SHINICHI
Uff ... ¿por qué narices le importa tanto Ran a Shiho?
Salí de la clase y subí al tejado. Estaba seguro de que estaría allí, porque era el lugar donde ella subía cuando quería estar a solas.
Efectivamente, al abrir la puerta la vi llorando desconsoladamente, y para mi sorpresa con un pie fuera de la barrera de seguridad.
SHINICHI: ¡¡RAN!! ¿¡Qué haces!? (grité corriendo hacia ella)
RAN: ¡¡No vengas o saltaré!!
Me quedé quieto en seguida, observándola en estado de shock.
SHINICHI: Ran, ¿¡pero qué demonios haces!? (dije cuando me recuperé un poco)
RAN: ¿¡Y tú qué!? ¡SI YA NO ME QUIERES DEBERÍAS IRTE CON TU NOVIA Y DEJARME HACER LO QUE QUIERA!
SHINICHI: ¿¡Estás loca!? ¡BAJA DE AHÍ AHORA MISMO! ¡Que tenga novia no es razón para quitarse la vida!
RAN: ¡¡No merece la pena seguir viviendo si ya no te importo!!
SHINICHI: ¡¡Pues claro que me importas!!
Ran se calló un momento, realmente sorprendida.
SHINICHI: ¡Eres mi mejor amiga, no puedo permitir que te suicides, y menos por una tontería así! ¡El suicidio es la escapatoria de los cobardes, y tú no eres una cobarde! ¡Ahora pon el pie en el suelo y vuelve conmigo a clase!
Parecía algo más relajada pero aun así no movía la pierna.
SHINICHI: ¡¡Piensa en Sonoko, en tus amigas, en tus padres!! ¡¡Piensa en Kazuha y Hattori, en los niños de la liga juvenil de detetives, en el profesor Agasa!! ¡¡Piensa en mí!! ¿Cómo crees que nos sentiríamos si murieses?
¡Eres una chica increíble! Guapa, divertida, cariñosa, ... ¡encontrarás a otro chico que te ame tanto como yo te amé! Vamos, por favor ... (dije soltando una lágrima de desesperación)
Aquella era la primera vez que lloraba y creo que Ran lo notó. Tras un largo y tenso silencio movió la pierna y se sentó en el suelo llorando más fuerte.
RAN: No puedo ... no puedo hacerlo ... quiero, pero el simple hecho de me lo pidas tú anula mi deseo completamente ... (dijo sollozando, sin mirarme a la cara)
Me senté a su lado, secándome las lágrimas más relajado.
RAN: ¿Por qué eres así? (dijo girándose bruscamente para mirarme)
SHINICHI: ¿Eh?
RAN: ¿Por qué no puedes dejar que nadie muera, aun si es su voluntad abandonar este mundo?
SHINICHI: Ya te lo dije una vez. Los detectives no solo desvelamos los misterios y encerramos a los asesinos. Si permitimos que la gente muera, seremos tan culpables como ellos de su muerte. Jamás podría cargar con esa culpa.
Me levanté y cuando iba a salir por la puerta escuché a Ran murmurando:
RAN: Gracias, Shinichi.
Esbocé una media sonrisa, dándole la espalda.
SHINICHI: Tonta ... a la que debes darle las gracias es a Shiho. Estoy seguro de que sospechaba que iba a pasar algo así y me pidió que viniera. Si no hubiera sido por su insistencia, probablemente estarías muerta.
Se quedó un rato pensativa.
RAN: Shinichi ...
SHINICHI: (Girándome hacia ella) ¿Qué?
RAN: Aunque tengas novia ... ¿podrías darme un beso?
Al principio me lo pensé pero me vino la imagen de Shiho a la cabeza.
SHIHO
El corazón me latía a mil por hora ... ¿y si la besaba?
Miré atentamente la escena. Pues claro que lo haría, la seguía amando.
SHINICHI: Lo siento Ran, pero no puedo, no debo ... amo a Shiho, no podría hacerle algo así.
Me sonrojé a más no poder. ¿De verdad la había rechazado?
RAN: ... entiendo (dijo bajado la mirada) ¿y en la mejilla?
SHINICHI: (pensativo) ... bueno, no veo por qué no. Pero solo uno.
Se acercó a ella, y tal y como dijo le dio un beso en la mejilla.
RAN: Gracias.
SHINICHI: Venga, que llegamos tarde ya.
