Capitulo 13

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(Aiden Black)

—¿Y que vamos a hacer? Porque de ninguna manera vamos a dejar que Aiden peleé.— Annalise habla. —¿Cierto?

Claro que, al momento de llegar, Annalise y Alex tenían mil preguntas, y no tuvimos otra opción más que contarlo todo.

Allen respira y se levanta de la mesa. Se ve estresado. Me alegra saber que mi integridad le preocupa, aunque sea un poco.

Alex se quita las gafas y se talla las ojos.  —Que tal si vendemos todo, asi pagamos la deuda. Todos los departamentos y las casas.

—No podemos vender todo de repente y dar dinero asi por nomas, nos tienen vigilados desde el juicio, sabran a donde va ese dinero y porque vendimos todo tan de repente, nos ira peor. Prometi que limpiaría las cuentas de papá.— Allen responde.

—Quieres que Aiden lo haga...— Annalise responde llegando a la realización de que Allen realmente si quiere que lo haga, solamente no quiere admitirlo.

—Jamás obligaría a Aiden a hacer algo que no quiere. Simplemente pensé que querría ayudar a su familia.— Uf, golpe bajo. Es muy sabio, poniéndome en una difícil postura.

—¿Y que pasaría si dijera que no?— Lo cuestiono. —¿Que harias entonces?

—Aiden... Buscaríamos otra solución.

—¿Cómo que?— Pregunto con más intensidad.

Allen mira a todos lados tratando de pensar en una solución. No la hay.

—Ya esta, lo haré.

—Aiden, no.— Annalise me responde.

—¡No tenemos otra opción!— Sin querer, subo el tono de voz. —No tenemos otra opción, lo haré, y ya está. Es mi desición, no de nadie más.

Allen asiente y se que me agradece.

Me levanto de mi lugar y me dirigo hacia mi baño para darme una larga ducha. Me tomo mi tiempo, no porque quiera, si no porque tengo que hacer todo lentamente.

Mi cabeza da vueltas, trato de calmarla, pero todo me invade.

No puedo creer que le voy a hacer esto, después de lo que me confió, simplemente seré la imagen vivida de Jack de nuevo. De verdad que necesito alejarme, debo alejarme. Al menos hasta que esto pase.

Una vez fuera, me encuentro con Annalise sentada sobre mi cama, con su mirada nerviosa. La única persona que siempre me ha entendido a la perfección. A veces siento que compartimos una misma cabeza.

Me siento del lado opuesto a ella y empujo mi cabello hacia atrás.

—No quiero verte llegar así cada semana.— Habla primero.

—Lo lamento. Sabes que si hubiera otra forma, lo haría.— Me repito eso a mi mismo millones de veces, pero por alguna razón, dentro de mi, algo quiere hacerlo. No se si sea por mi familia, como Allen dijo, o quizás para probar algo. No lo sé. Pero tengo un sentimiento de necesidad.

—Lo se.— Respira hondo.

—Al menos así puedes poner en uso el curso de primeros auxilios que tomaste en la escuela.— Bromeo, lo cual me causa un poco de gracia.

—Aiden, no es gracioso.— Dice tratando de no sonreír.

Trato de esconder mi risa, —Lo es, un poco.— Digo con cuidado.

Annie sonrie y se recuesta.

—¿Alguna vez tendremos una vida normal?— Pregunta cansada.

—No somos personas normales.— Respondo a su pregunta.

—A veces envidio a Alex, creo que él es el más normal de todos.

—Normal es solo otra palabra para aburrido.—Le aclaro.

—... Ay vamos, no es aburrido, estoy segura de que tiene muchas cosas pasandole en su vida.— Annalise lo defiende, lo cual me hace reír, y a ella también.

—¿Alguna vez volverás al cabello café?— Pregunto, al ver como su cabello casi blanco no ha cambiado desde que llego.

—No lo creo, no por ahora.

Me gustaría saber la razón, pero creo que me siento bien sabiendo que la razón es solo suya, y tiene un significado propio.

—¿Cómo van las cosas?— Por el tono en el que hace la pregunta, puedo adivinar perfectamente sobre quien se refiere, y el tipo de información que busca.

Suspiro y la miro. —Bien, Annalise. Las cosas van muy bien... o iban. Después de esto, no estoy tan seguro.

—Yo tampoco lo estaría. Soy tu hermana y lo odio.— Habla con su tono de voz que usa al aconsejar.

—Supongo que por ahora dejaré las cosas fluir. Aún no se que es lo que va a pasar.— No tengo ni la menor idea, y pensar en ello me aterra un poco.

Annie se levanta y me mira desde arriba. —Ten cuidado, ¿si? No por ella, por ti. Cuida de ti.

Yo asiento comprendiendo perfectamente lo que quiere decir. Annalise siempre ha sido muy atenta hacía nosotros, pero sobre todo, a mí. Supongo que es algo que incluye el paquete de ser un mellizo.

Al irse de mi habitación, de nuevo me quedo solo con mis pensamientos, aguardando a lo que quizás podría ser la peor desicion de mi vida, sin realmente saber a lo que acabo de acceder.

Cuando en ese momento, por magia del destino, mi teléfono se ilumina con un mensaje.

Fecha, lugar y hora.

Colder EmptinessWhere stories live. Discover now