Capitulo 8

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Aiden Black

Cuando mis ojos se abren lentamente, y veo que es de día, casi siento ganas de llorar de la felicidad. De la tranquilidad y paz que siento. Por fin dormí bien. Por fin he dormido una noche completa. Y al mirar a mi izquierda, y ver a Eleanor durmiendo tranquilamente, me respondo el porqué.

Su brazo está estirado, lo cual me deja ver un pequeño tatuaje en la parte interna de su bíceps.

JRA

Me pregunto qué significa, eso definitivamente no estaba ahí antes.

Sus ojos se abren lentamente y se ajustan a la luz. Antes de decir algo, me mira como si me inspeccionara. —¿Cómo dormiste? — Me pregunta. Y a pesar de todo, se sigue preocupando por mí.

—De maravilla. — Digo quitando el cabello de su rostro para verla bien.

Ella sonríe en respuesta y peleo contra mi instinto de acercarme a besarla.

—No te detengas. — Su voz es un poco ronca y tentadora. Me lee la mente. 

No necesito más.

Me acerco a ella para besarla y me responde con gusto. Con cuidado la ayudo a ponerse sobre mí. Ni siquiera quiero ir rápido, quiero disfrutarlo, quiero sentir cada momento. Nunca pensé que pudiera perder estos momentos, y ahora que lo tengo de vuelta, lo aprovechare al máximo.

Ella mueve su cabello hacia un lado, dejándome más espacio para besarla. Sus labios son exactamente como los recordaba, y ella parece que recuerda como besarme a la perfección.

Paso mis manos por sus brazos, su cuello, sus mejillas, su cintura, su espalda, cada parte de su cuerpo encaja perfectamente en mis manos. Sus frías manos recorren todo mi abdomen lo cual me causa escalofríos. Necesito más, pero no quiero presionarla.

Pero de nuevo, me conoce a la perfección, y ella se quita la blusa, dejándome ver que no llevaba sostén debajo. Sin dudarlo, mis manos tocan su cintura, y suben a su pecho. Joder, he soñado con esto demasiado tiempo.

—Te extrañaba tanto. — Su delicada voz sale en un suspiro, y escucho todo lo que necesitaba escuchar.

—No tienes ni idea. — Le digo al momento en que la volteo para que quede debajo de mí. Tomo sus muñecas entre mi mano derecha y las subo sobre su cabeza. La beso en los labios, en el cuello, en el pecho, en su abdomen, quiero besar cada centímetro de su cuerpo, por si algún día llego a olvidarlo.

Llego al borde de los boxers que le he prestado y la miro. No haré nada que ella no quiera. Pero asiente. Me dice que sí.

Con las dos manos los bajo lentamente y se los quito por completo, no le dejo tiempo de más, y le quito la ropa interior también. Noto como su respiración aumenta poco a poco, y me vuelve loco. La empiezo a besar alrededor de su zona, antes de hacer cualquier cosa, paso un dedo por ahí simplemente para ver lo que he causado.

Joder. Siempre esta tan lista para mí.

Al momento en que mi único dedo la toca, suelta un suspiro. La miro antes de empezar. Paso mi lengua de abajo hasta arriba, escuchándola gemir de la manera más hermosa.

Siento su mano agarrar mi cabello cuando empiezo a moverme más rápido. Apuesto a que nunca le habían hecho esto antes. Así que me tomo el tiempo de hacerlo a la perfección.

Su respiración aumenta y la miro. Definitivamente debo de estar soñando. —A-Aiden... —Su voz gimiendo mi nombre me envía al paraíso.

Cuando sé que está por terminar, introduzco un dedo dentro de ella y aumento la velocidad de mi boca.

Termina en mi con un sonido hermoso. —Te odio. — Dice tratando de recuperar la respiración.

—Acabo de darte quizás el mejor orgasmo de tu vida, ¿y eso es lo que obtengo? — Digo subiendo de nuevo para besarla.

—Te odio. ¿Porque nunca me hiciste eso antes? — Dice sobre mis labios. Sus manos en mi nuca y un ligero sudor sobre su piel.

—Lo estaba guardando para después. — Le digo antes de besarla de nuevo.

La beso lentamente, porque si seguimos, sé que no podré parar.

—Vamos a ducharnos. — Le sugiero. Internamente rezando porque diga que sí. Me levanto y la miro desde arriba. Se ve incluso mejor.

No dice nada, lo cual me indica que es un sí. Me adelanto al baño para encender la bañera con agua caliente. Miro al rededor por algún tipo de burbujas o sal. Encuentro un pequeño bote y exprimo un poco. Eso servirá.

Regreso a la habitación para verla y la encuentro viendo la vista con la sábana alrededor de su cuerpo. La abrazo por detrás y deposito un beso en su cuello. —Me quiero quedar aquí para siempre.

Sus palabras me hacen sentir millones de emociones. Entonces la tomo entre mis brazos y la cargo. —¡Aiden!— Dice riendo y tratando de tapar su cuerpo, ya que la sábana se ha caído. Me aseguro de que el agua este caliente y la dejo dentro de la bañera. —Oh, wow.— Dice relajándose al instante.

Me retiro los bóxers y entro en la bañera frente a ella. Relaja su cabeza hacia atrás, y yo me quedo mirándola.

Cualquier sentimiento de enojo, o tristeza que sentía, desaparece al instante. Me siento bien, me siento normal, me siento feliz. Perdoné al mundo cuando Eleanor entro a mi vida.

—No me mires. — Dice, pero tiene los ojos cerrados.

—No te estoy mirando. — Le digo, claramente mintiendo.

Eleanor se endereza y se acerca a mi. Con sus manos mojadas peina todo mi cabello hacía atrás. —Te ves muy bien con el cabello así. 

Me río ante su comentario. —Ya me lo habías dicho. — Digo recordando tiempos que parecen haber sido hace siglos.

—Es que es verdad. — Sus ojos recorren cada facción de mi rostro y después me besa. —Te ves bien de todas maneras.

Sonríe y no me aguanto las ganas de besarla. Espere tanto tiempo, que ya no pienso esperar si la quiero besar.

—Prométeme que, pase lo que pase, no nos volveremos a distanciar de esa manera. No puedo volver a vivirlo, Aiden.— Habla ahora seriamente.

—Te lo prometo. — Digo mirándola a los ojos.

La beso por un rato más. Simplemente la beso, yo también quisiera estar así para siempre.

Colder EmptinessWhere stories live. Discover now