𝑼𝒏 𝒃𝒖𝒆𝒏 𝒐𝒔𝒐

DIA 6

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Génesis debía investigar sobre esa droga.

Y conocía a dos personas que sabían mucho de eso.

Su patrón y zorman.

- zorman! -

El científico se asustó un poco ante el inesperado llamado, pero al darse cuenta de quién era fue a atender.

- génesis no esperaba tu visita -

- iré al grano zorman ¿ Tu sabes que es esto? -

Génesis le mostró el vaso con el líquido, zorman lo miro confundido.

- es un vaso -

- ya lo se, hablo de su contenido -

- según Focus, esto tiene droga -

Le entrego el vaso a lo cual él científico miro el contenido con detenimiento.

- no sabría decirte, debo hacer una investigación, me tomaría algunos días -

Génesis suspiro, no podía esperar más pero no tenía más opciones.

Dejo la droga con zorman y se fue, debía encontrar más pistas

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DIA 6

Spreen desperto.

Al principio no se percató de en dónde estaba, solo se acomodo y estiró su cuerpo, haciendo que algunos huesos tronaran.

Tampoco noto la presencia de  cierto hechicero, que lo miraba con felicidad.

- Buenos días osito -

La voz de juan hizo que se sobre saltará.

- oh más bien, buenas tardes -

- sabes, me alegra que hayas aceptado mi pequeño regalo osito -

Spreen no entendió a la primera, pero al darse cuenta en dónde estaba se separó rápidamente de aquella cama.

- no no yo... ¡Yo no acepte nada! Es un error -

Juan rió, ver a spreen nervioso se le hacía muy tierno.

- ya, no te pongas nervioso osito, se que te cuesta aceptar las cosas -

- pero, luego podemos hablar de eso si quieres, ahora debes comer -

Juan se sentó en la cama e hizo un ademán pasa que spreen se sentará a su lado.

Sin opciones, spreen se sentó y miro a Juan, no le quería quitar la vista de encima.

- como prometí, yo comeré primero, para que veas que no estaba envenenada -

Y dicho eso, Juan le dió un mordisco a la comida, que consistía en unas tostadas con mermelada y un poco de jugo.

Espero unos minutos, Juan parecía estar bien.

- ¿Ya estás convencido? Venga come un poco -

El hambre era demasiado, casi seis días sin comer, su estómago le pedía comida.

Agarro una de las tostadas y dio un pequeño bocado, estaba... Deliciosa.

Sin pensarlo comenzó a comer, no le importaba que Juan lo estuviera mirando, quería saciar su hambre.

Y Juan estaba más que satisfecho, al parecer su plan estaba funcionando.

Pero aún quedaba mucho.

Cuando terminó de comer, Juan cambio las vendas que le había puesto a spreen.

- aún están algo mal tus manos, deberás quedarte con las vendas un poquito más -

La forma dulce en la que hablaba confundía al híbrido, antes lo había golpeado y dejado inconsciente y ahora lo trata con mucha delicadeza.

Claro, esto es solo una parte del plan de Juan.

- sabes, tus ojos son muy bonitos, oscuros, cómo la noche pero brillantes como las estrellas -

Spreen se confundió aún más ¿Sus ojos?

Espera ¿¡Y sus lentes?!

Debieron haberse caído cuando Juan lo estaba trayendo... Mierda.

Inconscientemente se tapo la cara, no le gustaba que la gente le viera los ojos.

No porque eran feos, sino porque con sus ojos él podía ser mucho más expresivo y no quería demostrar debilidad, por eso los escondía entre unos lentes oscuros.

Sus manos fueron apartadas cuidadosamente por Juan, aunque intento volver a taparse el hechicero no sé lo permitió.

- no los tapes, quiero verlos -

- son más hermosos de lo que había imaginado -

Spreen estaba muy avergonzado, nunca habia recibido halagos.

La mayoría del tiempo le decían puteadas o cosas malas sobre él.

Pero ¿Halagos?

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- se siente bien que te elogien...