DOCTORS - Jenlisa

Capitulo XXVI

"¿Escuché bien? ¿Romperás con ella?" El presidente preguntó divertido.

Jennie se agarró su dolorido pecho, miró a su padre y asintió con la cabeza. "Lo haré, solo déjala en paz. ¡Aléjate de ella también, papá!" Ella finalmente expresó.

El presidente aplaudió y sonrió victorioso. "Bien. Ahora levántate, arreglaré la boda que arruinaste".

La cirujana se puso de pie lentamente, todavía llorando a todo pulmón. "¿Le dijiste?" Le preguntó a su malvado papá.

Ella lo enfrentó una vez más. "¡Oh, eso! Lo hice, querida, lo siento. Pero está bien, terminarás con ella, ¿verdad?" Bromeó y luego dejó a Jennie miserable.

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Jennie no sabía qué hacer. Temía enfrentar a Lisa. La culpa y la tristeza mezcladas nunca serían una gran combinación.

Han pasado horas desde que su padre se fue, pero aquí está distraída, mirando a ninguna parte. No hubo ningún mensaje de texto o llamada de Lisa, pero está segura de que la rubia estaba enojada y herida y que era tan tonta por causarle dolor.

Se escuchó un golpe en la puerta de su oficina. La puerta se abrió revelando a Jisoo. La enfermera le sonrió débilmente y le pidió permiso para entrar. Jennie asintió y le dijo que se sentara en la silla vacía.

"Estaba pensando en sí al menos podría ayudarte, sé que no estás bien". Jisoo murmuró.

Jennie negó con la cabeza y simplemente respondió: "Estoy bien". Sin pestañear sus ojos feroces.

"¿De verdad?" comentó Jisoo.

La cirujana luchó mucho para que las lágrimas no se derramaran pero no lo consiguió. Las lágrimas cayeron en cascada de sus ojos tristes y doloridos. "No lo estoy." Ella susurró con sinceridad.

Jisoo saltó rápidamente para estar al lado de la cirujana. Ella la abrazó. "Déjalo salir, Jennie, todo estará bien".

"Tengo miedo de perderla, Jisoo. No puedo, pero tengo que hacerlo". Jennie lloró.

La enfermera la hizo callar. "Solo estás haciendo lo que creías que era correcto, Jennie".

"Pero lo mejor que puedes hacer ahora es hablar con ella, Jen. Dale la explicación que quiere, enfréntala y, si la pierdes esta noche, enfréntate a la realidad. Quién sabe, tal vez algún día, si ustedes dos realmente están destinadas a ser, el destino hará que ustedes dos estén juntas de nuevo". Con eso, Jisoo abrazó a Jennie con fuerza para hacerle saber a la cirujana que tiene una amiga.

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Por otro lado, Lisa esperaba en la mansión de Kim. Estaba entre molesta y confundida. Quién no podría estarlo cuando el presidente irrumpió en su casa decidido a casar a su hija con cierto hombre que él quería.

El presidente simplemente le escupió en la cara que no la quería para su hija.

Recordó todos los comentarios de odio que el padre de Jennie le lanzó.

"¿Qué podrías ofrecerle a mi hija?" Preguntó el presidente mientras recorría con los ojos la humilde casa de Lisa. "Supongo que nada, Manoban. Lo siento mucho pero no eres lo suficientemente competente para Jennie, no mereces a mi hija, jovencita". El presidente se rió. "Ella es una heredera y tú ¿qué eres? Una simple pasante".

En ese momento Lisa se sintió pequeña y humillada en su propia casa. "Ella me ama y eso es más que suficiente".

El presidente negó con la cabeza, llevó su mano para tocar el hombro de la rubia. "Créeme, jovencita, el amor no es suficiente. En estos días, el poder y la riqueza son lo primero. Y lamento de nuevo decirte esto, pero careces de ambos".