lágrimas que recorrían sus ojos, no sentía fuerzas.

—¿De qué hablas?, Yo no estoy llorando— contestó mientras sonreía.

—Te ves más viejo...— susurro mientras una pequeña y débil sonrisa se formaba en su labios.

—¿No te gusto viejo acaso?— pregunto mientras sonreía al ver al bicolor.

—Me encanta como te ves, sigues siendo guapo— respondió con el mismo tono de voz no sentía fuerzas para poder moverse, su mano le pesaba.

—Yo te sigo viendo igual de perfecto que siempre— respondió el cenizo mientras reía al ver al bicolor desviar la mirada avergonzado, pero de repente la mirada de el bicolor volteo hacia su pecho al mismo tiempo que su mano también se dirigía ahí.

—¿Q-qué paso?— pregunto alterado, pero aún así seguía moviendo su mano con trabajos buscando algo en su pecho.

—Shouto ya no tienes nada, tiene más de 15 años que ocurrió eso— contestó mientras besaba su mano.

—¿C-cómo?— pregunto nervioso.

—Después de todo, caíste en coma Shouto, por 15 duros y largos años— comentó mientras lo abrazaba con fuerza.

—¿Qui-quince años?— preguntó asustado mientras miraba a su alrededor.

—Si, discúlpame no pude protegerte adecuadamente, lo siento tanto— lloró el cenizo solo pudo sentir como el bicolor se abrazaba fuerte o al menos lo más fuerte que podía de el.

—Bakubro adivina que...— sus palabras fueron interrumpidas por si mismo —Shouto... despertaste— susurro mientras corría hacia Shoto abrazándolo con fuerza casi aventando al cenizo.

—Oye es mío— se quejó el cenizo, pero el pelirrojo seguía abrazándolo con fuerza.

—Kirishima... también as cambiado mucho, pero... me alegra saber... que aún tienes esa sonrisa...— susurro Shoto.

—Idiota alejate de mi Shoto— grito el cenizo intentando alejar a Kirishima pero el pelirrojo solo reía mientras lo abrazaba.

—Tranquilos...— susurro Shouto.

...

Un mes después Shouto ya estaba como nuevo, estaba enterado de todo lo que avía pasado en su estado de coma pero le alegraba ver que todo seguía siendo hermoso y brillaba como todo alguna vez fue antes.

Ahora estaba en un altar con un traje blanco, mientras Bakugou con un traje negro, los dos tomados de la mano, con todo el pueblo que quiso celebrar con ellos, claro después de disculparme con el bicolor.

Pero había varias sillas vacías para su padre Enji, su madre Dren, sus suegros los Bakugou, cuatro más para sus hermanos y hermana, Denki, Cero, Mina, Ida, Uraraka, etc, sus amigos que habían muerto honorablemente siguiendo sus sueños de un mundo mejor.

Mientras que dos niños abandonados habían aparecido en su camino, que para Shoto fue una señal del mundo para que sean sus hijos los acompañaban y claro que Kirishima tenía que ser su padrino.

—Te amo tanto Todoroki Shoto y quiero pasar toda mi vida siendo tuyo para que tú seas solo mío— fueron los votos de aquel cenizo posesivo —por que estoy más que seguro que mi vida sin ti, no sería vida— finalizó mientras besaba ahora esa mano que tenía color, mirando esos ojos con heterocromia, que brillaban, con esas mejillas rosadas, viendo tantas expresiones en el rostro de el bicolor que sonreía con alegría.

Fin

SOLO QUIERO VOLVER (BakuTodo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora