Capitulo 16

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No estaban en temporadas de lluvia y al cielo lo cubría una pesada capa gris

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No estaban en temporadas de lluvia y al cielo lo cubría una pesada capa gris.

Antheia se levantó ese día sin ganas de nada. Preparo el café de Vinehem, le regalo las galletas que quiso, tomó un libro cualquiera y se sentó sobre el marco de la ventana a fingir que leía, cuando en realidad estaba inmersa en sus pensamientos.

Cuantas ganas tenia de ver a Jude. Cuantas ganas de acurrucarse entre sus brazos y sentir sus labios repartiendo suaves besos por su cara...

- Bueeeenos días

Se sobresaltó cuando Costner entro de repente haciendo escándalo como pocas veces acostumbraba hacer

- ¿Cómo estás primita?

Era la primera vez que la llamaba "primita"

- aaaah... ¿todo bien?

Se le veía demasiado entusiasmado

- De maravilla - dijo mientras le dedicaba una sonrisa de oreja a oreja

Antehia no supo muy bien por qué... Pero presentía que algo no cuadraba

- Me alegro... ¿quieres que prepare algo para ti?

Ver al alfa tan contento era casi espeluznante, no sabía que esperar

- Quiero que prepares dos cafés y te sientes conmigo en aquella mesa

Señaló la mesita que estaba por fuera

- ¿No prefieres esta mesa? - señaló la que estaba junto a la ventana - es más bonito aquí adentro ¿no crees?

No hizo falta que le contestara de viva voz. Bastó con que la mirara fijamente para que ella se pusiera pronta a atender sus caprichos.

-aaaah - exclamó Costner después de oler la taza de café bien caliente que estaba entre sus manos. Se tomó su tiempo disfrutando su primer sorbo.

- ¿Entonces? - le preguntó ella sin ocultar su impaciencia

- ¿por qué preferirías tomar té cuando el café es tan delicioso?

- El café me da sueño y apenas esta comenzando el día. Me pongo de mal humor cuando estoy soñolienta.

Costner le dedicó una sonrisa muy muy significativa

- Así que Matthew no mentía

Ella lo miró con el entrecejo fruncido

- Me dijo que por eso tomabas té. Porque el café te noquea hasta otro día... pero siempre me pregunte como supo eso

Levantó las cejas y ella no pudo evitar reírse

- Es más tonto de lo que te imaginas - pasó saliva antes de hablar con los ojos fijos en la madera de la mesa - Cuando lo estábamos intentando fuimos a El Cactus... No quería molestarlo así que deje que ordenara un café Americano para mi... Me quede dormida mientras hablaba sobre lo increíble que era - el recuerdo le causó mucho gracia y sin querer, se encontró sonriendo- obviamente se enojó muchísimo conmigo.

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