DOCTORS - Jenlisa

Capitulo XXVII

Muerte.

El fin de la vida.

La muerte es inevitable.

Nadie puede escapar de ella o evadirla.

La muerte es permanente.

Es lo único seguro en la vida.

Tememos a la Muerte más que a nada.

Lentamente, Jennie comenzó a darse cuenta de lo que en verdad significaba la muerte. Ella pensó que las personas temían a la muerte no porque tuvieran miedo de morir, sino porque no podían comprender el miedo de dejar atrás a las personas que más amaban y el miedo de infligirles dolor.

No solo eso. Cuando llegue tu hora, no hay mucho que puedas hacer sino preguntarte adónde van realmente las almas.

"La muerte puede estar llena de miedo o de paz. Mientras me voy, quiero que sepas que prefiero lo último". El anciano se rió entre dientes, casi sin aliento. El presidente envejeció mucho, círculos oscuros debajo de los ojos, piel pálida y cabello blanco y delgado. El hombre que era antes desapareció lentamente. Sostuvo suavemente la mano de su hija, rozó su pulgar con el de la joven. "No soy un buen padre..."

"Pero hice todo lo posible para ser uno en los últimos días que me quedaban de vida. Lamento sinceramente todas las cosas que hice mal". El presidente sonrió tristemente. "No llores". Susurró y alcanzó la mejilla de su hija. "Tu mamá y yo pronto nos reconciliaremos".

"Eres un regalo para nosotros. Lo siento si no pude hacerte sentir querida..." El presidente finalmente habló. Eventualmente, su respiración irregular se calmó, sus ojos cayeron en un sueño profundo, su calor se volvió frío lentamente y su corazón finalmente se detuvo para dar vida a todo su sistema.

"Hora de la muerte tres cuarenta y seis a.m."

Jennie cerró los ojos mientras sentía lágrimas calientes corriendo por su rostro. Su padre se había ido. Luchó contra el cáncer de pulmón durante casi dos años. Tal vez era realmente el tiempo de su padre.

Jennie solo podía desear que su padre estuviera en paz como él le dijo porque sabía que lo perdonó hace mucho tiempo.

"¿Qué valdría la vida si no hubiera muerte? ¿Quién disfrutaría del sol si nunca lloviera? ¿Quién añoraría el día si no hubiera noche?"

Mientras una cirujana de cabello negro estaba de pie junto a una tumba de mármol negro y dorado, todos los recuerdos del pasado volvieron a su cabeza. El nombre de su padre estaba cuidadosamente grabado en la tumba, al lado había un ramo de crisantemos que al presidente le encantaba. En realidad, fue bastante extraño para Jennie, porque creía que la flor simbolizaba una amistad que ni siquiera se acercaba al carácter de su padre. El presidente nunca fue amistoso con nadie, lo que significaba que la amistad no era algo para él.

Fueron los días de su padre en el hospital cuando se enteró de las flores que amaba el anciano. Bueno, Jennie estaba segura antes de que había muchas cosas que nunca supo sobre su padre. ¿Por qué? Porque en primer lugar los dos se despreciaban. Ni siquiera podían soportar la presencia del otro.

Pero tal vez eso fue antes de que se enterara de la enfermedad de su padre. Durante casi dos años, su padre luchó contra el cáncer de pulmón. Ese fue también el comienzo de sus realizaciones. Jennie comenzó a prestar atención a su padre a pesar de que había un sentimiento persistente de resentimiento en su pecho. Empezó a comprender también que él era su única familia y que siempre será su padre, aunque nunca se convirtió en uno para ella.

Los días restantes de su padre fueron como un abrir y cerrar de ojos. Esos días fueron los días en que Jennie estaba segura de que nunca se desvanecerían. Ella ama a su padre, eso es seguro. Incluso después de todas las cosas que había hecho.

"Papá." Jennie murmuró. Se sentó frente a la tumba de su padre y sonrió genuinamente. "Te traje las flores que siempre te gustaron, nunca me dijiste la razón por la que te gustaban". Ella se rió levemente.

"Hoy es el segundo año desde que te fuiste de forma permanente, pero nunca te olvido... De hecho, te extraño, papá". Jennie se colocó los mechones sueltos de cabello detrás de la oreja. "Yo también extraño a mamá. Los extraño mucho a los dos". En su mano había una foto de su Madre y Padre. Jennie se volvió más independiente y lo suficientemente valiente para enfrentar cada prueba de la vida cuando perdió a su padre. Se las arregló para mantenerse firme y luchar con todas sus fuerzas. Quizás en algún momento se sintió sola, se sintió traicionada, también sintió ganas de morir. Pero al final del día recuperaba la compostura para aguantar todo.

"¿Estás bien, Jen?" Jisoo la saludó, apareciendo a su lado.

"Sí, Chu, solo un pequeño drama". Jennie se rió mientras le ofrecía un asiento a la jefa de enfermeras más linda que conocía. Jisoo se convirtió en una de sus amigas más cercanas. Nunca se apartó del lado de Jennie incluso antes de que Lisa dejara a la cirujana.

"¡Deja de llorar! ¡Arruinarás mi obra maestra!" Jisoo codeó a Jennie cuando se dio cuenta de que la cirujana estaba derramando lágrimas OTRA VEZ. "Mira, arruinaste tu maquillaje. ¡Realmente eres una bebé llorona, Dra. Kim!" Ella añadió.

La cirujana sonrió y comenzó a buscar un pañuelo dentro de su bolso. "Te dije que volvía pronto, Chu. ¿Tienes tanta hambre?" Jennie reprochó.

Jisoo inclinó la cabeza. "Nah. Solo sabía que necesitabas un hombro en este momento. Fui muy consciente de que llorarías de nuevo. Supongo que te conozco muy bien".

Jennie se secó las lágrimas y miró a su amiga. "¿Me veo bien ahora?"

"¡Sí!" Jisoo respondió pero se puso de pie una vez más. "Presidente... su hija está muy bien. Es la mujer más fuerte que conozco, estoy segura de que ahora está muy orgulloso de ella". Jisoo sonrió y le indicó a Jennie que estaría afuera para esperar a la cirujana.

"Bueno, esa es Jisoo, papá y mamá. La conocen, ¿verdad? Es una de mis mejores amigas que nunca se apartó de mi lado. Estoy agradecida por ella y por Kai. Realmente están ahí para mí". Jennie estaría siempre agradecida de haber encontrado a Jisoo, Rosé y Kai. A pesar de que Kai ahora era su exmarido y su matrimonio no funcionó bien. Ella está feliz de que tengan una gran amistad.

"Así que no se preocupen por mí, arasso? Estoy bien, siempre estaré bien, mamá y papá, pero siempre los extrañaré a ustedes dos. Los amo mucho a los dos". Jennie colocó suavemente un beso rápido en el retrato de sus padres antes de volver a colocarlo sobre la tumba de mármol.

Tal vez la Muerte no solo pueda significar tristeza y dolor, en cierto punto significa paz, perdón y nuevos comienzos.