DIA 13

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El santuario de Juan era revisado de pues a cabeza.

Nada estaba a salvó, ni la habitación de Juan, para mala suerte del hechicero sus... ¿Amigos? No estaban siendo muy cuidadosos.

- ¡Auron! ¡No tires los libros al suelo idiota! -

- drako baja al puerco araña no vas a encontrar nada ahí -

- Ari... ¿Que mierda haces? -

Eso último lo dijo cuando vio a la rubia intentando robarse un cuadro con una foto del hechicero.

Se preguntarán¿Y spreen? ¿Acaso no escucha todo el alboroto?

Juan se encargó de eso.

¿Que hizo? Pues, mantuvo al híbrido distraído, para que no notará su ausencia.

Le dejo una tele y videojuegos, además de algo de comida, perfecto para que no sospechara nada.

¿Y el ruido? Bueno eso fue con otro hechizo, un hechizo que hace que en la habitación de spreen no sé filtrara ruido.

Pasaron como dos horas y nada, no encontraron nada.

Juan no es estúpido... O bueno tan estúpido, no iba a dejar la habitación de su osito a simple vista.

La oculto con esos bloques falsos y con un poco de magia.

Al final ya se estaban yendo todos, algunos frustrados de no haber encontrado nada.

- esto no queda aquí, mago de mierda, volveré y esta vez con el profeta -

Sentenció drako antes de irse volando, como siempre hacia.

Juan suspiro aliviado, su osito se quedaría más tiempo con él.

Volvió a la habitación, entro y encontró al oso puteando a los personajes del juego.

Típico.

Se rió un poco y se sentó al lado de él, no hablo solo miro que hacía.

Estuvieron así hasta que ya era hora de dormir, y así pasamos al día siguiente.

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DIA 13

Spreen despertó, se había quedado dormido en el suelo, eso explica el dolor que sentía en su espalda.

Miro su alrededor, ahora tenía una televisión y videojuegos, nada mal.

" No, no te acostumbres... Recuerda, debes fingir "

Fingir.

¿Estaba fingiendo?

Ya ni él lo sabe, pero se convencía a si mismo de que estaba fingiendo.

Fingía sentir cariño por Juan.

Fingía ser bueno con Juan.

Fingía estar feliz cuando Juan lo premiaba.

....

Si estaba fingiendo... ¿Porqué no podía parar de sonreír?

Se sentía como un puto animal... Feliz por ser recompensado por algo que hizo bien.

No era un animal...

Oh bueno, era medio un animal, pero también era humano y tenía orgullo.

No iba a caer por Juan, no iba a caer.

- ¡Buenos días osito! -





















O tal vez... Ya cayó pero no quiere aceptarlo

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Ese mamahuevo no puede engañarme

𝑼𝒏 𝒃𝒖𝒆𝒏 𝒐𝒔𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora