Recuerdos de un rey★

Melancolía al despertar

Había pasado una gran guerra, había perdido mas de lo que había deseado, estaba sentado en medio de esa sala, un joven de cabellos rubios y extravagantes ojos verde azulado, mirando a través de ese gran ventanal que idiotamente pensó admirar con su pareja, un fuerte suspiro de melancolía se dejo escuchar en el tranquilo ambiente.

-- En verdad como extraño todo lo que he perdido, pero tampoco me arrepiento de mis decisiones, que tan cruel puedo llegar a ser, si destruí mas de la cuenta... al menos están ellos ahi, vivos....-

Menciono sin reparo alguno, tomo de una mesita cercana aquella copa llena de lo que era un líquido un poco viscoso, rojo y brillante, la alzo en medio de aquel paisaje un poco nublado, estaba solo, sus hijos bueno habían salido, sus hermanas estaban quien sabe dónde, simplemente despertó solo sin ninguna a su lado, quizás haciendo diligencias, cosa que el haría en la noche, le daba pereza.

--es un poco raro ¿No crees Lucy? -- Había sentido una presencia en la habitación, un pequeño gato blanco, el cual observo y el cual ronroneo sin miedo de que fuera expulsado del lugar. Bebió de su copa con un movimiento elegante, relamiéndose los labios. —Debería dejar de pensar idioteces—. Se levantó de aquel sofá que era en tonos beige, develando su altura y delgadez extrema, camino a la ventana abriéndola con solo mover su mano sin necesidad de tocar las manijas de tal objeto.

--Yu --. Menciono en medio del silencio para sonreír, su marea de recuerdo pasaba sin previo aviso a la orden impuesta anteriormente, torturándolo, miro al cielo y simplemente se quedó pensando sumergiéndose más en ese remolino de oscuridad que había creado durante años.

Recordar aquellos bellos momentos, donde conoció a su alma gemela o ¿Era solo una iluson de aquel sentimiento?, había no solo concebido a su pequeño príncipe y adoptado a otro algo mayor, simplemente el querer una familia le reconfortaba, y así, fue creciendo aquella extraña familia ¡Porque era más extraña que cualquier cosa! Quien diría que varias razas podrían congeniar con un solo ideal; la libertad.

Recordar todo eso lo hizo reir, le había costado mucho había perdido hermanos biológicos, hermanos de otras líneas y por supuesto sus padres adoptivos, había perdido su propia cordura desde mucho antes, era algo extraño que siguiera "cuerdo", quizás eso se lo debía a varias personas a su entorno. Mira que tan pequeño es el mundo, dirían, pero a él solo le importaban sus hijos y los pocos integrantes que le quedaban, lucharía por ello si fuera necesario ¡Dios hasta tenia nietos! Era de temer todo el tiempo que había pasado desde la primera y segunda guerra interdimencional llevada a cabo en ese mundo tan maltrecho pero que seguía en pie en medio de la adversidad.

---Sabes Yu, eres mi compañía en este momento, idiota me has asustado al volver a esa forma, preferia que fueras el gato "Lucy"-

*le dijo claro y preciso al sujeto que estaba sentado en el mueble a su espalda, su hermano gemelo, dos gotas de agua dirían, pero eran tan diferentes que si bien era extraño que ese nombrado tomara forma física.

--En fin, no importa-

El otro chico solo se quedó viéndole, en ese momento se le ocurrió solo tomar de su copa y sonreír, los vio llegar a todos en diferentes portales, todos los integrantes de esa tan extraña familia, aun que había sido el hombre más sádico y ¡lo seguía siendo, por Merlín! No pudo abstenerse de cerrar la ventana y esperar pacientemente, definitivamente no cambiaría nada, ni siquiera el pasado, porque si lo hacía...todo lo que se conoce fuera distinto y quizás el estaría muerto en medio del Helheim , perdido en el abismo de los dominios de Hela.

Era feliz a pesar de hacer todo lo malo y lo bueno, se podría catalogar así mismo como.... "el ángel del infierno", sabiendo que no era el único regente del mismo lugar, sonrio, puesto era un mandato familiar, no monárquico.

--En verdad, no cambiaría nada, pequeño gato escurridizo, ni mi posición ni la vida que llevamos, pero prefiero verlos felices a solo verlos tan apáticos-

En verdad, todo lo que viviría sería una gran diversidad de emociones que en un tiempo se dedicó a reprimir, pero no más, dejo a su hermano, aquel chico gato ahí solo, solo escucho un murmullo y salió corriendo al jardín donde le esperaban para un almuerzo, aunque se veía que el ambiente podría cambiar.

El gato en cuestión, se asomó en la ventana viendo al rubio correr a esas personas y sonrió, dejando un murmullo que todos podrían a ver escuchado sino estuvieran haciendo sus triviales pláticas a gritos.

"la familia que hemos conseguido... vaya idiotez tuya casi destruirlo todo, aunque esa familia es lo que nos ha mantenido tan cuerdos, en verdad se lo agradezco a todos ellos, aun así, que perdiéramos integrantes muy importantes, espero todo siga una línea de felicidad y confort, con esos hijos y nietos que por demás son un mar de hormonas, y esas hermanas... cierto, no las cambiaríamos jamás, son todo lo que tenemos, cuídalas, que yo lo hare por lo bajo, los amigos también son tan importantes, ese es el legado...."

El joven desapareció pero no del todo, regreso a su verdadero centro, ser parte de aquel melancólico hombre, todo en verdad era un caos dentro de esa cabeza, pero nadie se daba cuenta de ello, todos vivían felices y eso le importaba más ese chico que sin quererlo cargaba con maldiciones que ni siquiera conocía.

KeyLightwood -- Escritor a medio tiempo ---

Espero que les guste, en verdad todo va a cambiar, sin mas deseo que se pasen un bonito día hoy y siempre. Quizas escriba un cuento one-shot de una pareja que recientemente leí por ahí.