Trece

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El color de la mañana sobre el rostro de una persona puede hacerle ver cautivadora.

Así que no era extraño ver lo radiante que se veía Taehyung por las mañanas, cuando los rayos del sol iluminaban sus ojos color café.

- ¿Quieres café o desayunamos fuera?

- ¿Qué hay de mi té helado?

- No tengo lo necesario para prepararlo, bebé.

- ¿Podrías ir por él y venir a aquí para dormir un poco más?

- Si hago eso, tendré que faltar al trabajo, mi amor.

- Es tan lindo escucharte llamarme así -dijo Tae avergonzado.

- ¿Quieres que lo haga más seguido? -preguntó casi afirmándo.

Taehyung estaba sobre la cama. Y deseaba quedarse en ella por lo que restaba del día, pero no podía, era entre semana y ni él ni Jungkook podían faltar. 

Era más sencillo levantarse tarde después de la noche anterior con sus amigos celebrando; su trabajo empezaba en el turno después del almuerzo, y Jungkook tenía que ir al trabajo solo a una reunión. Una muy importante. 

Así que se levantaron con toda la fuerza de voluntad del mundo y llegaron a una cafetería cerca del departamento. 

Mientras están formando la línea, a Jungkook se le ocurre una idea loca.

- ¿Por qué no te mudas conmigo? -tomando por sorpresa y no sorpresa a Taehyung, después de todo, Tae pasaba casi toda la semana en casa de su novio.

- ¿Estás seguro? Digo, tú tienes tu espacio, no quiero incomodarte.

-No me incomodas, casi pasas toda la semana en mi lugar, ¿por qué no?

-¿Por que es pronto? -trataba de razonar su novio.

Jungkook está a punto de responderle cuando es su turno en la fila de la cafetería.

-¡Jungkook! ¡Has venido a verme! -sonrió la chica.

Jungkook no la reconoció. Hace algún tiempo, la misma chica le había hablado cuando le pidió su número. Charlaron un par de veces, pero luego Jeon pensó que no tenía caso hablarle más, ni siquiera estaba interesado en ella. 

Lo que no recordaba Kook, es que entre esas charlas, en una conversación alguna vez mencionaron, o ella mencion,ó que si la va a ver a su cafetería se aseguraría de dejarlo impresionado...

A Jungkook le cambio la cara. Su expresión nerviosa era totalmente distinta a las que Taehyung había visto.

-¿Jungkook? - dijo la chica y Taehyung frunció el ceño por la confianza.

Jeon reaccionó después de unos segundos, ordenó un café y un té helado, un par de sandwiches para llevar y un postre también. 

La mujer completó el pedido y le sonrió de manera coqueta, alegre y confiada, como si no se enterara que no la recuerdan, que no le interesa.

- No te he olvidado cariño -dijo la chica con demasiada naturalidad- hace poco te dije que te regalaría algo -dijo sugerente, rozando su mano a propósito.

Taehyung vio todo en primera fila, al lado de su novio, quien no hacía nada al respecto. Jungkook solo asintió nervioso, tomó su recibo y no le respondió. En su lugar, volteó hacia su novio y ni siquiera le tomó la mano o le guió tomándolo de la cintura. Le dijo:

- ¿Vamos Tae?

Y Taehyung le siguió, con un maldito dolor punzante en el pecho, confusión y molestia que no podía explicar.

Friki boy || KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora