DOCTORS - Jenlisa

Capitulo XXV

"Amor, puedo llevarte". Lisa trató de convencer a Jennie.

"No, amor. Vete a casa. Estarás en el trabajo mañana, descansa por ahora". La cirujana respondió. El brazo de Lisa todavía estaba en su cintura haciendo que pareciera que la joven no estaba lista para dejarla ir.

"Te extrañaré. Incluso si estuvimos juntas anoche". Lisa hizo pucheros.

Jennie pellizcó las mejillas de su novia y se paró de puntillas para presionar un rápido beso en los labios de Lisa. "Yo también te extrañaré. Mi astuta pasante quien es MIA".

Lisa sonrió tímidamente. "Llámame cuando puedas, ¿de acuerdo? ¡Te amo!"

Mientras Jennie se dirigía al hospital, Lisa conducía a casa para disfrutar de su último día libre.

Lisa sabía que algo andaba mal con Jennie, la mente de la cirujana estaba a la deriva en algo que la molestaba. Deseaba que Jennie pronto se abriera con ella.

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POV LISA

"Supuse que te habías quedado a dormir donde Jennie anoche". Mamá habló mientras se acercaba a mí luciendo disgustada.

Le sonreí torpemente después de alcanzarla para besar sus mejillas. "Olvidé enviarte un mensaje de texto diciendo que pasaría la noche allí. Pero no te preocupes, mamá, podemos comer juntos hoy".

Mi mamá negó con la cabeza, me pellizcó la cintura y luego me abrazó un poco. "Seguro que estás realmente enamorada, ¿eh?"

"¿Es demasiado obvio?" Sonreí tímidamente mientras caminábamos lado a lado entrando a la casa.

"¡Por supuesto! No querrás ver tus ojos brillar cada vez que te pregunto por Jennie".

"¿En serio? Bueno, supongo que estoy demasiado enamorada entonces". Me reí. Podía sentir mis mejillas calentarse.

"¿Ya fue al hospital?" Preguntó mamá.

"Sí." Respondí mientras me pasaba un tazón de arroz. El desayuno en las mañanas era algo que mi familia siempre esperaba.

"¿Puedo preguntarte algo, Lisa? Pero no tienes que responder de inmediato". Mi mamá soltó, casi como si estuviera dudando.

La miré, solté mi tenedor. "¿Qué pasa? ¿Hay algún problema, mamá?"

Se acomodó en su asiento, me miró. "No, creo que no se considera un problema, pero depende de ti".

"Entonces, ¿qué es? Dime, siempre estoy dispuesta a escuchar, mamá".

"Tu papá quería que nos mudáramos a California". Nerviosamente dejó caer la bomba.

Mis cejas comenzaron a fruncirse. "¿Por qué tan de pronto?"

"No, si no quieres, está bien. Solo quería que supieras que le ofrecieron un nuevo trabajo en Cali. Quiere ir, pero como siempre, él considera tu decisión". Mi mamá sonrió a medias.

Apreté los labios y me encogí de hombros. "Si ambos quieren ir, mamá, pueden, pero no creo que pueda ir con ustedes".

Mi mamá asintió y tomó mi mano sobre la mesa, apretó suavemente. "Entiendo, Lisa, si quieres quedarte aquí, entonces quédate. Sabes que tu felicidad siempre es lo primero. Siempre tienes nuestro apoyo".

Me puse de pie, abracé a mi mamá en un fuerte abrazo. "La encontré, mamá. No creo que pueda soportar no estar con ella".

"Lo sé, Lisa. No tienes que preocuparte. Tu papá y yo te entendemos, cariño. Solo cuídate si alguna vez nos mudamos a Cali, ¿de acuerdo?" Me dio unas palmaditas en la cabeza y me pellizcó suavemente la cintura para que dejara de llorar.