DOCTORS - Jenlisa

Capitulo XXXIX

POV LISA

Tomé un sorbo de mi propio vaso, mirando a la puerta de la tienda de cheesecake. Allí vi un cuerpo pequeño familiar y cabello largo color melocotón. Ella también era alta, con esas piernas largas asesinas y piel suave como la crema. ¡La mujer se parecía a Rosé!

Discretamente, seguí a la mujer con la mirada, pero dejé de hacerlo cuando me di cuenta de que no había mucho que pudiera ver. Se iba y tal vez pensé erróneamente que era Rosé. Además, extraño mucho a la ardilla y es triste que no pueda disculparme con ellas hasta ahora.

"¿La conoces?" Tzuyu me preguntó con curiosidad.

Mis ojos se desplazaron de nuevo hacia ella y sacudí brevemente la cabeza. "No. ¿Terminaste? ¿Podemos irnos?"

Su boca se quedó boquiabierta, pero sacó una sonrisa tensa. "Apenas comiste, Lisa".

"No tengo hambre." Razoné y desvié la mirada.

Tzuyu me sorprendió hace unos dos días, vino aquí, a Corea del Sur. Por mí.

Debería estar feliz. Pero no lo estoy.

No quiero lastimarla, pero lo hago y si no puedo decirle la verdad tan pronto como sea posible, podría odiarme para siempre.

"¿Tenemos un problema, bebé?" Ella cuestionó, sus ojos llenos de incertidumbre y miedo.

"Estás actuando con frialdad... Me está asustando..."

La miré a los ojos y por un momento me di cuenta de lo hermosa que era. Sus facciones la hacían parecer muy extraña en esta tierra, una mirada y su belleza te atraerá.

Pero, ¿por qué no siento nada especial con ella? No puedo recordar el momento en que Tzuyu hizo palpitar mi corazón o si hubo un momento en que lo hizo. Supongo que realmente no puedes enseñarle a tu corazón y decidir a quién quiere.

"Estoy un poco cansada, lo siento." Alcancé su mano por encima de la mesa y la rocé con la mía, asegurándola.

"Venga, volvamos al hotel". Sonreí mientras me levantaba de mi asiento.

Tzuyu simplemente asintió como respuesta y me dijo que necesitaba ir al baño rápidamente mientras yo pagaba por lo que comimos.

Quiero ser honesta con ella, pero no creo que sea el momento adecuado. Seguía dudando, porque sé que no quiero verla llorar y eso es imposible.

Soy la razón de su dolor, siempre lo seré.

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"¡Buenas noches Eun-Jae!" Rosie se despide de su sobrina y besa la mejilla de la niña antes de volver al auto de Jennie. Su hermana Alice articuló un gracias y luego la abrazó con fuerza antes de irse.

La enfermera puede ver a la niña despidiéndose con la mano desde la puerta de su casa. Ella se rió entre dientes y le devolvió el saludo mientras finalmente subía al auto. Jennie seguía dormida, sin mover un solo músculo. Rosie creía que su amiga debía estar demasiado asustada y se sentía amenazada por la presencia de la taiwanesa.

"Jisoo unnie". Rosie habló por la otra línea.

"¿Qué?" Jisoo respondió, quien estaba dormida cuando llamó la enfermera.

"¿Te desperte?" preguntó Rosé.

"Un poco." La otra se rió.

"Está bien, yo también me voy a casa".

"¿En serio? Te iré a buscar. Andae, te iremos a buscar". Rosé se rió.

Jisoo se quedó con preguntas sin respuesta en su cabeza cuando Rosé colgó la llamada. Decidió prepararse y agarrar sus cosas una vez que la enfermera le dijo que estaba fuera del hospital. Pero luego Jisoo se pregunta cuál es la agenda de Rosé a esta hora.