SHIHO
Al día siguiente Kudo vino a recogerme, tal y como prometió. Me sorprendió mucho no verlo con Ran.
SHINICHI: Hola. Toma, ayer me pasé por el instituto y te conseguí un uniforme.
SHIHO: Gra ... gracias Kudo.
Aunque fuera un simple gesto de cortesía me gustó que se acordara de ese detalle.
Volví a mi habitación y me cambié rápidamente para no hacerle esperar.
Durante el camino él intentaba distraerme con cualquier tontería. Creo que se estaba dando cuenta de que cada vez estaba más arrepentida de haber accedido a ir al instituto.
Justo al llegar a la entrada me paré en seco.
SHIHO: Kudo ... creo que no ha sido una buena idea.
SHINICHI: Vale, en vez de pensar en si vas a encajar o no plantéate esto: tienes una nueva oportunidad de rehacer tu vida y de hacer nuevas amigas.
SHIHO: Eso para mí es imposible porque ...
SHINICHI: Porque temes involucrarlas en algo peligroso. Lo sé. ¿Crees que yo no tengo miedo de que mis amigos salgan perjudicados por estar conmigo? Vamos, confía en mí.
SHIHO: Está bien ...
En cuanto entramos a clase todos los amigos de Kudo se acercaron.
CHICO1: ¡Hombre Kudo! ¡Cuánto tiempo!
CHICO2: Por fin el detective del este nos honra con su visita.
¿Te irás de nuevo?
SHINICHI: No, ya no. Vuelvo para quedarme.
CHICO3: Tío no sabes cuanto te hemos echado de menos en el equipo. Desde que te fuiste nos han llovido las derrotas. Hoy tenemos partido, ¿te apuntas?
SHINICHI: Pues claro (dijo chocándole la mano)
CHICO4: ¿Y esta quien es? Joder, si que cambias rápido de esposa ...
CHICO5: Anda que no tienes buen gusto.
SHINICHI: Idiotas ... no es mi novia.
CHICO6: Sisi ... (dijo con una sonrisa maliciosa coreada por algunos silvidos)
SHINICHI
En seguida llegó la profesora y todos, menos Miyano, nos sentamos.
PROFESORA: Voy a presentaros a vuestra nueva compañera. Su nombre es Shiho Miyano.
En seguida se escucharon silvidos de todos los chicos de la clase, y pude oir comentarios de los más pervertidos.
CHICO1: Vaya pibonazo.
CHICO2: Ufff ... ¡menudas tetas tiene!
No sé por qué pero esos comentarios empezaron a cabrearme. Parecía un volcán a punto de estallar.
PROFESORA: ¡Basta ya!
ISAYAMA: ¡¡Yo me la tiraba ahora mismo!! Nena, ¿qué me dices?
Finalmente no pude contenerme.
SHINICHI: ¡CIERRA LA BOCA O TE LA CIERRO YO!
ISAYAMA: ¿Y por qué debería?
SHINICHI: ¿¡Quieres pelea!?
ISAYAMA: ¡Con mucho gusto!
PROFESORA: ¡¡KUDO, ISAYAMA, YA BASTA!! (dijo la profesora con un tono que daba miedo) ¡¡SALID AL PASILLO, Y TRATAD DE NO MATAROS EL UNO AL OTRO!!
