(Aiden Black)
El lugar no es tan malo como lo imaginaba. Miro a las personas al rededor mio, que pronto serán espectadores de lo que viviré, mientras camino buscando a la persona que me metió en este lío. Todos tienen la pinta de que no deberían de estar en este lugar, todos se parecen a mi padre... Tienen la misma mirada que el tenía, culpable, misteriosa, inalcanzable.
Hay poca luz debido a que ya esta oscureciendo y estamos a mitad de la nada, pero extrañamente siento mis hombros relajarse al ver a Allen en mi campo de visión.
—¿Todo listo? Traje las vendas.— Allen me entrega las vendas y comienzo a vendar mis manos para tener un poco de protección. —Confió en ti. Te conozco, se que puedes con esto.
Si, si, Allen, seguro que me conoces.
El sonido se empieza a poner más fuerte y mis sentidos se empiezan a nublar.
Allen sale del ring y yo respiro hondo. Esto es como un entrenamiento, estará bien. Tengo que estar bien.
—¡Buenas noches señoras y señores!— Una voz se escucha a través del altavoz y mis nervios comienzan a subir, esto va en serio. Miro al público y me encuentro con la mirada responsable de esto. Me mira con seriedad, con un gesto de "todo depende de ti". Porque li hace. Todo depende de mi ahora.
Miro al suelo y después a mi oponente. Es alto, casi como yo. Músculo, pero puedo decir que es más grasa que músculo.
Escucho la campana sonar y pierdo total control de mis sentidos. Como si otra persona se apoderara de mi cuerpo y yo simplemente lo viera moverse. No siento el dolor, pero veo mi vista nublarse y mi oído timbrar.
No lo recupero hasta que la campana suena de nuevo y Allen me obliga a sentarme en la esquina del ring.
—Joder Aiden. Estas demente.— Siento agua fria caer sobre mi rostro y gotas rojas caer sobre mi frente. —Dame dos rounds más asi y terminamos.
No se que esta pasando. No se si estoy ganando o si estoy totalmente destrozado. Pero me siento vivo.
Siento tanta energía correr por mis venas que me es difícil mantenerme sentado mas tiempo. Gracias a dios, la campana vuelve a sonar y me levanto. Vamos de nuevo.
Todo sucede más rápido de lo que probablemente es. Escucho demasiado ruido, veo demasiadas luces, a lo lejos escucho la voz de Allen gritando cosas que no escucho. Hasta que de repente mi oponente cae inconsciente al suelo del ring y yo recupero el aliento.
—¡En la esquina roja, victoria por KO, Aiden Black!— Dice al tomar mi mano y alzarla.
Joder, lo he noqueado. Trato de ajustar mi vista y buscar a mi oponente. Esta bien, ¿cierto?
—Vamonos.— Allen me ayuda a bajar y caminar de nuevo a los vestidores improvisados.
Yo aún no me recupero por completo, es decir, no recupero a Aiden por completo.
—Hey, hey, mirame. Hey. Lo lograste. Ganaste.— Allen trata de sacarme de mi cabeza y me obliga a mirarlo. Es escalofriante, como si estuviera mirando a mi reflejo hablar.
—¿Qué paso?— Pregunto confundido. ¿Ya ha acabado?
—Ya terminó. Vamonos a casa.
—¿Puedo felicitar al ganador?— La voz que no quería escuchar aparece. —Sabía que pelearías bien, pero ¿Knock Out? Impresionante. Felicidades, nos vemos pronto.
La puerta se cierra haciendo un gran impacto lo cuál me hace volver a mis sentidos.
—Vamonos de aqui.— Le digo a Allen. Quiero salir de aquí ya. Ese sentimiento que tristemente es muy familiar para mi vuelve a mi cuerpo con cada segundo que pasa. Siento como me alejo de mi persona poco a poco. Pierdo quien soy.
Me quito las vendas de las manos para ver el daño en estas, no es mucho. Me pongo la playera y salimos de aquí hacia el auto.
Ya es tarde, realmente no se cuanto duró la pelea, pero se que es tarde. Una vez que Allen comienza a manejar, bajo el espejo frente a mi. Necesito ver mi aspecto. Necesito ver si... puedo verla.
Mi ceja esta sangrando y tengo el ojo izquierdo morado, pero a demás de eso, todo sigue igual. Los golpes de antes siguen ahí. Quizás sea mejor irme a casa, limpiarme y verla después.
Al abrir la puerta, Annalise ya nos espera nerviosa.
—¿Y?— Su voz suena asustada.
Allen sonríe. —Aiden esta demente. Ganó por knock out.
Annalise me examina y respira hondo. —Por favor, no tomen esto como un aliento para seguir haciéndolo como algo divertido, no lo es.
Yo asiento, no es divertido. Al menos no para mi.
Ignorando la conversación que sucede, camino a mi habitación y cierro la puerta del baño con seguro. Necesito silencio. Necesito estar a solas.
Abro la llave de agua y la dejo corriendo sobre mis manos, veo como el agua sale color rojo hasta que se detiene y vuelve a ser transparente de nuevo. Después, humedezco mi rostro para limpiar la sangre que ha caído de mi ceja y me limpio. Una vez que estoy seguro de que ya no hay sangre, me miro en el espejo.
Soy la puta imagen vivida de mi padre.
YOU ARE READING
Colder Emptiness
Romance"Mis hojas están cubiertas de rojo, y no quiero manchar las tuyas," ¿Que es la vida después de cambiar por completo el futuro de una familia? Eleanor Munroe lucha por encontrar su camino en un mundo lleno de injusticias, y un chico de ojos azules q...