Recuerdos de un rey★

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Cuanto más profundo te he llegado a conocer,

Más me confundo no lo puedo comprender.

El hilo rojo se rompió y no puedo regresar.

Era aproximadamente media tarde, habían sucedido grandes problemas en aquella familia muy disfuncional, el enterarse de la pérdida de unos cuantos integrantes, que apenas nacerían, un desastre con forme al líder de aquel mundo, el rey sin corona, un ángel demoniaco, considerado por otros una divinidad.

El cielo se volvió oscuro en aquel lugar con grandes extensiones de tierra, un par de jóvenes estaba en medio de una plática, una plática que acabo en peleas por parte de esos dos singulares primos, dos rubios uno de cabello lacio y largo y otro de cabellos rizados y ojos violeta.

Mi fe se encuentra puesta en ti, no te dejo de mirar.

Mantente cerca aunque sé que no es con sinceridad

Mi corazón no esconderé, está ahogándose.

— ¡Vete a la mierda! ¡No vuelvo a querer ayudarte! — Exclamo con enojo, le había dolido como su primo el semidiós le había hablado, era una sensación de opresión. ¡Era injusto aquello! El solo queria ayudarlo, consolarlo y sin saber el porqué de aquel dolor que el semidiós sentia.

Queria ser indispensable para alguien, independientemente de que se había peleado con su gemelo y pareja principal, lo cual al parecer nade más que sus progenitores sabían, y a ellos se referían al par de rubios líderes de Ninth. Se giro y huyo del lugar, escucho poco después su nombre, pero no se detuvo, se dirigió a su habitación.

Y sí me ahogo en tu calor, tus manos me acariciarán

Satisfecho estaré aunque me pierda justo ahora.

Estoy temblando la lluvia empezó a caer,

El rubio de ojos azules se dio cuenta de su error, se había descargado con su primo de todos esos problemas que había tenido en esos días, había causado tanto daño sin saberlo, por no controlarse, eso incluía que no sabía que dañaba su primer enlace — Subaru... abre por favor, quiero... hablar contigo — Espero en aquella puerta de roble revestido de oro y diversos detalles, poco después aquella puerta no se abrió solo se escucho la voz del dueño de esta.

— ¿Qué quieres? Lárgate de aquí — Menciono aquel chico que estaba acostado en la cama de aquella amplia habitación.

— No, abre por favor, quiero hablar contigo, déjame entrar — No se iría de aquel sitio sin antes hablar con ese terco chico que era uno de sus familiares más cercanos y posiblemente de su edad, aunque sabía que el rubio era un par de años mayor que él. — Abre —

De mala gana el rubio de hermosos ojos violeta, se levantó de la cama yendo hacia la puerta, abriéndola de forma brusca, mirando un tanto hacia abajo, puesto Derek y el, no tenían la misma altura ni la misma edad — Que quieres Derek, ya dijiste todo lo que queria yo escuchar, vete — Expreso, mientras veía al chico.

— No espera, quiero hablar — Subaru suspiro y le dejo entrar, el menor entro en aquel sitio sin más, viendo el entorno. — Bien... yo...—

— ¿Y bien? De qué quieres hablar, dilo y vete — Cerro la puerta de aquella habitación, para luego caminar a la cama, sentarse y cruzarse de piernas esperando aquellas palabras, no lo queria cerca, lo había lastimado esa forma de ser del menor.

— Queria pedirte una disculpa de lo que te dije, no fue mi mejor forma — El menor queria ser sincero con el mayor, camino a el y lo miro — Tengo tantos problemas que no sé cómo llegue a esto, y acabe explotando contigo, tambien...— Fue detenido por Subaru y solo escucho.