Capitulo 14

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Abrió la puerta de su recamara y se dirigió rápidamente al librero

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Abrió la puerta de su recamara y se dirigió rápidamente al librero.

Matthew recorrió la habitación con ojos curiosos, fijo la vista en una sudadera negra que reconocía muy bien... era de Jude. Apretó los dientes con fuerza y estuvo tentado a tomarla rápidamente y arrojarla por la ventana.

- Esto eres tú para mi

Le puso en las manos un curioso libro metálico bastante llamativo... al principio pensó que solo era un adorno, hasta que ella lo abrió y se dio cuenta de que estaba hecho para esconder cosas. No tenía nada dentro.

- Se que eres hermoso, como este libro - Matthew por poco le sonríe - Pero no me sirves de nada. Estás hueco...

- Entonces ayúdame

Frunció el ceño fugazmente

- Si soy cómo este libro para ti, hueco y hermoso... Entonces toma lo mejor de ti...

Tomó su mano y la apoyó contra su pecho acelerándole el corazón

- Y guárdalo aquí

No supo que responder. Únicamente negó con la cabeza

- Aun estamos a tiempo Anne. Aún podemos ser lo que la luna destinó para nosotros...

Arrojo la caja metálica a la cama para acunarle el rostro entre sus manos

- Dame una oportunidad... te prometo que no vas a arrepentirte esta vez

Su aliento... su calor... su voz... todo era hipnótico para ella...

- No puedo... - susurro casi sin voz - No debo...

El beta sonrió y preguntó con cierta diversión en su voz

- ¿No debes?

Sus labios cada vez más cerca de los suyos

- Yo... Jude...

- No - susurro él rosando sus labios con los de ella - Matthew

Su boca se apoderó de la suya y Antehia perdió todo sentido. Intento alejarse varias veces, pero la insistencia del rubio la afectaba grávenme. Sentía una furiosa pasión consumiéndola desde adentro y un deseo que anhelaba apaciguar.

Sus dedos se deslizaron entre el cabello rubio atrayéndolo hacia ella, sintió como las manos de él se deslizaban por su espalda y cintura...

Matthew había besado a muchas chicas a lo largo de su vida, pero en ninguna ocasión sintió lo mismo que estaba sintiendo justo ahora con Antehia. Sus abuelos tenían razón, por algo eran mattes. Su conexión sexual era palpable y eso sin duda les facilitaría una relación amorosa... Encajaban a la perfección. La química entre ambos se sentía con tal fuerza que proyectaba incluso un tenue resplandor a su alrededor...

Matthew se quedó con los ojos abiertos, impactado cuando Antehia lo empujó con fuerza sobre humana.

- ¿Que estoy haciendo?

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